Chile: la convención constituyente entierra el núcleo del «modelo» de Pinochet
Con 114 votos a favor, 26 en contra y 10 abstenciones, aprobaron el borrador de la nueva carta magna que define a Chile como un "Estado social y democrático de derecho, plurinacional, intercultural, laico y ecológico".
12/04/2022 EL MUNDOCon 114 votos a favor, 26 en contra y 10 abstenciones, aprobaron el borrador de la nueva carta magna que define a Chile como un «Estado social y democrático de derecho, plurinacional, intercultural, laico y ecológico».
El pleno de la Convención Constitucional de Chile aprobó esta lunes un artículo del borrador de la nueva carta magna que define al país como un «Estado social y democrático de derecho», en reemplazo del «Estado subsidiario» instaurado en la dictadura de Augusto Pinochet, aún vigente, que transfiere la provisión de servicios y derechos fundamentales al sector privado.
«Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural y ecológico», señala el texto aprobado, informó la propia Convención en su página web, y detalló que logró 114 votos a favor, 26 en contra y 10 abstenciones, estos últimos votos de la mayoría de Chile Vamos, la coalición del expresidente Sebastián Piñera, o del Partido Republicano.
El artículo aprobado añade que Chile «se constituye como una República solidaria, su democracia es paritaria y reconoce como valores intrínsecos e irrenunciables la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza».
Este punto, cuya redacción sufrió varias idas y vueltas entre los convencionales, modifica el espíritu de la Constitución impuesta durante la dictadura (1973-1990), que da al Estado un rol subsidiario es decir, lo consagra como un órgano al que no le corresponde absorber aquellas actividades «que son desarrolladas adecuadamente por los particulares».
Esta definición, núcleo del modelo chileno que fue ampliamente rechazado en el estallido social de octubre de 2019, en la práctica jibariza al Estado al extremo de transferirle la provisión de servicios y derechos fundamentales al sector privado.
Tras la votación en el Pleno, la coordinadora de la Comisión de Principios Constitucionales, Loreto Vallejos, comentó que «el tema del artículo 1 nos tiene a todos muy contentos porque permite garantizar los derechos sociales y políticamente hace el giro que buscábamos de un Estado que se haga cargo y que se responsabilice, y no el mercado, de generar certezas a la población».
Los convencionales también aprobaron el artículo 12 de la segunda propuesta de la Comisión de Principios constitucionales, sobre plurilingüismo, con 105 votos a favor, 31 en contra y 11 abstenciones, por lo que también integra ya el borrador de la nueva Constitución.
La norma señala que «Chile es un Estado plurilingüe, su idioma oficial es el castellano y los idiomas de los pueblos indígenas serán oficiales en sus territorios y en zonas de alta densidad poblacional de cada pueblo indígena. El Estado promueve el conocimiento, revitalización, valoración y respeto de las lenguas indígenas de todos los pueblos del Estado Plurinacional».
Los convencionales también aprobaron -con 107 votos a favor, 17 en contra y 23 abstenciones- el artículo 6 del mismo informe, que consagra la igualdad sustantiva de género.
«La Constitución asegura la igualdad sustantiva de género, obligándose a garantizar el mismo trato y condiciones para las mujeres, niñas y diversidades y disidencias sexogenéricas ante todos los órganos estatales y espacios de organización de la sociedad civil», señala el texto.
Los convencionales también respaldaron el artículo 13 E, sobre el Estado laico.
«Chile es un Estado Laico, donde se respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales. Ninguna religión, ni creencia en particular es la oficial del Estado, sin perjuicio de su reconocimiento y libre ejercicio, el cual no tiene más limitación que lo dispuesto por esta Constitución», indica el texto aprobado, replicado en medios locales.
En el llamado «plebiscito de salida» los chilenos deberán votar el próximo 4 de septiembre si ratifican -o no- la propuesta de una nueva Constitución.
El voto, para esta ocasión, será obligatorio, participarán mayores de 18 de años y contemplará dos opciones: Apruebo o Rechazo.nPara las personas que no residen en Chile, en tanto, el sufragio será voluntario. De ser rechazada, se mantendrá la actual Constitución de Pinochet.