El 20 por ciento de las viviendas particulares de la ciudad de Buenos Aires están vacías y no se alquilan
16/04/2015 MUNICIPIOS
Unas 288.500 viviendas particulares se encuentran deshabitadas, una tendencia que aumentó en un 125 por ciento en los últimos 14 años, mientras unos 756.000 habitantes (1 de cada 4) viven en condiciones habitacionales críticas, según un informe difundido por el Consejo Económico y Social (CEyS) porteño.
El informe, denominado Diagnóstico Socio-Habitacional de la Ciudad de Buenos Aires, reveló además que aunque la cantidad de población permanece prácticamente estable (en la última década creció sólo un 4,1 por ciento), la población en villas aumentó en esos diez año un 52 por ciento (163.587 personas en 2010).
«La problemática habitacional también involucra un aumento de la población inquilina en general, que pasó de un 22 por ciento (227.545 hogares) en el año 2001 a 29,8 por ciento (343.443 hogares) en 2010, es decir, 115.898 hogares nuevos que alquilan», describe el informe.
«Durante mucho tiempo tuvimos todos estos datos dispersos. Algunos los conocíamos más, otros menos, pero no los vinculábamos. El valor de este documento es que se trata de un diagnóstico elaborado en forma colectiva y rigurosa que ratifica la situación de déficit estructural por la que atraviesa la Ciudad», señaló a Télam Carlos Chile Huerta, secretario de Organización de CTA Capital.
El dirigente sindical, quien participó de la elaboración de la investigación que se realizó durante más de dos años, sostuvo que «uno de los puntos centrales que devela el informe es que se ha construido mucho en la Ciudad, la pregunta es ¿para quién?».
En este sentido, el informe describe que «mientras que entre 2010 y 2011 la superficie cubierta residencial solicitada en los permisos para construcciones nuevas y ampliaciones creció en un 94 por ciento, una distribución territorial de tal incremento da cuenta que las comunas que registran mayor cantidad de emprendimientos son aquellas en donde el aumento poblacional en los últimos diez años ha sido el menos significativo».
Y en este aspecto, el documento concluye que «el fenómeno de construcción de residencias ha estado asociado a la valorización de mercado del suelo, y no a las necesidades o capacidades de la masa salarial».
«Por cierto -continúa- el valor del suelo se ha distanciado cada vez más del valor de los salarios, lo que ha redundado en el empeoramiento de la situación habitacional de las capas medias y bajas de la ciudad, así como en la profundización de las condiciones habitacionales precarias y deficitarias de estos sectores».
«De la gran cantidad de datos que el Diagnóstico ofrece, lo que quizás genera más impacto es el contraste entre la vivienda ociosa y la falta de vivienda para muchísima población», señaló por su parte Sergio Abrevaya, presidente del CEyS.
En diálogo con Télam, continuó: «el tema de la vivienda tiene un costo social y económico muy alto, que involucra muchos aspectos y para resolverlo hay que pensar una política integral que abarque la construcción de viviendas de distintos tipo, el acceso real al crédito y la regulación del alquiler».
Estas ideas se encuentran expresadas en otro documento presentado por miembros del CEyS y de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) denominado «Propuestas de Políticas Habitacionales para el desarrollo social y económico de la Ciudad de Buenos Aires».
En este informe, el Consejo propone en primer lugar «recuperar el acceso al crédito hipotecario», lo que implicaría «asumir el financiamiento como un instrumento de la política habitacional (…) combinando diferentes formas e incorporando nuevos actores y entidades como el sindical».
El segundo eje de la propuesta es «Promover un mercado de alquiler formal, accesible, seguro y de calidad», para lo que se puede «desarrollar un Programa de Alquiler Social en inmuebles de propiedad pública, y proteger institucionalmente a los inquilinos frente a las arbitrariedades contractuales en el alquiler de sus viviendas o piezas de hotel».
Estimular la producción de nuevo stock de vivienda que se ponga en el mercado inmobiliario, estimulando procesos constructivos sustentables a partir de estrategias autogestionarias, es otro punto.
El documento propone también generar una nueva institucionalidad habitacional, mantener y mejorar el parque habitacional público, radicar, recuperar y dignificar las viviendas precarias en villas y asentamientos y desarrollar políticas para las personas en situación de calle.
El Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires fue creado por ley 3.317 y se trata de una institución colegiada y consultiva, que reúne a las 22 organizaciones más numerosas de la ciudad que incluye tanto a sindicatos, como a universidades y consejo de profesionales.