Comprar comida a crédito, una práctica de más de la mitad de las familias argentinas

El dato se desprende de un informe de la Cepal y el Ministerio de Economía. Los hogares sostenidos por mujeres son los que más se endeudan para adquirir comida

El dato se desprende de un informe de la Cepal y el Ministerio de Economía. Los hogares sostenidos por mujeres son los que más se endeudan para adquirir comida

Casi el 60% de las familias sostenidas por mujeres tuvo que recurrir al financiamiento en Argentina entre octubre y noviembre de 2022, frente a un 50% de las sostenidas por varones y ante una inflación que no para. En promedio, el 64% de los hogares destinaron el financiamiento obtenido a la compra de comida y medicamentos, según un informe elaborado en conjunto entre la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Ministerio de Economía.

El reporte sobre endeudamientos, géneros y cuidados en la Argentina indica que la disparidad entre los niveles de financiamiento se explica, en gran medida, por la elevada incidencia de la informalidad laboral en los hogares sostenidos por mujeres.

De hecho, el 69,2% de las trabajadoras informales solicitó algún tipo de financiamiento en el período de realización de la encuesta, frente a un 49,4% de sus pares con inserciones laborales formales.

Las familias encabezadas por mujeres y con niños a cargo enfrentan situaciones de elevada vulnerabilidad financiera: el 72,6% destina el financiamiento a la compra de comida y medicamentos (el 65,9% en el caso de los encabezados por varones), 7 de cada 10 de esos hogares arrastra atrasos en los pagos de deudas o de servicios, 4 de cada 10 tiene atrasos en ambos y casi la mitad destina todos sus ingresos para hacer frente a sus deudas o sostiene que sus ingresos les resultan insuficientes para afrontarlas (el 46,2% de los hogares encabezados por mujeres respecto al 38,3% de los encabezados por varones).

Fuentes de financiamiento formal e informal
Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el endeudamiento agregado de los hogares argentinos con el sistema financiero es equivalente al 4% del PIB, nivel que resulta relativamente acotado en una comparación histórica (alcanzó casi el 7% en 2018), y frente a otros países emergentes y desarrollados. Sin embargo, más allá de las deudas en el sector formal, los hogares acceden a diversas fuentes de financiamiento, entre las que se incluyen aquellas de tipo informal.

El estudio explica que las fuentes alternativas al financiamiento formal no quedan completamente registradas en las estadísticas oficiales, por lo que su dinámica y el rol que tienen para sostener el consumo de los hogares se encuentra invisibilizado. No obstante, a partir de los resultados de la Encuesta de Financiamiento y Uso de Medios de Pagos (EFyMP), se deduce que el 53,5% de los hogares solicitó financiamiento en el último mes, ya sea mediante créditos en entidades del sector financiero formal, a través de fuentes de financiamiento informal, o ambos.

De ellos, el 30,8% consigna haber contraído ambos tipos de financiamiento, el 14,1% solo registra financiamiento de carácter informal y el 8% solo en instituciones formales. El nivel de ingreso de los hogares está directamente relacionado con sus necesidades de financiamiento.

Al analizar las fuentes a las que recurren de acuerdo con los ingresos, se observa la siguiente relación:

*Los hogares de menores ingresos son aquellos que tienen mayores necesidades de financiamiento, particularmente aquellos en los cuales el principal sostén del hogar es una mujer.

*El 70% de los hogares de la categoría de menores ingresos, donde la mujer declara ser el principal sostén reportó haber recurrido a financiamiento en el último mes.

Sucede que la dificultad para acceder a financiamiento formal genera, en muchos casos, la necesidad de recurrir a diversas fuentes informales, que suelen tener un costo financiero mayor o redundar en formas de dependencia personal improcedentes, que generan situaciones de elevada vulnerabilidad financiera. Y la EFyMP muestra que esas situaciones se manifiestan, sobre todo, en los hogares con mayores demandas de cuidados bajo responsabilidad exclusiva de las mujeres.

Fuente: Uno