Desde que se disparó la crisis, la deuda de Córdoba aumentó 200%

En abril de 2018, días antes de que comenzaran a exteriorizarse los primeros síntomas graves de la crisis actual, la Provincia de Córdoba debía por todo concepto 52.996 millones de pesos.

En abril de 2018, días antes de que comenzaran a exteriorizarse los primeros síntomas graves de la crisis actual, la Provincia de Córdoba debía por todo concepto 52.996 millones de pesos.

Ahora, ese monto asciende a 161.769 millones, un incremento del 205 por ciento. Este dato corresponde al 30 de noviembre de 2019, el último publicado por el Ministerio de Finanzas provincial.

La geométrica escalada de la deuda tiene una explicación: el dólar. Es que el 95 por ciento del pasivo fue tomado en moneda estadounidense (también hay euros y dinares kuwaitíes), por lo que todos los meses fue ascendiendo al mismo ritmo que la devaluación.

En efecto, el 30 de abril de 2018, el dólar mayorista cotizaba a 20,25 pesos –para la venta en el Banco Nación– y el 30 de noviembre pasado, a 59,94. Esto es un salto del 196 por ciento que martillea en el pasivo de la administración de Juan Schiaretti, lo que condiciona las finanzas provinciales.

Para tener un parámetro de la magnitud de las obligaciones, los 161 mil millones representan el 58 por ciento de los 279 mil millones de ingresos netos presupuestados por la Provincia para este año.

Lo más complicado para la Provincia, en rigor, no es el stock de la deuda, sino el plazo de algunos de los pasivos. Basta decir que el 52,6 por ciento del total corresponde a vencimientos de corto plazo.

Son poco más de 85 mil millones de pesos que deben pagarse dentro de los próximos cinco años.

El nudo mayor está muy cerca: 2021. Ese año operan vencimientos de capital en dólares por 70 mil millones de pesos. El mayor volumen corresponde a uno de los cuatro títulos de deuda que el Gobierno provincial emitió entre junio de 2016 y mediados de 2017 por un total de 1.985 millones de dólares.

La idea original de la Provincia (antes de la crisis) era refinanciar ese vencimiento, que es de algo más de 720 millones de dólares. Sin embargo, con los mercados cerrados, el objetivo es ciclópeo.

Se iba a seguir la misma estrategia con la que levantó el Boncor 2017: refinanciar buena parte del capital aprovechando el oasis de tasas bajas del inicio de la “era Macri”. El 7,125 por ciento anual para los estándares a los que accede la Argentina era muy atractivo.

Hoy, sin embargo, con el riesgo país arriba de 2.000 puntos, esa táctica es utópica ya que se debería convalidar una tasa muy superior.

Desde la Provincia argumentan que, a diferencia de otros distritos que usaron la deuda para gastos corrientes, Córdoba la destinó a refinanciar pasivo “viejo” en mejores condiciones y para obras de infraestructura que hoy ayudan a engrosar el PIB regional y a generar riqueza.

Desde el Panal explican que las obras viales, por caso, redundarán, en definitiva, en mayores ingresos para el fisco. Algo vital en tiempos de recesión.

Las voces opositoras, por el contrario, dicen que sin auxilio nacional (previa reestructuración de la deuda soberana), Córdoba no tiene salida posible y critican no haber advertido la estampida cambiaria.

Fuente: La Voz