Cataluña estaría automáticamente fuera de la UE si se independiza

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Desafío secesionista. De suceder, pasaría a ser considerado un tercer país separado del club comunitario al que no se le aplicarían los tratados. Cruciales comicios del 27.

La permanencia de Cataluña en la Unión Europea (UE) enfrenta a los impulsores de la secesión y a los detractores, quienes ayer se vieron respaldados en sus argumentos por Bruselas y un informe jurídico que advierte sobre la eventual expulsión de la norteña región si tras los comicios del 27 de septiembre se declara independiente de España. A diez días de las elecciones regionales clave para el futuro político de Cataluña y España, el debate político cobró dimensión internacional, un hecho que tanto los secesionistas como el gobierno central de Mariano Rajoy celebran como positivo.

El martes, el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, defendió la relación de su país con una España «fuerte y unida», al recibir al rey Felipe VI en Washington, lo que fue interpretado como espaldarazo al gobierno español frente al desafío secesionista catalán. Los dichos de Obama se suceden a los apoyos que Rajoy recibió de la canciller alemana, Angela Merkel, y del premier británico, David Cameron, quienes pidieron «respeto a la legalidad» y a la «integridad» del Estado español. Cameron también advirtió que si Cataluña se declaraba independiente quedaría fuera de la UE.

Y la Comisión Europea (CE) insistió ayer en esa misma posición. «Si una parte de un Estado miembro deja de ser parte de ese Estado porque el territorio se convierte en país independiente, los tratados ya no se aplicarán a ese territorio, y la nueva región independiente se convertiría en un tercer país respecto a la UE y podría solicitar convertirse en un Estado miembro», dijo Margaritis Schinas, vocero del presidente de la CE, Jean Claude Junker. Tras hacerse eco de las declaraciones de Bruselas, Rajoy afirmó estar convencido de que «el sentido común se va a imponer» y no se va a llegar «a una situación disparatada», en referencia a la posibilidad de que Cataluña se declare independiente y sea expulsada de la UE.

El futuro inmediato de un hipotético Estado independiente catalán es una cuestión central para muchos catalanes. El apoyo a la secesión baja en los sondeos cuando se interroga a los encuestados por una Cataluña fuera de la UE.

En la vereda de enfrente, Raül Romeva, cabeza de lista de la candidatura unitaria Junts pel Si (Juntos por el Sí), que promueve la secesión, aseguró que una Cataluña independiente seguiría formando parte de la UE porque «los tratados lo permiten perfectamente». Romeva insistió, no obstante, en que «el proceso soberanista tiene que afrontarse como un tema político y no jurídico».

Desde el inicio del proceso, el bloque soberanista sostiene que la permanencia de Cataluña en la UE es una cuestión que se puede negociar políticamente con España y con Bruselas, reconociendo las dificultades legales de la apuesta. En ese sentido, un informe de la Fundación Alternativas, de la que forman parte numerosos dirigentes socialistas españoles, asegura que una declaración unilateral de independencia, dejaría a esta región de 7,5 millones de habitantes fuera de la UE, es decir que privaría a los catalanes del sistema del euro y del espacio de libre circulación Schengen.

Los juristas responsables del texto advierten que los planes del presidente catalán, Artur Mas, de llevar a Cataluña hacia la secesión son «manifiestamente inconstitucionales» y que su intención de negociar una posterior integración del nuevo Estado a la UE es «inviable», porque se producirá tras haber «contravenido» la Constitución española y los Tratados europeos.

Cataluña celebrará comicios regionales el 27 de septiembre que fueron convocadas por Mas con la intención de convertirlas en un plebiscito sobre la secesión tras fracasar los intentos de negociar un referéndum al estilo escocés con el gobierno de Rajoy. Los partidos soberanistas, que concurren en la lista unitaria, consideran que en caso de vencer en las elecciones regionales estarán legitimados para avanzar hacia la Constitución de un nuevo Estado en un plazo de 18 meses. Cuentan con un plan, pero aún existe mucha incertidumbre en torno a este proceso: la principal sigue siendo si Cataluña seguirá o no siendo parte de la UE.

Fuente: La capital, Rosario