Corrientes: Halcones y palomas revolotean en la Casa de Gobierno, otra vez

La puja entre Provincia y Capital por los recursos coparticipables "retenidos" permitió destapar un clásico dentro del ricardismo que retoma las carteleras en períodos donde se definen los sectores de poder

La puja entre Provincia y Capital por los recursos coparticipables «retenidos» permitió destapar un clásico dentro del ricardismo que retoma las carteleras en períodos donde se definen los sectores de poder (estamos a meses de un 2017 definitorio). Desde el ala dura ricardista no tuvieron dudas al momento de alejar cualquier posibilidad de armisticio con el Municipio, mientras que el espectro dialoguista intentó instalar un escenario de entendimiento, exhortado por la Justicia en el pleito financiero. Todo ello, en ausencia del Gobernador, quien desde Buenos Aires deja hacer para ver desde dónde le brindan más seguridad a la hora de delegar.

El Gobernador es conocido dentro y fuera de ECO por «dejar hacer» en su ausencia. Mientras gestiona soluciones para la Provincia, referentes de su gestión ponen el pecho. Algunos se plantan con firmeza tal la tesitura asumida por el mercedeño al principio del intríngulis. Otros pretenden mostrar cintura política y aquietar el efecto nocivo que pueda provocar el hecho de desfinanciar a un Municipio.

No es un secreto que en el núcleo de Encuentro por Corrientes hay una puja interna feroz mientras se espera que Ricardo Colombi designe a su candidato para sucederlo. Y esto quedó sobre relieve en las últimas horas. El revelador esta vez fue la polémica instalada entre el Gobierno provincial y el Municipio de Corrientes por el descuento «arbitrario» (según la mirada capitalina) de fondos correspondiente a la Coparticipación.

Cuando todo daba que pensar que se había consensuado una etapa pacifista, luego de la oportuna exhortación del Superior Tribunal de Justicia, que media en la puja institucional, para que se actúe con coherencia en pos de alcanzar alguna negociación hasta que se sienten a definir el próximo lunes 9, los halcones y las palomas coparon el firmamento correntino.

La primera bandada, comandada por el ministro de Hacienda, Enrique Vaz Torres utilizó recursos técnicos más que convincentes para aclarar el marco generado luego de que el intendente, Fabián Ríos destacara el lunes que los descuentos habían cesado.

Se advirtió el martes que lo ocurrido en el inicio de esta semana fue la cancelación de los pagos del Programa de Financiamiento Ordenado Municipal. «Lo demás sigue todo igual», aseveraron para mantener en la picota los cargos del Instituto de Previsión Social y del Instituto de Obra Social de Corrientes. Estos descuentos, en cada mes operan de manera particular, por lo que las fuentes del Ministerio de Hacienda ratificaron que no hay cambios en el esquema de retenciones.

Sin embargo, este miércoles estas aseveraciones fueron desdibujadas por el ala dialoguista, encarnada por el ministro secretario general de la Gobernación, Carlos Vignolo, quien ayer por la mañana hizo escupir a varios el café (y a otros tantos el mate) al salir por los medios para asegurar que el Estado provincial había aplicado un impasse en todos los descuentos.

Halcones versus palomas, una pelea repetida que con este prólogo que representa este año previo a las elecciones se vuelve una novela de suspenso más que interesante.

Un detalle no menor lo dio el titular de la Asesoría Jurídica Permanente de la Comuna capitalina, Justo Pío Sierra, quien reconoció a EL LIBERTADOR que algunos descuentos continúan (ver página 2).

Entonces, una lectura se desprende casi como imperativa de la realidad. Vignolo y Fabián buscan con declaraciones mediáticas y gestos estrictamente relacionados a la política calmar las aguas, mientras que los otros, que sustentan sus dichos con argumentaciones técnicas y fácticas, reconocen cierto escenario de acercamiento, no tan discordante como el de hace algunas semanas, pero aceptan que el retaceo continúa. O sea, intentan no hablar de acuerdos ni fumatas hasta tanto no se alcance el lunes 9, con los ministros del Superior en el medio.

fuente: El Libertador