Córdoba: Sierras Chicas crece sin solución para el destino de sus residuos

Hallar una solución al destino final de los residuos de los municipios de Sierras Chicas es uno de los grandes temas pendientes de esa región, la que más ha crecido en habitantes en Córdoba en las dos últimas décadas.

Hallar una solución al destino final de los residuos de los municipios de Sierras Chicas es uno de los grandes temas pendientes de esa región, la que más ha crecido en habitantes en Córdoba en las dos últimas décadas.

Ese aumento poblacional no se vio acompañado por la cobertura de servicios públicos ni de prestaciones clave. La de los desechos que esa población genera es uno.

Si bien La Calera, Villa Allende, Saldán, Unquillo, Mendiolaza y Río Ceballos envían su basura al predio de Piedras Blancas, al sur de la ciudad de Córdoba, y que sirve para toda el área metropolitana, las localidades de Salsipuedes, Agua de Oro y La Granja (que incluye a Las Vertientes, a Villa Animí, a Los Molles y a Ascochinga) conservan los basurales a cielo abierto.

Incluso para las ciudades que derivan sus desechos al enterramiento de la Capital, los predios en lo que van depositando antes del traslado también presentan cierta precariedad. El correspondiente a todo el Gran Córdoba está al borde del colapso.

Mientras tanto, sigue siendo muy bajo el volumen de residuos que se separa con destino de reciclaje. De ese modo, el volumen final por tratar es muy elevado.

Daniel Salibi, intendente de Mendiolaza, admitió las dificultades y planteó que el enterramiento de Piedras Blancas está al límite y que esperan una solución de la Justicia ante el amparo ambiental presentado por vecinos de Villa Santa Ana, respecto del nuevo predio al que irían los residuos de la Capital y del Gran Córdoba.

Hugo Pesci, director de Cormecor (Corporación Intercomunal para la Gestión Sustentable de los Residuos Sólidos Urbanos del Área Metropolitana de Córdoba), señaló a La Voz que esa causa judicial sigue paralizada. “Están en la etapa de peritajes y aún no se terminó. Pero en este tiempo no tenemos novedad. Ahora está a la espera de los peritos”, afirmó. Mientras, el enterramiento de Piedras Blancas se hizo permanente.

Por día, La Calera transporta a ese predio de enterramiento 25 toneladas. Saldán lleva 12; Mendiolaza, otras 15 toneladas, y Unquillo suma 18 más. A la vez, Río Ceballos fleta 20 toneladas diarias y Villa Allende aporta otras 30.

En total, seis ciudades de Sierras Chicas derivan a Piedras Blancas 2.400 toneladas al mes, a razón de un promedio de 120 mil kilos por día.

Las localidades que no transportan sus desechos a la Capital se ahorran fletes, pero se ganan basurales a cielo abierto.

En Salsipuedes, el municipio hace dos años comenzó a controlar al menos el ingreso a su basural. A la vez, un convenio con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) le permitió determinar qué volumen y qué tipo de residuos generan sus vecinos. Y, en función de ello, colocar “puntos verdes” en las escuelas para la recolección diferenciada.

También sumó el trabajo de promotores ambientales: alumnos que enseñarán cómo se hace un compostaje hogareño con los restos de comida. “Un 37 por ciento de los residuos son orgánicos”, contó Noel San Martín, coordinadora de Ambiente del municipio.

Por día, Salsipuedes genera siete toneladas de desechos. “Hay dos familias que realizan la separación de vidrios, cartón y chatarra. Pero también hicimos un convenio con 3V Construcciones para edificar viviendas sociales con diversos plásticos. Y con la poda se hace un proceso de chipiado (se trituran ramas y troncos con una máquina)”, afirmó San Martín.

Agua de Oro mantiene un convenio con el Centro Experimental de la Vivienda Económica (Ceve) para el reúso de los plásticos. A su vez, una ordenanza prohíbe a los comercios utilizar bolsas plásticas. “En el caso de la poda y los escombros, tenemos un predio”, expresó el intendente, Orlando Belli.

Belli opinó que al departamento Colón le hace falta una planta de residuos regional como destino final. Colón es el departamento con más población del interior.

Desde La Granja, el intendente Carlos Ambrosich aseguró que el basural municipal está controlado. “Empezamos con la separación de origen por barrios. Es algo incipiente, llevará tiempo hasta que la gente se acostumbre”, señaló.

Unquillo con un paso

En Unquillo, el municipio asegura que ya está separando para reciclar el 30 por ciento de sus desechos urbanos. Norberto Magris, secretario de Gobierno, señaló que el 70 por ciento restante se destina a Piedras Blancas.

La planta de tratamiento de Unquillo trabaja en la separación y se busca avanzar en la diferenciación desde los hogares. Se separa lo orgánico, reciclable y desechable. “Con el plástico, se construyen ladrillos para viviendas a través de un convenio con 3V Construcciones”, dijo Magris.

Con la poda, a través del proyecto Hormiga, una cooperativa de vecinos logra procesarla y reducirla con una máquina “chipeadora”, para darle nuevo uso. Otra tarea encarada es el compostaje, que se realiza en el predio con parte de los desechos orgánicos. Ahora intentarán sumar hogares a esa práctica.

Los basurales, la peor opción

Federico Kopta, presidente del Foro Ambiental Córdoba, explicó que “los basurales a cielo abierto son la peor manera de disponer de los residuos”.
Porque, en realidad, lo único que se hace es amontonarlos y eso contamina suelos, agua y aire.
“Una cuestión importante es que en algún momento suelen quemarse para reducir el volumen de basura en forma deliberada, o cuando la materia orgánica se acumula mucho suele suceder de forma espontánea. Y esa quema tiene un efecto muy contaminante”, dijo el biólogo.
“El punto central de los residuos es que gestionarlos adecuadamente cuesta plata”, destacó Kopta.

Fuente: La Voz