Chaco: Pulseada política con final feliz

Debió confrontar con un fondo especulativo que llegó con Macri y quedó como acreedor dominante con capacidad de bloquear acuerdos en la mayoría  de las provincias deudoras. 

Debió confrontar con un fondo especulativo que llegó con Macri y quedó como acreedor dominante con capacidad de bloquear acuerdos en la mayoría  de las provincias deudoras.

Richard Deitz es un administrador de fondos de inversión estadounidense, fundador y presidente de VR Capital, que en 2016 fue tentado para venir a la Argentina, a hacer negocios prestándole fondos a una gestión que se presentaba sumamente amigable con el capital financiero. Se dice que fue el propio Mauricio Macri quien lo trajo al país. Sin embargo, no habrá sido la personalidad del flamante presidente lo que más lo debe haber atraído. No tanto como esa imagen del abrazo de Alfonso Prat Gay y Luis Caputo, ministro de Economía y secretario de Finanzas (abril de 2016), cuando sellaban el pago final a los fondos buitres por más de 16 mil millones de dólares, tal cual lo había ordenado el juez Thomas Griessa, Los dos funcionarios argentinos festejando, mientras los buitres cobraban el premio, debe haber entusiasmado tanto a Deitz que inmediatamente dio el «Sí» a ser el principal financista de las provincias, empujadas por el gobierno nacional a endeudarse masivamente.

Santiago Pérez Pons era, en diciembre de 2019, un joven profesional especializado en administración pública y finanzas, con experiencia en la función pública y en consultoras privadas, cuando Martín Guzmán lo convocó a ser parte del equipo que se haría cargo del Ministerio de Economía. Participó en las negociaciones por la deuda externa, aportando desde el área a la que pertenecía, la Secretaría de Hacienda, donde se desempeñaba a las órdenes de Raúl Rigo. Chaqueño de origen, en enero de este año, Jorge Capitanich, gobernador de su provincia, lo llamó a hacerse cargo de la cartera económica (unificada con Planificación e Infraestructura). Desde ese lugar le tocó asumir la responsabilidad de negociar la deuda en dólares bajo legislación extranjera, que culminó esta semana. Pérez Pons tiene 27 años, casi con seguridad el funcionario más joven en haber logrado una reestructuración de deuda con fondos extranjeros, al menos, en este país.

Uno y otro fueron los protagonistas principales de este capítulo de la deuda. Con el acuerdo obtenido por Chaco, sólo quedan La Rioja y Buenos Aires pendientes de reestructuración. Pero Chaco fue el último eslabón de una larga cadena de provincias deudoras que tenían como característica común, al fondo VR Capital, de Dietz, como acreedor principal y en posición dominante. Más que una herencia, otro regalo envenenado que dejó el aluvión macrista.

«De una deuda total de 250 millones de dólares de capital, VR Capital tenía el 50 por ciento; es decir que era una condición necesaria buscar negociar con este grupo antes que el resto, porque para poder cerrar un canje de deuda necesito al menos la aprobación de los titulares del 75% de la deuda», cuenta a Página 12 Pérez Pons.

Prácticamente desde el 22 de enero, cuando volvió a su provincia natal como ministro, estuvo dedicado a armar la estrategia de renegociación. «Traía la experiencia de la renegociación a nivel nacional, pero esta era distinta, porque en vez de tener diferentes grupos de bonistas acá había uno dominante, con posibilidad de bloqueo, y había que destrabar eso antes que, nada», relató el ministro chaqueño.

Si cabe alguna duda de que estas negociaciones entre fondos de inversión especulativos de Nueva York o Londres (hedge funds) con gobiernos por deudas soberanas, tienen intereses políticos mucho más fuertes que el fin de lucro inmediato, hay que ver de cerca las negociaciones de deuda argentinas para despejarla.

Richard Deitz no sólo llegó al país de la mano del macrismo en 2016 para apostar por el proyecto que se ponía en marcha. También apostó en octubre de 2019, previo a las elecciones, difundiendo que estaba recolectando capitales dispuestos a «invertir en la recuperación argentina», obviamente, si Macri ganaba. No era filantropía: era jugar a seguir haciendo negocios especulativos como entre 2016 y 2019.

Ahora le tocó negociar con el gobierno que derrotó al macrismo, y lo hizo en los términos más duros que las condiciones le permitieron. Llevó a un gobernador a los tribunales de Nueva York, pretendió imponerle tasas y condiciones usurarias a otros, pero terminó finalmente cediendo a acuerdos ante la postura sólida y unificada de gobiernos provinciales y la administración nacional.

«La negociación fue claramente política. Por momentos, con posiciones muy duras de parte de Deitz, que negoció personalmente. Hubo momentos que se cancelaban las reuniones por esas posiciones rígidas, luego se retomaban. El sabía que yo vengo del equipo de Guzmán y que hay una posición muy firme en no aceptar condiciones desfavorables que podrían perjudicar al resto. También sabe que Chaco es una provincia con un gobernador como Jorge Capitanich con mucho peso político. Creo que todo pesó para que arribáramos un buen acuerdo con VR Capital y, a partir de ahí, ir por los otros acreedores», relata Pérez Pons.

El resultado fue una adhesión del 93,34% de los acreedores. Se extendieron los plazos de vencimiento y se redujeron las tasas de interés. La deuda que había quedado en 2019 vencía entre 2022 y 2024. Ahora, los plazos de amortización se trasladaron a un calendario 2024/2028. Lo que la provincia se ahorra de tener que pagar entre intereses y capital hasta 2024 asciende a 212 millones de dólares, el equivalente al 85% de la deuda total que se está negociando.

Una parte importante es por postergación de los vencimientos de capital, pero otra parte es por la reducción de intereses. «Establecimos un escalonamiento progresivo, por el cual pagamos 2,75% el primer año (el actual), 3,25% en el próximo y va subiendo a medida que la provincia recupere su capacidad de pago. Esto nos permitió reducir la tasa promedio de interés del 9,375% que se pagaba antes durante todo el período, al 6,25% en promedio hasta 2028, y al 4,9% en los primeros cuatro años, que es poco más de la mitad de lo que estaba comprometido antes», describe con entusiasmo Pérez Pons.

Joven militante en su provincia hasta 2015, cuenta con orgullo que «siempre» estuvo alineado con Capitanich, que le tocó ingresar a la política teniendo como referente a la presidenta de la Nación de aquel momento, y reafirma su admiración por Néstor Kirchner. Peleó mano a mano durante cinco meses con un personaje emblema de los «hedge funds» y ahora, con las manos un poco más libres de ataduras externas, piensa en cómo seguir articulando una recuperación económica verdaderamente inclusiva en su provincia.

Fuente: Página 12