Cinco lugares en Argentina para ver fauna silvestre

Los destinos más tranquilos, en los que predomina la naturaleza al tumulto de turistas, serán los preferidos en la era pospandemia. Como estos cinco lugares de Argentina, ideales para conectarse con el medioambiente.

Los destinos más tranquilos, en los que predomina la naturaleza al tumulto de turistas, serán los preferidos en la era pospandemia. Como estos cinco lugares de Argentina, ideales para conectarse con el medioambiente.

1 Esteros del Iberá, Corrientes
A casi 120 kilómetros de Mercedes, en la provincia de Corrientes, la localidad de Carlos Pellegrini garantiza avistajes sin tener que recorrer grandes distancias. Sus pasarelas elevadas sobre la laguna Iberá y sus numerosos circuitos posibilitan ver a corta distancia a gran cantidad de animales como el carpincho, el ciervo de los pantanos, el yacaré, el aguará guazú y el lobito de río. Además, habitan en el interior y en las márgenes de los esteros unas 350 especies de aves como el ipacaá, el chajá, el pato real, garzas y cigüeñas. Muy cerca, pero fuera del agua y en un sector selvático, se trazó un sendero en el que habitan los monos carayá, cuyos potentes aullidos pueden escucharse a varios kilómetros. Los esteros son, sin dudas, uno de los mejores lugares para ver fauna salvaje en Argentina.

2 Península Valdés, Chubut
Puerto Madryn es la puerta de entrada a la Península Valdés, uno de los mejores lugares del mundo para observar fauna marina. A lo largo del año, una gran variedad de especies permanecen durante un tiempo en la zona. Otras, como los lobos y los elefantes marinos, tienen domicilio permanente allí. Las ballenas francas australes, el mayor atractivo turístico, llegan en junio y se quedan hasta diciembre. Pueden divisarse desde la costa de la playa El Doradillo, a 13 kilómetros de Madryn. Para verlas hasta casi tocarlas hay que embarcarse. Las orcas ofrecen un espectáculo único cuando llegan a las costas de Punta Norte, entre marzo y abril, para alimentarse de las crías de lobos y elefantes marinos. Los pingüinos de Magallanes habitan en la zona desde septiembre hasta abril y las pingüineras de Punta Tombo y la Estancia San Lorenzo concentran cerca de 600 mil de estos simpáticos animales. Fuera del agua, la fauna también es abundante.

3 Parque Nacional Iguazú, Misiones
En los sinuosos senderos del parque, rumbo a saltos de agua, es fácil ver a los coatíes (y los carteles que prohíben alimentarlos) y a los monos caí (o capuchino) que se descuelgan de los árboles y se mueven en numerosos grupos entre los visitantes. De las 450 especies de aves que habitan en la zona, los vencejos son los más vistos ya que se trata de los pájaros que atraviesan volando las cataratas para posarse en las rocas del interior. El tucán grande, con su enorme pico naranja, también es fácil de distinguir entre la vegetación, además de urracas, jotes, loros, garzas y patos. Durante los meses de calor, una gran variedad de mariposas aportan su colorido. Y en las aguas del río se pueden ver yacarés y tortugas. Si bien en el parque existen más de 80 especies de mamíferos, muchos de ellos, como el yaguareté, el tapir, el ocelote, el oso hormiguero y la yacutinga, son difícil de ver.

4 Ushuaia, Tierra del Fuego
Los alrededores del fin del mundo ofrecen un abanico de especies animales para observar, aún en pleno invierno. El paseo en catamarán por el Canal Beagle tiene paradas frente a la Isla de los Lobos, donde viven durante todo el año los lobos marinos de uno y de dos pelos. En la Isla de los Pájaros, que también forma parte del recorrido, se puede avistar a pocos metros, al petrel plateado, el cormorán imperial, el albatros de ceja negra, la gaviota cocinera, la paloma antártica y los cóndores. También es posible ver pingüinos de Magallanes y reales. En el Parque Nacional Tierra del Fuego, en tanto, viven numerosas aves como el cauquén marino, el quetro o pato vapor austral, el ostrero y el macá grande. Los frondosos bosques patagónicos son el hogar de la cotorra austral o cachaña, el carpintero gigante, el rayadito y el zorzal patagónico. Mención aparte para el castor canadiense que causa un negativo impacto ambiental al talar los árboles para construir sus diques.

5 Mar de Ansenuza, Córdoba
En la laguna Mar Chiquita, o Mar de Ansenuza, se registran 380 especies de aves (el 36 por ciento del total de la avifauna del país y el 66 por ciento de las especies migratorias y playeras registradas en Argentina). Estos números convierten al lugar en el de mayor biodiversidad de aves en toda la provincia de Córdoba y uno de los sitios argentinos más importantes para el avistaje. Con más de 300 mil flamencos, Ansenuza es el sitio con mayor concentración de estas aves del continente. De las seis especies, tres se encuentran allí, siendo el flamenco austral el más abundante. Entre los mamíferos de la zona se encuentra el coipo, el carpincho, la comadreja colorada, la corzuela parda, el pecarí de collar, el gato yaguarundí y el zorro gris. Existen además especies difíciles de ver que están en riesgo de extinción, como la tortuga terrestre, el lobito de río y el aguará guazú.

Fuente: Voy