Desarrollo rural: FIDA impulsa un paso firme en inversión e innovación en las comunidades rurales ante un panorama mundial complejo

La inseguridad alimentaria es mayor en el medio rural que en el urbano, y el 80% de la pobreza extrema de todo el mundo sigue registrándose en las regiones rurales.

La inseguridad alimentaria es mayor en el medio rural que en el urbano, y el 80% de la pobreza extrema de todo el mundo sigue registrándose en las regiones rurales. “Pero es en la población rural también donde se tiene la llave para enfrentar estos retos”, aseveran desde FIDA, tras presentar resultados del Informe 2023. El organismo se propone movilizar 2.000 millones de dólares en nuevos fondos para respaldar un programa de trabajo de 10.000 millones de dólares y beneficiar a más de 100 millones de personas del medio rural entre 2025 y 2027.

«Más que cualquier otro grupo, es la población rural la que sufre las consecuencias de la actual intensificación de las crisis mundiales», afirmó Álvaro Lario, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), durante la presentación del Informe anual del FIDA 2023: Invertir en las comunidades rurales en pro de un futuro sostenible.

Las crisis climática y de la biodiversidad, el aumento de los conflictos, la inestabilidad económica y el agravamiento de las desigualdades afectan de forma desproporcionada a los habitantes de las zonas rurales.

La inseguridad alimentaria es mayor en el medio rural que en el urbano, y el 80% de la pobreza extrema de todo el mundo sigue registrándose en las regiones rurales. “La población rural también tiene la llave para desbloquear estos retos: con las inversiones adecuadas puede producir alimentos nutritivos para todos al tiempo que gestiona de forma sostenible nuestros recursos naturales”, declaró Lario.

Fue tras presentar el Informe anual del FIDA se destaca que en 2023 se han logrado “avances significativos”, y señalan medidas e iniciativas fundamentales que abordan las crisis mundiales actuales y apoyan a las comunidades rurales de todo el mundo. El informe también ofrece motivos para ser optimistas.

Los Estados Miembros del FIDA presentaron promesas de contribución sin precedentes para la reposición de los recursos del Fondo, que es de carácter trienal y la decimotercera hasta la fecha (FIDA13).

El ambicioso objetivo del FIDA es movilizar 2.000 millones de dólares de los Estados Unidos en nuevos fondos para respaldar un programa de trabajo de 10 000 millones de dólares y beneficiar a más de 100 millones de personas del medio rural entre 2025 y 2027.

El FIDA, que recibió una sólida calificación crediticia de AA+, siguió adelante con sus operaciones de obtención de préstamos para canalizar la financiación mundial y lograr cambiar la vida de la población rural.

Como organismo especializado de las Naciones Unidas e institución financiera internacional, el Fondo utilizó su Marco de Financiación del Desarrollo Sostenible para emitir dos colocaciones privadas en bonos sostenibles en euros por valor de 180 millones.

EN SU PRIMER INFORME SOBRE EL IMPACTO, PRESENTADO EN LA BOLSA DE LONDRES, EL FIDA EXPONE QUE LOS FONDOS OBTENIDOS MEDIANTE LOS BONOS QUE EMITIÓ EN 2022 SE ESTÁN INVIRTIENDO EN UNOS DOS MILLONES DE HOGARES DEL MEDIO RURAL.

Dentro de sus actividades centradas en la innovación, el FIDA, junto con sus asociados, introdujo el Mecanismo Africano de Financiación para la Adaptación al Cambio Climático en las Zonas Rurales (ARCAFIM) en la 28.ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28), que se celebró el año pasado en Dubái.

Este mecanismo consiste en un modelo a gran escala de concesión de financiación a medida destinada a microempresas rurales y pequeños productores de alimentos en situación de pobreza para su adaptación al cambio climático.

Se trata de un modelo innovador basado en la distribución de riesgos que combina los recursos de los donantes con fondos comerciales para reducir el riesgo asociado a los préstamos concedidos por los bancos locales a los pequeños productores.

El FIDA sigue reivindicando que urge contar con financiación para el clima destinada a la adaptación, habida cuenta de la intensificación de los efectos del cambio climático y del aumento del déficit de fondos para las iniciativas de mitigación. A través de la ampliación de su Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP+), sigue impulsando la financiación climática en favor de la población rural más vulnerable, sobre todo la que vive en entornos frágiles.

El Fondo ha combinado financiación en forma de donaciones y préstamos para apoyar las iniciativas de adaptación al clima dirigidas a las comunidades rurales mediante soluciones basadas en la naturaleza y la agricultura regenerativa. Desde el inicio de este programa, casi 7 millones de pequeños agricultores de 41 países han reforzado su resiliencia gracias a intervenciones de adaptación al clima.

Otros aspectos destacados en 2023 son la creación de mecanismos de mercado para compensar a los pequeños agricultores por los servicios ecosistémicos, el establecimiento de un Laboratorio de Innovación y la facilitación de nuevas modalidades de financiación directa destinadas a organizaciones rurales para proyectos centrados en el clima.

Fortalecimiento de la capacidad institucional del FIDA
La capacidad de inversión del FIDA se basa en su personal especializado. En el marco del proceso de descentralización iniciado hace unos años, el 40 % del personal del Fondo ahora está destinado sobre el terreno, más cerca de los pequeños productores de alimentos de los países en desarrollo en los que invierte.

«A pesar de los importantes retos que tenemos por delante, el FIDA está mejor preparado que nunca para colaborar con las comunidades rurales en soluciones sostenibles y eficaces contra el hambre y la pobreza, al tiempo que las capacita para adaptarse al cambio climático», añadió Álvaro Lario.

Asimismo, la proporción de mujeres en puestos de dirección y puestos directivos superiores de la institución es superior al 45 %, y el 55 % de la fuerza de trabajo procede de los países en desarrollo en los que invierte. Entre el personal del FIDA se encuentran representadas 110 nacionalidades.

Fuente: Misiones Online