«Esto demuestra que son más de 30 mil», advirtió Carlotto sobre el nieto 122

La presidente de Abuelas de Plaza de Mayo anunció la identificación de otro nieto, cuyos padres no figuraban en la lista de desaparecidos.

La presidente de Abuelas de Plaza de Mayo anunció la identificación de otro nieto, cuyos padres no figuraban en la lista de desaparecidos.

Las Abuelas de Plaza de Mayo presentaron ayer al nieto recuperado número 122, hijo de dos militantes de la agrupación Montoneros desaparecidos durante la última dictadura cívico militar, y reclamaron al gobierno de Mauricio Macri que «acompañe este proceso» de búsqueda del organismo.

Los padres del nuevo nieto identificado eran Enrique Bustamante e Iris Nélida García Soler, quienes fueron secuestrados de la pensión en la que vivían y detenidos en los centros clandestinos de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) y el Olimpo, ambos en la Capital Federal, y permanecen desaparecidos desde el 31 de enero 1977.

De acuerdo con lo que precisó Abuelas, el joven nació en julio de 1977 en la Esma y actualmente se encontraba viviendo en Córdoba.

En la presentación estaban, además de las autoridades de Abuelas y de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), dos familiares del nieto identificado, quien a su vez pidió «reserva» y aseguró que «se va a acercar cuando asimile» toda la situación, informaron en el acto.

«A la sociedad le pedimos que nos siga ayudando a encontrar a nuestros nietos», subrayó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, y agregó que «esto demuestra que son 30 mil o más los desaparecidos».

Aludió así a la polémica que se generó por los dichos de varios funcionarios de la alianza Cambiemos, como Darío Loperfido, que pusieron en duda la cifra denunciada por los organismos de Derechos Humanos tras la restauración democrática.

«La verdad y justicia siempre vencen al olvido y al silencio. Este caso es la muestra de que los juicios han sido y siguen siendo una herramienta fundamental y que el Estado debe acompañar con políticas de verdad, memoria y justicia. Hay cientos de familias que esperan ese abrazo», agregó la titular de Abuelas.

«Yo te quiero»

Por su parte, Blanca Nélida Bustamante, prima hermana de Enrique, celebró la identificación de su familiar y le pidió reunirse algún día: «Nosotros nos tenemos que conocer de corazón a corazón, ese es mi deseo. Yo te quiero».

«Esta lluvia de hoy, en Buenos Aires, son lágrimas de mi viejo y de tantos viejos y viejas que se murieron esperando la llegada de sus queridos sobrinos», enfatizó.

En tanto, Ricardo, también primo hermano del padre del nieto recuperado, señaló que «es bueno saber que hay algo de Enriquito dando vueltas en Córdoba».

«Ojalá en algún momento se acerque a nosotros. Nosotros somos familiares. Que él decida cuándo para, con todo nuestro sentimiento, contarle la historia de quién fue su padre, de quién fue su abuelo», insistió durante su discurso.

La confirmación de la identificación se realizó en la sede de la organización, ubicada en el departamento 2 del primer piso del edificio situado en la calle Virrey Cevallos 592, en el centro porteño.

Sus padres eran militantes de la agrupación Montoneros y fueron arrestados el 31 de enero de aquel año, en la pensión de San Telmo donde vivían, y trasladados al centro de detención llamado de la Esma, primero, y al Club Atlético o El Olimpo, después, también en el barrio porteño de San Telmo.

«Al momento del secuestro, Iris estaba embarazada de tres meses. Había llamado a sus padres para avisar que pasaría de visita, pero luego canceló el encuentro y su familia nunca más supo de ella, ni de su compañero, ni del niño que debió nacer en julio de 1977», precisó Carlotto al leer el comunicado oficial por el hallazgo.

La dirigente de Abuelas, flanqueada por un grupo de nietos recuperados, detalló además que Iris García Soler nació el 15 de mayo de 1952 en la ciudad de Mendoza, estudiaba sociología en la Universidad Católica Argentina (UCA) y le decían «Tita» o «Suzuki», mientras que Bustamante tenía un año más y era conocido como «Bebé» o «Lobo». El proceso para el reconocimiento de este nieto comenzó en 2004, a partir de una investigación que inició la Conadi. El instituto llegó a identificar a una mujer que había dado a luz en la Esma, aunque aún no podía precisar el nombre real de aquella persona.

Gracias a los testimonios de varios sobrevivientes, se pudo determinar que la madre, a quien sus compañeros de cautiverios le decían «Lobita», era justamente García Soler.

Paralelamente, la filial de Abuelas en Córdoba contactó a un hombre que presuntamente era hijo de desaparecidos y que accedió voluntariamente a hacerse una prueba de ADN, la que finalmente confirmó que era aquel niño nacido en la Esma. «El accedió voluntariamente a hacerse los análisis», explicó Sonia Torres, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba, quien también resaltó que el joven pidió «reserva en cuanto a él» y «tiempo para asimilar» la situación.

Fuente: La Capital Rosario