El Chañar busca inversores para el 30% de las tierras de la localidad

Después de recibir pedidos de petroleras, el parate por la pandemia permitió relevar las posesiones inmobiliarias que no son productivas. El eje es Vaca Muerta.

Después de recibir pedidos de petroleras, el parate por la pandemia permitió relevar las posesiones inmobiliarias que no son productivas. El eje es Vaca Muerta.

San Patricio del Chañar está equidistante a Neuquén y Añelo, el corazón de Vaca Muerta. Según el intendente Leandro Bertoya, a principios de año los inversionistas miraban hacia la ciudad con buenos ojos pero después se retrotrajo la actividad con la pandemia, por eso, se pusieron manos a la obra.

La Municipalidad de Chañar realizó un censo de suelo agropecuario para saber la cantidad de tierras productivas y no productivas que cuenta la localidad. El relevamiento registró que en total hay 2.232 hectáreas disponibles para concretar diferentes desarrollos industriales e inmobiliarios, sin tocar las 4070 hectáreas que están en producción.

Para frenar el avance de los loteos en sectores de chacras de muchas ciudades del Alto Valle, el mes pasado el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que protege los terrenos productivos en El Chañar. La norma establece que las tierras que alguna vez fueron cultivadas sólo utilicen “para producciones agrarias”.

El intendente Bertoya remarcó que se busca generar un equilibrio entre “el progreso” y las tradiciones de los habitantes de la ciudad, atravesados por una cultura agrícola.

Tierras protegidas
El relevamiento registró que casi la mitad de la superficie de San Patricio del Chañar, unas 4726 hectáreas, se encuentran protegidas contra el avance inmobiliario: 4070 se encuentran en producción y unas 656 están en estado de abandono, pero alguna vez tuvieron cultivos activos.

De todas maneras, hay disponibles 2232 hectáreas que pueden utilizarse para ampliar el parque industrial, establecer “ecoparques, parques informáticos”, lotearse o también sumarse a los terrenos productivos de la ciudad, según señaló Bertoya.

“Lo que se pretende es que se preserve el suelo agrario, pero la vez no desconocemos la posibilidad que trae Vaca Muerta”, afirmó y remarcó que lo que hace la ordenanza y el relevamiento es brindar un marco jurídico a los inversores que busquen asentarse en El Chañar.

“Los espera una normativa muy clara, con certeza y previsibilidad para su desarrollo”, comentó Bertoya respecto a la llegada de inversiones y explicó: “Tienen seguridad jurídica. Las tierras son de particulares con escrituras, lo que nos permite generar políticas públicas”.

“La cultura de nuestra gente es fundamentalmente rural. Exportamos vinos y cerezas y no podemos darnos el lujo de perderlas”. El intendente Leandro Bertoya quiere recuperar unas 600 ha abandonadas.

Fuente: Río Negro