Dos de cada diez salteños nacen y mueren pobres

En la última reunión del CES, Dapena marcó la fuerte incidencia de la pobreza.

En la última reunión del CES, Dapena marcó la fuerte incidencia de la pobreza.

El 20,4 por ciento de los salteños no alcanzará nunca la movilidad social, aún en condiciones económicas coyunturales favorables. Durante la última reunión del Consejo Económico Social (CES), el titular del órgano, Lucas Dapena, indicó que dos de cada diez salteños están en esta situación.

«En Salta nacen pobres y mueren pobres, víctimas de la pobreza estructural, sin servicios públicos esenciales, sin educación, sin posibilidad de progreso», explicó más tarde el economista y titular del CES a El Tribuno.

A nivel nacional, solo Corrientes, Chaco, Santiago del Estero y Formosa, en ese orden, tienen mayores niveles de pobreza crónica que Salta. Dapena explicó, además, que en la provincia, aún antes de la pandemia, una de cada dos personas ya era pobre.

Además, Salta es la provincia con mayor nivel de pobreza estructural (la que se mide no solo en términos económicos sino multidimensionales) de la Argentina, con más del 40 por ciento de la población en esta situación, de acuerdo a los datos del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde), que cita Dapena.

La crisis que genera la pandemia de la COVID-19 profundiza indicadores que ya eran graves en Salta. Según el último informe de coyuntura regional de la Fundación Mediterránea, casi uno de cada dos salteños ya era pobre al finalizar el 2019.

El coronavirus dejará secuelas socioeconómicas graves, sobre todo porque la crisis generada por la pandemia partió de una base muy mala en Argentina en general pero de Salta en particular.

Al respecto, Lucas Dapena, quien también es economista jefe de la Ieral NOA, advierte que «los indicadores más relevantes a la hora de evaluar la coyuntura de la región NOA dificultan obtener una visión optimista de la realidad económica».

Dapena remarcó que el actual Gobierno ya arrancó con uno de cada dos salteños bajo la línea de la pobreza en Salta y Gran Salta y advirtió que el dato cobraba más relevancia al tratarse de pobreza monetaria. «Hay que esperar a ver cómo impacta esta situación una vez superada la pandemia», evaluó y recordó que «en 2001 la pobreza en Salta llegó al 70%, por lo que hay que estar atentos a ver qué pasa con el contexto».

Para Dapena, hoy hay dos problemas fundamentales en materia económica a nivel general: «Por un lado la inflación incipiente, que lleva a emitir mucho billete; y, por otro lado, la plata no llega a Salta».

A media máquina

Dapena indicó que la provincia se mueve a partir de cuatro sectores económicos fundamentales: el comercio, el campo, la construcción y el turismo. «El campo más o menos siguió con la actividad, pero no somos una provincia pampeana, nuestro campo no aguanta esta paliza de la pandemia. El comercio está muy complicado, con muchas iniciativas para ver si arranca. Lo mismo pasa con la construcción, que arrancó pero solo los que están en blanco, y una de las características de Salta es el alto índice de informalidad en el empleo».

Finalmente, el economista analizó que hay que esperar a ver cómo reaccionan en Salta los sectores de la economía privada y pública.

«La actividad privada está complicada y se verá cómo hacen para recuperarse, la apuesta puede ser a través del campo y la construcción, que son los primeros que podrían volver a recuperarse», consideró.

«Por otro lado hay que intentar que se normalice cuanto antes el turismo», y que «fue un buen primer paso el regreso del turismo interno», concluyó Dapena.

Fuente: El Tribuno