De 500 pares diarios a 50: la crisis del calzado en Santa Fe en primera persona
Fabricantes de zapatos de la provincia ante una gran caída de la demanda y una grave situación. Despidos y pedidos de Repro en un sector contra las cuerdas
27/11/2018 ECONOMÍAFabricantes de zapatos de la provincia ante una gran caída de la demanda y una grave situación. Despidos y pedidos de Repro en un sector contra las cuerdas
Fernando Quintilli, empresario de la industria del calzado en la localidad de Acebal, relató la amenazante realidad que atraviesa el sector desde hace al menos año y medio. Calzados Over, la fábrica que comanda junto a su socio produce una gran variedad de calzados para damas, niños y hombres entre los que se cuentan zapatos de vestir, zapatos náuticos y zapatillas de cuero.
La caída de la demanda interna, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, la ausencia de crédito y las importaciones explican en parte la disminución de ventas y producción.
«La actualidad y el panorama son malísimos. En lo que va del año, mes a mes, venimos decayendo y no tiene freno. En julio tuvimos que despedir a nueve empleados y ahora en septiembre tuvimos que despedir a tres más. Venimos en un camino sin rumbo», expresó.
La fábrica que conduce Quintilli, a mediados del año pasado, en medio de la crisis y la protesta que realizó Acebal en julio de 2017, contaba con 20 empleados. Este año, incluso, confiando en la recuperación de la crisis inauguró una planta de producción propia. Hoy, en esa empresa quedan tres empleados producto principalmente de la caída en la demanda de pedidos para la producción.
«Veníamos del año pasado también despidiendo. La verdad es que no da para más. No podemos pagar sueldos sin producir», resaltó.
En las épocas de buena demanda, Over llegó a producir 500 pares de zapatos por día, teniendo pedidos de hasta 800 pares por jornada. Es decir, no daba abasto para cubrir la demanda y muchas veces tuvieron que suspender algunos de los pedidos. En la actualidad, el panorama es absolutamente diferente.
«Estamos sin rumbo. Hicimos una planta nueva que inauguramos este año para hacer 1.000 pares diarios y hoy estamos haciendo 50»
«Este año redujimos la producción a 200 zapatos por día y en julio, hubo que despedir y nos planteamos llevar la producción a 120 pares diarios. En agosto, con la devaluación se nos cayó peor de lo que teníamos pensado la producción, así que de seis empleados quedaron tres. La verdad es que es muy triste, pero es la realidad», graficó el empresario y concluyó: «Estamos sin rumbo. Hicimos una planta nueva que inauguramos este año para hacer 1.000 pares diarios y hoy estamos haciendo 50».
Otro botón de muestra
«Estamos todos muy angustiados, el que hace zapatillas, el que hace zapatos, el que hace de hombre, el que hace de mujer. Todos estamos en la misma posición», aseveró otro empresario del calzado ante la consulta de UNO Santa Fe.
Hugo Saldari, también tiene una fábrica de calzado en Acebal y precisamente en el momento en el que era consultado por este medio sobre la situación, contó que se estaba retirando del Ministerio de Trabajo de la Nación donde hacía instantes había solicitado con otro colega su inclusión en el Programa de Recuperación Productiva (Repro).
El objetivo inmediato de Saldari: poder pagar el sueldo a los dos empleados que quedaron en su empresa.
«Con otro colega estamos saliendo del Ministerio y nos encontramos varios de Acebal para firmar un Repro exprés que nos dan de 4.000 pesos por empleado por cuatro meses. Es decir son 16.000 pesos por empleado por cuatro meses», explicó.
En ese marco, se refirió a la ayuda estatal como «una limosna», ya que, aún en crisis deberá afrontar el pago del bono de 5.000 pesos determinado por el gobierno y la CGT hace dos semanas para frenar el paro general que había dispuesto la Central Obrera.
«Esto es un paliativo para llegar hasta fin de año, pero, ¿qué hacemos en enero si no tenemos trabajo? Los vendedores salieron a cobrar y volvieron con la mitad de la cobranza y sin ninguna reposición. Es decir, son más de 60 clientes los que visitamos y nadie pidió un par de zapatos de reposición para tener en vidriera», ejemplificó.
Al igual que Quintilli, aunque con una fábrica más pequeña, Saldari también debió achicar la planta de personal y de seis trabajadores actualmente cuenta con dos. «Los que tenía ya no están más y los que tengo están haciendo uno o dos pares de zapatos por día. La producción está prácticamente en cero.Estamos barriendo, limpiando, haciendo algo de stock para tener a los muchachos con algo de trabajo, pero no hay espalda que aguante», reflejó.