Caviahue Copahue, el paraíso que hay que proteger

Este verano, miles de turistas llegaron a Caviahue a conocer el Salto del Agrio, el Puente de Piedra o subir al volcán Copahue.

Este verano, miles de turistas llegaron a Caviahue a conocer el Salto del Agrio, el Puente de Piedra o subir al volcán Copahue. Todos se maravillaron pero muchos acamparon en cualquier lado, dejaron basura, hicieron cosas prohibidas. Vecinos, guías y guardaparques piden protección.

Imaginen el paraíso. Un lugar mágico al pie de un volcán, con una laguna abrazada por araucarias y ñires. Un sol que sale entre las montañas y despierta a los chivos de algún criancero, que en un puesto, toma mate y mira el cielo azul. Parece un cuento, pero en Caviahue es real, y como en todo cuento, siempre puede aparecer un verdugo.

Desde hace un tiempo, los vecinos de Caviahue, los guías turísticos que trabajan en esos paisajes, los guardaparques y técnicos de ese tesoro ven cómo algunos turistas avanzan sin control sobre el Área Natural Protegida.

Dejan basura, se meten en lugares poniendo en riesgo su seguridad, acampan en cualquier lado. Sotienen que nadie controla, porque el Parque provincial Copahue tiene 28.300 hectáreas y solo dos guardaparques no alcanzan a cubrir el territorio.

«Este verano llegaron muchos turistas, y al no estar los lugares preparados, el ambiente se ve impactado. Vemos con preocupación como crecen los acampes espontáneos, los daños ambientales y como sube el riesgo de incendios«, cuenta Verónica García, licenciada en Turismo y vecina de la localidad.

Paulo Fanti es guía de trekking, escalada y rappel, en Descolgados en el sur, y cada día recorre esos sitios, de los que habla con pasión. Afirma que el Salto del Agrio es la cascada más alta de Neuquén y cuenta con un colorido en las rocas del lecho del río dado por las características químicas únicas del río Agrio.

Agrega que el lago Caviahue puede parecer uno más, pero es de aguas ácidas. Solo existen 9 en el mundo con esta característica distintiva y es el más grande de todos.

Y el volcán Copahue, es el más activo de la Argentina. A través de un trekking de dificultad media ofrece la posibilidad de entrar a su cráter ocupado por una laguna de agua caliente, una cascada y un glaciar, sin mencionar la vista panorámica.

«Los paisajes son únicos, diferentes a cualquier cosa que puedan ver en Patagonia pero veo varias agresiones al ambiente: fogones en lugares no habilitados, personas arrojando colillas de cigarrillos o arrancan plantas. A su vez, muchos turistas son muy conscientes del cuidado del ambiente y lo respetan”, dice Paulo.

La falta de un camping habilitado en Caviahue es otro de los problema que enfrenta el ambiente para mantenerse puro. Y sin organización surge el caos. Sostienen los vecinos que cuando salen a caminar cada mañana, ven turistas acampar en cualquier lado, sobre todo en la costa del lago Caviahue.

La gente busca donde poner la carpa y en redes sociales recomendaban hacerlo frente al lago donde no hay ni carteles, ni cestos de basura, ni baños, explican. Eso genera residuos y apertura de senderos. Algunos usaron el paisaje como baño, armaron fogones debajo de las araucarias y cortaron ñires. Un verdadero desastre ambiental en un área protegida.

Andrea Mazieres, trabajadora de áreas naturales protegidas de la Provincia de Neuquén, explica que el único camping habilitado está en Copahue, a 18 kilómetros, pero la gente quiere acampar en Caviahue, porque es un ambiente diferente. Hace unos años hubo un camping municipal a tres kilómetros de la localidad, frente al aeródromo, pero se cerró.

Referentes municipales dijeron que el área fue declarada «zona de intangibilidad» pero aunque los vecinos investigaron, ninguno de los funcionarios municipales o provinciales que consultaron les pudo especificar el número de ordenanza, declaración o resolución, ni tampoco el año u organismo que determinó la «intangibilidad del área en cuestión» y se preguntan «¿Qué pasó».

Falta de recursos

Mazieres, explica que encuentra «gente por donde se te ocurra, haciendo cualquier cosa. Se ponen carteles para que no desciendan al Salto del Agrio y lo hacen igual». Hace días se viralizó un video de un muchacho que se mete a la laguna del cráter del volcán y destaca que «eso no se puede hacer, pero se metieron y no se sabe la temperatura que puede tener ese día, además son aguas ácidas», recalcó.

Fanti, es justamente el guía que llevó hasta allí al turista que se metió. Al ser consultado sobre este episodio afirma que no hay legislación sobre eso. Que buscó pero no encontró las leyes o el lugar en el que se prohíba.

Mazieres insiste que no podía desconocerlo, que cuando se lo habilitó, era para hacer un trekking, no para meterse en la laguna. Que el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), que controla a los volcanes, sugiere mantener distancia.

Entre idas y vueltas las voces dibujan la génesis del conflicto y la olla se destapa a partir del video viralizado de ese turista en la laguna del cráter. Una muestra que al llegar a uno de los principales atractivos de la provincia, no hay control y las reglas no están claras.

«Los guías habilitados ven todos los días situaciones de riesgo. Aquí un turista se metió por su voluntad, tenía seguro, estaba informado. Pero nadie dice a los que van solos lo que no se puede hacer. También hay otros que no están habilitados que llevan gente y lucran”, dice García.

Para los vecinos no solo se trata de la degradación de los atractivos sino que, además, hay un riesgo para la seguridad de los turistas. Hay otro vídeo en las redes en el que un nene aparece corriendo sobre la Cascada del Agrio, con 45 metros de caída y sin baranda, se suma como ejemplo.

Hay carteles pero no hay nadie, sostienen que se necesita una figura de control y monitoreo. «Al Salto del Agrio, cualquiera puede llegar en su propio auto en pocos minutos y cuya belleza atrae a todos los que vistan Caviahue-Copahue. ANP instaló un cartel que dice ‘Prohibido bajar al río’, pero como no hay controles de ningún tipo siempre veo gente descendiendo», dice Paulo

Cuestionan que cuando querés trabajar como guía «se exigen miles de cuestiones, pero del lado del Estado no hay nada. Faltan instalaciones, cartelería, personal y hablo de control, no de prohibición”, asegura García y agrega con pena: «debería haber más control, ésta es una área protegida, una de las más antiguas de la provincia».

Mazieres, lo explica: la villa de Caviahue está inserta dentro del Parque Copahue, dentro de una de las 11 áreas naturales protegidas que tiene Neuquén. Eso genera tensiones por un lado, pero, por otro, hay una comunidad que en gran parte está comprometida con la conservación del parque.

Hicieron reclamos ante las autoridades locales y provinciales competentes, a través de notas, pero no tienen respuestas. Por otra parte, para establecer las reglas de lo que se puede hacer, está el Plan de manejo del Área protegida que es de 1986 y que quedó desactualizado. En tanto, la Ley de Sistema de Áreas protegidas, espera desde 2009 su reglamentación.

El Plan de manejo se actualizó en 2019 a través de procesos participativos, pero todavía no está vigente. En ese texto se estable la capacidad de carga y las actividades que se pueden hacer en cada lugar como también los recursos, vehículos y personal necesarios para concretarlo.

El rasgo llamativo son las araucarias, a pesar de que ocupan una superficie pequeña. Foto: Alejandro Carnevale.
«Muchos viven del recurso que debemos proteger. El turismo, combinado con una ausencia institucional, genera un problema. Este año el turista buscó contacto con la naturaleza, que está buenísimo, pero no tenemos los recursos necesarios para controlar el uso que se hace del lugar», subraya Mazieres.

La falta de guardaparques es uno de los puntos clave y actualmente hay un llamado para incorporar una docena a todo el sistema. «Esto resolverá mínimamente el problema, porque siguen siendo pocos. Además faltan vehículos en condiciones y combustible. La falta de recursos es importante», dice la trabajadora de ANP.

Están dentro de un Parque, que tiene como fin la conservación de la biodiversidad y los recursos culturales asociados. Por eso, defienden que las actividades que se generan deben estar condicionadas por este objetivo. Todos coinciden en que «la locura que se vivió este año, fue grande» y señalan que el turismo está permitido, pero debe ser sustentable, controlado y amigable.

Fuente: Río Negro