Cerraron 2000 quioscos en un año en Mendoza
Un relevamiento de la cámara que nuclea al sector indica que las ventas cayeron 30% y se registró una fuerte suba de la luz y de los productos. Quedan 4 mil de los 6 mil locales que había a principios de 2016.
12/06/2017 ECONOMÍAUn relevamiento de la cámara que nuclea al sector indica que las ventas cayeron 30% y se registró una fuerte suba de la luz y de los productos. Quedan 4 mil de los 6 mil locales que había a principios de 2016.
En un año, cerca de 2.000 quioscos de Mendoza cerraron sus puertas, según datos de la UKRA (Unión de Kiosqueros de la República Argentina). Para los empresarios y cámaras los principales motivos han sido el incremento de la luz y de los productos, conjugado con una caída en la demanda del más del 30%. De este modo, es que el sector no escapa a la realidad del comercio minorista, que lleva 17 meses sin repuntar, según la Federación Económica de Mendoza (FEM)
Según la Cámara nacional, en la provincia hay cerca de 4.000 quioscos, ubicados en el Gran Mendoza, y otros cientos -que no están registrados- en los departamentos periféricos. No obstante, a comienzos del 2016, se localizaban más de 6.000 locales.
Para los empresarios locales, el sector es muy dinámico, cierran y abren comercios de este tipo todos los meses. Sobre todo en lo que respecta a quioscos de barrio, en donde se da una dinámica distinta a la del centro mendocino. En este sentido, “lo que sucede en gran parte es que la gente que pierde su empleo, con la indemnización decide poner un negocio de estas características o una almacén. A veces lo que sucede, es que consiguen otro empleo y cierran ese negocio. Por lo tanto es bastante cíclico e informal, aunque es una alternativa ante la crisis”, explicó Adrián Palacios, presidente de la Ukra.
A pesar de ello, el cierre de distintos kioscos en la provincia se da por el incremento de costos fijos que han tenido que enfrentar, sumado a la suba en la materia prima.
Baja de consumo
Las ventas de comercios minoristas en Mendoza tuvo una baja del 4% en mayo frente a igual mes del año pasado. Cuando se compara alimentos y bebidas, y golosinas, la baja en estos rubros fue del 0,5% y 1,9%, respectivamente en el período recién descripto.
En lo que es particularmente quioscos, según la Ukra la caída en cantidades vendidas ha sido del 40% anual. Mientras que según la misma fuente, el incremento de los productos que se ofrecen en estos locales fue del 45% promedio.
Así las cosas, es que el presidente de la entidad, Adrián Palacios, mencionó que en un año en Mendoza han cerrado 2.000 kioscos. Este dato, según explicó, lo recaudan por medio de algunos proveedores oficiales de Argentina y Mendoza como Coca Cola, Nobleza Piccardo y Massalin Particulares; “quienes llevan un registro de los negocios que proveen”.
Así las cosas, es que según esta Cámara, en el Gran Mendoza hay un total de 4.000 bocas. En cuanto a la cantidad de quioscos coincidió la reciente Cámara de Kiosqueros Unidos de Mendoza (CKUM), que se formó a fines del año pasado. No obstante, indicaron que por el momento no tienen estadísticas oficiales, de aperturas y cierres, por lo tanto no pueden confirmar esta información que proviene de Buenos Aires.
El número de quioscos tampoco pudo ser corroborado por el Instituto de Desarrollo Comercial (IDC). Desde este ente, que forma parte del Ministerio de Economía de Mendoza, entre Capital y Godoy Cruz hay más de 1.500 quioscos (de acuerdo a los respectivos códigos de ordenanzas tarifarias); solamente en Capital han abierto 3 mini mercados y 41 minimarket (de acuerdo a la clasificación enviada por el municipio).
“En cuanto a los cierres, no contamos con información precisa de quioscos, aunque en todo el Gran Mendoza, han cerrado alrededor de 2500 establecimientos”, precisaron.
Con respecto a las subas que han tenido que enfrentar los empresarios del sector, uno de los puntos más resonantes y preocupantes es la luz. Gustavo Suárez, de CKUM contó que la factura de este servicio se incrementó en algunos comercios más de 150%.
Por ello, “es que algunos quioscos para reducir gastos optan por disminuir ahora en invierno la cantidad de heladeras prendidas, y utilizan solo las necesarias, para lácteos, por ejemplo, mientras que las bebidas, la tienen en espacios en donde se conserva la temperatura sin la necesidad de enchufar el electrodoméstico; o cambiar todas las lámparas a bajo consumo y sacar los carteles luminosos”, remarcó Suárez.
Para este empresario, que además tiene un local en Guaymallén, destacó que también han tenido que afrontar la suba de los alquileres, que en un año ha sido del 35%, según el empresario mendocino. Así las cosas, «es que hay espacios vacíos porque piden entre 17 mil pesos y 25 mil pesos, valores que exceden la rentabilidad del negocio», remarcó Palacios. A lo que agregó, que por ello es que también muchos comerciantes decidieron salir del centro y se trasladaron a los barrios.
Todo esto se da en un marco en donde los costos de la materia prima se han elevado considerablemente, como es el caso de las gaseosas (40%), alfajores (45%), golosinas en general (40%), entre otros. Sin lugar a dudas, «esto afectó el consumo interno», remarcó Federico Boccia de la Cámara local.
Boccia, por su parte, coincidió y sumó que en los últimos cuatro años la rentabilidad de este tipo de negocios ha sido muy baja, y en algunos casos hasta negativo.
Alternativas
La caída del consumo en todos los aspectos ha provocado que el comercio minorista sufra las secuelas. Por ello, es que muchos kioscos han buscado otras alternativas, con el objetivo de ofrecer productos que manejen márgenes de rentabilidad más altos.
Así es que los negocios que están en el centro han comenzado a ofrecer otros productos como por ejemplo ensaladas preparadas y envasadas, sándwich de distintos tipos, tartas ya preparadas y envasadas, entre otras cosas.
Pero también, “hay muchos que decidieron trasladarse del centro al barrio y abrir los denominados kioscos de ventana o de garaje”.
Así las cosas, es que en estos casos, según las Cámaras, muchos no están inscriptos como tales por lo cual es muy difícil llevar el número.