Córdoba: Desde 2011, los ingresos del municipio crecen por arriba de la inflación

En los cinco años que van desde 2011 hasta 2016, los recursos propios de la Municipalidad de Córdoba se incrementaron 25 por ciento en términos reales.

En los cinco años que van desde 2011 hasta 2016, los recursos propios de la Municipalidad de Córdoba se incrementaron 25 por ciento en términos reales. La tasa de Comercio e Industria es la que más trepó, seguida por la contribución sobre inmuebles. La de automotores acompañó a los precios.

Los contribuyentes de la Municipalidad de Córdoba vienen aportando impuestos y tasas en porcentajes que superan ampliamente el nivel de la inflación desde que asumió el intendente Ramón Mestre, según surge de los datos oficiales del Palacio 6 de Julio.

Las cuentas generales de los ejercicios contables aprobadas por el Tribunal de Cuentas desde 2011 hasta 2016 –último dato oficial y publicado disponible– exhiben que la recaudación obtenida a través de las tasas y las contribuciones sobre Inmuebles, sobre Automotores y de Comercio e Industria creció a un ritmo que fue 24,95 por ciento superior a la suba acumulada que mostró la inflación en el mismo período.

En efecto, de punta a punta, durante el quinquenio mencionado, la recaudación por la tasa sobre los bienes inmuebles creció 397,48 por ciento; la recaudación por la tasa que grava la actividad económica registró un crecimiento de 401,03 por ciento, y la que impacta sobre los vehículos acumuló el 285,03 por ciento.

Si bien esos tres ingresos no constituyen la totalidad del financiamiento municipal, juntos generan casi el 85 por ciento de los recursos propios municipales corrientes (que no son ni toma de crédito ni coparticipación), por lo que son representativos del impacto en el bolsillo de los vecinos.

Con esas proporciones, el promedio simple de los aumentos de cada uno de los tres tributos es de  361,18 por ciento en los cinco años mencionados. Ese registro contrasta con la inflación acumulada en el mismo período, que fue de 290,12 por ciento.

El índice inflacionario que se toma para comparar es el de provincia de San Luis, una estadística avalada por las autoridades designadas en el Indec por Mauricio Macri, con el fin de normalizar el organismo intervenido de hecho por el kirchnerismo. O sea: la estadística de San Luis es confiable para un gobierno que tiene el mismo signo político que el de Mestre.

Tributo por tributo

Un informe confeccionado por el exvocal del Tribunal de Cuentas municipal y actual concejal del bloque Fuerza de la Gente, Martín Llarena, recolectó datos oficiales de las cuentas generales del Ejercicio desde la asunción del intendente Mestre.

De allí surge una evolución detallada de los tributos por año (ver infografía). Los datos pueden cotejarse con la información disponible en los sitios web del gobierno municipal a partir de los presupuestos ejecutados.

En 2012, al inicio de la intendencia de Mestre, el principal ingreso propio municipal, es decir, la tasa que recae sobre Comercio e Industria, tuvo una evolución proporcional a la inflación de ese año. Es básicamente lo mismo que sucede con el IVA a nivel nacional y con Ingresos Brutos a nivel provincial. La suba de recaudación fue del 21,50 por ciento respecto a 2011 (último año de la gestión de Daniel Giacomino), mientras que la inflación acumuló 23,01 por ciento en esos mismos 12 meses.

Pero, luego, la recaudación comenzó a subir cada vez más que los precios. En 2016, esa misma tasa trepó 43,18 por ciento y la inflación, 31,43 por ciento. El resultado fue que, en los cinco años, los ingresos por Comercio e Industria habían crecido 401,03 por ciento en forma acumulada, mientras la inflación en ese mismo lapso había subido 290,12 por ciento.

En definitiva: el ritmo de crecimiento de recaudación en este impuesto fue de 110,91 puntos porcentuales mayor al ritmo de suba de los precios.

Con el tributo sobre los inmuebles pasó algo parecido. El 2012 arrancó con un aumento promedio del 38,70, mayor al 23,01 por ciento de la inflación. En 2016, la actualización llegó al 43,18 por ciento. En el acumulado, la tasa creció 397,48 por ciento, un ritmo de suba de 107,36 puntos porcentuales por encima del que llevaron los precios en el mismo lapso.

La única de las tres recaudaciones que creció por debajo de la inflación (aunque apenas) fue la de la contribución sobre los automotores y el transporte.

En los cinco años considerados, el ingreso por este tributo creció 285,03 por ciento, mientras que la inflación, como ya se dijo, trepó 290,12 por ciento, apenas 5 puntos porcentuales más.

En definitiva, la presión tributaria efectiva sobre los vecinos de Córdoba creció en este período casi un 25 por ciento en términos reales (por encima de la inflación). Otra forma de verlo: es casi un cuarto más de presupuesto que hace cinco años. Queda un debate pendiente y que es eterno: si las obras y los servicios crecieron de igual modo.

Más dinero, igual incidencia. A pesar de la suba en la recaudación, la participación de los ingresos propios en el total de ingresos de la Municipalidad se mantuvo estable. En 2011, último año de la intendencia de Daniel Giacomino, lo recaudado por el cobro de tasas fue el 62,33 por ciento del total. En 2015, representó el 61,19 por ciento. En el 2016, fue del 50 por ciento, pero la merma se atribuye a una toma de crédito que representó el 20,21 por ciento de los ingresos totales.

Fuente: La Voz