En cuenta regresiva, Cataluña sube el tono y alarga el suspenso
Con sus principales dirigentes encarcelados o en el extranjero, el independentismo catalán intentará este jueves la compleja misión de ganar una elecciones autonómicas convocadas por el presidente español
18/12/2017 EL MUNDOCon sus principales dirigentes encarcelados o en el extranjero, el independentismo catalán intentará este jueves la compleja misión de ganar una elecciones autonómicas convocadas por el presidente español, Mariano Rajoy, después de que intervino la región y cesó a las autoridades de la Generalitat y del Parlament.
Los sondeos previos, siempre relativos, sitúan en el tope de las preferencias a la candidata del partido liberal y conservador Ciudadanos, Inés Arrimadas, y al líder independentista de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, preso bajo cargos de rebelión sedición y malversación de fondos.
Y en el tramo final de la campaña hacia las decisivas elecciones del jueves, ayer volvió a aumentar la tensión verbal entre partidarios y detractores de la independencia, que intercambiaron reproches y advertencias en el último domingo previo a los comicios.
La plataforma Junts per Catalunya del destituido “president” catalán Carles Puigdemont aseguró ayer que denunciará las palabras de la “número dos” del Gobierno de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, quien el sábado celebró que Madrid “descabezara” al independentismo al intervenir la autonomía de Cataluña en octubre, aplicando el polémico artículo 155 de la Constitución española.
Aludía así al hecho de que los dos principales candidatos independentistas hacen campaña a la distancia. Puigdemont se encuentra en Bruselas desde que su Gobierno fue destituido y su ex “número dos” y candidato de Esquerra, Junqueras, sigue detenido en Madrid.
“¿Qué se han creído? Si se quieren sacar la máscara, nosotros los llevaremos a la Fiscalía”, avisó el portavoz de JuntsxCat, Eduard Pujol, quien acusó a Madrid de poner y sacar políticos de la cárcel “saltándose el Estado de Derecho”.
Todo el Govern que encabezó Puigdemont es investigado por rebelión, sedición y malversación, a raíz del plan independentista que culminó el 27 de octubre con el Parlamento catalán aprobando crear una república soberana.
Rajoy respondió ese mismo día interviniendo la autonomía de la región –un paso inédito en 40 años de democracia–, destituyendo al Ejecutivo de Puigdemont y convocando las elecciones del jueves.
El propio Rajoy defendió hoy ese paso durante un mitin de su Partido Popular (PP) en la localidad catalana de Salou como el único modo de frenar “la deriva independentista”. El mandatario pidió el voto para su candidato, Xavier García Albiol, en un mitin ante unas 600 personas.
En otra señal de la tensión con que se vive la campaña, unas 150 personas se concentraron frente al teatro donde se celebró el mitin del PP con banderas independentistas y gritos como “¡Fuera fascistas!”.
También el candidato socialista (PSC), Miquel Iceta, contó ayer con el apoyo del ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) en su acto central de campaña en Barcelona.
En tanto, Inés Arrimadas, quien disputa el primer lugar en los sondeos con Junqueras, pidió el voto para frenar el nacionalismo, volver a la normalidad institucional y acabar con la tensión.
Las encuestas indican que ni partidarios ni detractores de la independencia lograrán mayoría absoluta en las elecciones del jueves, lo que exigiría pactos transversales hasta ahora improbables o una repetición de los comicios. La votación más cerrada en décadas en Cataluña promete así incertidumbre hasta último minuto.
Esas encuestas también anuncian una fragmentación del Parlamento regional catalán que dificultará las negociaciones y los pactos y, por tanto, la gobernabilidad en esa comunidad autónoma.
Intereses en juego: Elección “nacionalizada”
Los actos se multiplicaron de cara a los comicios del jueves.
Líderes políticos nacionales de España han desembarcado y cumplen una nutrida agenda en los últimos días de campaña en Cataluña, mientras los partidos refuerzan sus consignas y renuevan sus estrategias, para arañar votos en un ambiente de “bloques” cada vez más enfrentados. Por su parte, el destituido presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont lanza sus mensajes electorales desde Bélgica, porque pesa sobre él una orden de detención en España.