El aporte para asistencia alimentaria en Santa Fe creció en más de 320 % desde 2015

Fuerte vinculación del ministerio con las instituciones. Una apuesta a los programas que abordan la vulnerabilidad por fuera de la urgencia. Y un llamado a la responsabilidad social empresaria.

Fuerte vinculación del ministerio con las instituciones. Una apuesta a los programas que abordan la vulnerabilidad por fuera de la urgencia. Y un llamado a la responsabilidad social empresaria.

“Hay mayor demanda”. Ese es el diagnóstico que hace el ministro de Desarrollo Social de la provincia Jorge Álvarez, cuando se le consulta por el panorama que observa desde su área de trabajo. Es la misma opinión que recoge de las instituciones con las que el ministerio tiene convenios para la prestación de servicios urgentes y esenciales: comedores y copas de leche.

Hace poco más de un año, en una entrevista con este diario, Álvarez puso el foco en la situación social de una manera original: “Se habla mucho de la grieta política pero estamos entrando en una grieta social”, dijo entonces, entrevistado por Nicolás Loyarte. Y este miércoles en su despacho ratificó su diagnóstico: “La grieta política en algún momento se supera. Pero revertir las consecuencias que estamos teniendo en lo social va a llevar años”.

Y lo fundamenta en que cada vez hay más gente que cae en la pobreza, que no tiene posibilidades de trabajo o que está desempleada y, además, no ve expectativas de salir adelante.

“Todo esto -que es el mismo resultado al que arribaron el Indec, el Observatorio de la Deuda Social de la Uca y Unicef- “amerita una mirada especial, más allá de la política”.

—¿Cómo impactó en su área el último cimbronazo económico?

— La demanda siempre ha ido creciendo: se dio en el primer trimestre del año y ahora también. Recién vengo de una reunión con Cáritas, la semana pasada fue con los Sin Techo y antes con Cáritas Rosario. Tenemos contacto a diario con todas las instituciones.

— ¿Con qué panorama se encuentra cuando habla con las instituciones?

—Con que hay mayor demanda, puntualmente en algunos barrios. Llevándolo a los números, desde el inicio de la gestión hasta hoy aumentamos en 320, 330 % la transferencia para comedores y copa de leche. En eso hay un porcentaje de actualización, fruto del proceso inflacionario, y otro por la mayor demanda. Nosotros fuimos actualizando las transferencias de forma permanente. La semana pasada pedí una audiencia a la ministra a nivel nacional (Carolina Stanley); no la tuve pero si me reuní con el viceministro. La relación es buena a nivel personal, pero a veces no tenemos la respuesta que queremos: desde junio de 2016 a la fecha las trasferencias del gobierno nacional aumentaron solo en un 10 %, lo cual, en un proceso inflacionario y de incremento de la demanda, podemos decir que es un ajuste.

— Es un escenario similar al que planteó hace días el Ministerio de Educación.

— En su momento tuvimos un incremento mayor que Educación, pero desde 2016 estamos igual. En nuestro caso, son 28 millones de pesos mensuales que recibimos del gobierno central. Hoy estamos superando los 110 millones en lo que hace a transferencia de seguridad alimentaria desde Desarrollo Social y a eso hay que sumarle lo que hace Educación.

—Lo que no aporta Nación sale del presupuesto provincial.

—Si, y hemos incrementado mucho esa transferencia. Pero también hay más de 16 mil jóvenes en el programa Nueva Oportunidad (de los cuales, más de 3.700 son de la ciudad de Santa Fe); tenemos empresas sociales en tres barrios con una cantidad importante de jóvenes, siete unidades productivas, centros de día conveniados más los CAF propios y hogares de adultos. El nivel de transferencia de recursos y de gestión en lo social es importante y a todo ello se suman Género, Diversidad, el Plan Abre, Abre Familia.

En estos tres años y medio fuimos creciendo con una mirada de mayor integración social, profundizando el trabajo interinstitucional y dentro del propio gobierno provincial. Tenemos casi 750 convenios solo en seguridad alimentaria. Para nosotros, el trabajo con las instituciones es muy importante.

“Hay mayor demanda”, confirmó el ministro. Foto: Flavio Raina
—Desde el 12 de agosto (el lunes posterior a las Paso nacionales), ¿tuvieron que incrementar los montos de transferencia?

—El contexto post primaria llevó a una situación especial. porque para las propias instituciones a las que transferimos recursos es difícil acceder a los productos, en razón de que hubo algunos problemas de abastecimiento. Pero no sólo no recortamos sino que incrementamos la transferencia de recursos. Es lo que puntualmente pedí en la entrevista a Nación. En los montos de julio que pagamos en agosto aumentamos un 10 %. en lo que va del año llevamos más del 50 % de actualización en comedores y copa de leche. Es un monitoreo permanente el que hacemos: hay una decisión del gobernador Miguel Lifschitz de profundizar el trabajo con las instituciones y que vayamos haciendo este monitoreo.

—¿El desafío es que los programas que apuntan a trabajar el tema de la vulnerabilidad en profundidad se sostengan?

— Abordar la vulnerabilidad va más allá de lo económico: es cultural. El acceso a la salud, a la educación, a la luz segura como hacemos a través del Abre, las mejoras en las viviendas, son una transformación importante. En Santa Fe Juega participan 190 mil jóvenes, hacemos aportes a más de 160 clubes y subsidiamos el 50 % de la luz y el agua a 1200, y esa es una inversión muy fuerte desde la provincia.

Para nosotros, el Nueva Oportunidad, el Abre, el Abre Familia, las empresas sociales son políticas de Estado que deberían continuar o profundizarse. Por supuesto que serán decisiones de la próxima gestión. Pero es la mirada que tenemos desde el Frente Progresista con la idea de un trabajo interinstitucional y en los distintos niveles: municipal, provincial y nacional. Y lo vamos a hacer hasta el final de la gestión.

Fuente: El Litoral