Diez años después, todavía luchamos por el reconocimiento de nuestros derechos laborales
Día del Recuperador Urbano, que tiene como objetivo visibilizar la importancia de su labor diaria. Al respecto opinó para Télam Jackie Flores, cartonera, ambientalista y feminista, subsecretaria de Residuos Sólidos Urbanos y Economía Circular de la provincia de Buenos Aires.
13/05/2022 MUNICIPIOSDía del Recuperador Urbano, que tiene como objetivo visibilizar la importancia de su labor diaria. Al respecto opinó para Télam Jackie Flores, cartonera, ambientalista y feminista, subsecretaria de Residuos Sólidos Urbanos y Economía Circular de la provincia de Buenos Aires.
En 2012, la Legislatura porteña declaró el 10 de mayo como el Día del Recuperador Urbano con el objetivo de «poner en valor y reconocer su rol como trabajadoras y trabajadores dentro de la economía formal». Diez años después, es necesario reflexionar qué significa ser recuperador urbano.
En primer lugar, debemos destacar que el trabajo diario que realizamos las y los recuperadores urbanos, cartoneras y cartoneros, es el primer eslabón de la cadena productiva del reciclado. Detrás de los residuos, está el trabajo de miles de compañeras y compañeros, que mediante la organización en cooperativas recuperamos material reciclable que se traslada a los Centros Verdes para su tratamiento y posterior venta y reinserción en la industria.
En segundo lugar, es momento de que todas y todos reconozcamos que la tarea que realizamos tiene un valor fundamental para el cuidado de nuestras ciudades, generando un impacto ambiental positivo que fortalece el buen vivir de vecinas y vecinos. Y, al mismo tiempo, también debemos reconocer que realizar esta tarea no es algo que elijan todos. El mercado formal de trabajo no te ofrece salir a cartonear. Lo hicimos porque no nos quedó otra. Frente a la angustia de las crisis económicas nuestra respuesta fue la organización y el trabajo.
Hoy, después de años de lucha, el ambientalismo es un tema que está en la agenda pública. Las voces de las juventudes empujaron aquello con lo que nosotras y nosotros veníamos insistiendo: tenemos la obligación de cuidar nuestra casa común.
Entonces: ¿qué cambió desde 2012 a hoy? No hay dudas de que todos hablamos de ambientalismo y de la importancia de éste frente a la crisis ambiental global. Sin embargo, cartoneras y cartoneros cargamos aún con los mismos estigmas y prejuicios que hace 10 años. Que nos digan «planeros» y que nos «manden a laburar» es la cara de la moneda que no se oculta.
Nuestra pelea sigue siendo, 10 años después, por el reconocimiento de nuestra identidad trabajadora, por la garantía de nuestros derechos laborales, por la posibilidad de discutir paritarias sin que la respuesta sea la violencia y la represión.
Hoy, frente a la importación de residuos y chatarra que paraliza y baja el precio del cartón, seguimos luchando para que se reconozca la importancia de proteger la industria del reciclado. Porque de esa manera cuidamos puestos de trabajo y platos de comida, fortalecemos la protección y el cuidado ambiental e incentivamos la recuperación y reutilización frente al consumo y al descarte.
La crisis mundial no es solo ambiental, también es social y económica. Por eso, la respuesta tiene que ser integral, tiene que poner en el centro a las personas, tiene que ser mediante la inclusión, la organización colectiva, el fortalecimiento de las cooperativas y los sistemas de reciclado en manos cartoneras y el impulso y sanción de la Ley de Envases. Es ahora, es con nosotras y nosotros.