Desigualdad de género al palo: de cada 10 personas que pagan bienes personales, sólo tres son mujeres

Los datos muestran que ellas alcanzan a comprar propiedades de menor valor que los hombres. La explicación es el sueldo: en 2019, las mujeres percibieron, en promedio, una masa salarial 23 por ciento más baja que la de los varones.

Los datos muestran que ellas alcanzan a comprar propiedades de menor valor que los hombres. La explicación es el sueldo: en 2019, las mujeres percibieron, en promedio, una masa salarial 23 por ciento más baja que la de los varones.

En base a los registros de la AFIP sobre quiénes pagan el impuesto a los Bienes Personales, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) encontró un impactante dato sobre la desigualdad de género. De cada diez personas con patrimonios para  tributar  ese impuesto, apenas tres son mujeres, mientras que siete son varones. Esto muestra que en la Argentina hay una marcada desigualdad en la distribución de las propiedades entre mujeres y varones. Además, la regla es que las mujeres sólo alcanzan a comprar propiedades de menor valor que los hombres. Se trata de una situación que directamente relacionada con los sueldos: en el año 2019 las mujeres percibieron, en promedio, una masa salarial 23 por ciento más baja que la de los varones.

El informe fue elaborado en base a los últimos datos disponibles de la AFIP. En el caso de los bienes, corresponden a los declarados para 2018; los salarios analizados son los de  2019. Las mujeres que tributan Bienes Personales son la mitad que los varones en la misma condición económica. Las mujeres son dueñas del 28 por ciento de los bienes; los varones, del 72 por ciento.  “La feminización de la pobreza tiene su contrapartida en la masculinización de la riqueza”, señalan en sus conclusiones los investigadores.

El dato más alentador es el que se ve  al observar qué viene pasando con la cantidad de mujeres que van entrado a la franja que paga el impuesto a los bienes personales. En este sentido, desde 2009 la proporción está subiendo, ya que era del 26 por ciento sobre el total en aquel año y en 2018 llegó al 34 por ciento. Pero falta muchísimo para una situación de equidad.

Patrimonios
El impuesto a los Bienes Personales se aplicó, en 2018, a aquellos propietarios que tenían patrimonios por encima de 1.050.000 pesos. El impuesto abarca todo tipo de bienes, como inmuebles, automotores, naves, depósitos de dinero, títulos o  acciones en el país y en el exterior, bienes muebles. Lo tributan un número relativamente bajo de argentinos: cerca de un millón, sobre un total de 30 millones de habitantes mayores de 19 años.

“La cantidad de mujeres alcanzadas por el impuesto en 2018 sumó 237 mil casos aproximadamente. El número representa a la mitad de la cantidad de varones. Es decir, del 100% de las personas alcanzadas por el impuesto, el 34% corresponde a las mujeres y el 72% a los varones. Se evidencia una clara distribución asimétrica en la distribución de la titularidad de los patrimonios según género”, señaló el Centro de Estudios que coordina Hernán Letcher.

La distribución desigual de los bienes queda más clara al comparar de cuánto son dueños los varones y de cuánto las mujeres. En 2018, sobre el valor total de los bienes declarados, el 72 por ciento correspondía a varones, mientras que las mujeres poseían sólo el 28 por ciento .

La proporción de mujeres que paga el impuesto a los bienes personales viene subiendo año a año desde 2009. Sin embargo, aclara el CEPA, desde 2015 la valorización de los bienes declarados por mujeres está estancado. La imagen del techo de cristal que les impide ganar más se aplica también a las propiedades que pueden adquirir.

Salarios
La brecha salarial es una desigualdad más conocida, pero vale la pena repasar sus datos actualizados. El informe del CEPA se basa en los registros de la AFIP para el empleo privado, que muestran que en 2019 las mujeres percibieron, en promedio, una masa salarial 23 por ciento más baja que la de los varones.

Estos números son los del trabajo en el sector privado; para el caso del mundo del trabajo informal o no registrado, sabemos que esta distancia es más profunda, ya que no hay allí protecciones como los convenios colectivos de trabajo. Las retribuciones salariales se vuelven así mucho más discrecionales: lo que cobra un trabajador depende mucho menos de la ley y más de quién le pague.

Si se observa la distribución de mujeres y varones por franja de ingresos, lo que se ve es que en las franjas de los sueldos menores hay más mujeres, y a medida que los sueldos son más altos los cobran más varones.

Por ejemplo: en la franja de los sueldos más bajos, de hasta 20 mil pesos, se ubicaron el 28 por ciento de las mujeres y sólo el 22,8 por ciento de los varones.

A medida que se consideran sueldos superiores pasa a haber un predominio masculino. En el caso de los salarios que van de los 50.000 mil a 100 pesos, fueron cobrados por el 24,3 por ciento de los varones y el 20,7 por ciento de las mujeres.

En la franja de los salarios más altos esto se acentúa todavía más, al punto de que los varones quintuplican a las mujeres.

Fuente: Página 12