El Concejo de Rosario ya debate una nueva ordenanza para la movida nocturna
24/04/2014 MUNICIPIOSEdiles y bolicheros comenzaron a analizar la simplificación de rubros, los horarios, las áreas de radicación y el factor ocupacional.
Terminar con los polirrubros en la actividad nocturna, establecer zonas de radicación, flexibilización de la participación de los vecinos a la hora de decidir la habilitación de nuevos boliches, establecer un protocolo de actuación para llevar adelante los controles, el horario de cierre y el factor ocupacional, la presencia de menores de edad y las problemáticas de la «previa» y los after fueron los principales puntos de la reunión que ayer mantuvieron los representantes de la Cámara de Esparcimiento Nocturno (CEN) con los ediles de la comisión de Gobierno del Concejo.
El encuentro, que ya se realizó con hoteleros y gastronómicos, apunta a la elaboración de un nuevo proyecto de ordenanza que regule la actividad nocturna. Y el presidente de la comisión, el radical Jorge Boasso, adelantó que se repetirá con funcionarios municipales de las áreas de control.
«Fue un diálogo abierto y participativo», consideró el edil, que explicó: «Se escucharon los planteos del sector y se expusieron los principales puntos a la tener en cuenta para encarar la modificación de la ordenanza». La principal crítica de Boasso fue «al oficialismo, que brilla por su ausencia», y recordó que «hace dos años que el Ejecutivo dice que va a enviar un proyecto, que nunca llega».
El anuncio del debate para la elaboración de una nueva norma que reemplace a la ordenanza sancionada en 2001 tiene varios años. El Ejecutivo aún no envió un proyecto (el último aviso lo dio en febrero pasado, cuando el subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Gustavo Zignago, adelantó que se propondría una «revisión» de la norma) y en el Concejo hay varias iniciativas en danza que los ediles ahora pretenden unificar en una iniciativa.
Concurrieron representantes de 21 confiterías bailables habilitadas en la ciudad y agrupadas en la CEN. El planteo de los empresarios no pasó sólo por el incremento del 30 por ciento del factor ocupacional de los locales sino que sumó sus inquietudes sobre la posibilidad de generar espacios y horarios para menores de edad, la eliminación de los llamados polirrubros —de fácil tergiversación— y la promoción de zonas especiales de radicación.
«La discrecionalidad» en los controles que llevan adelante los inspectores municipales fue otro de los puntos señalados por algunos bolicheros, y sobre el cual los concejales consideraron clave «elaborar un protocolo de actuación que sea abarcativo y contemple todos los puntos a tener en cuenta», indicó Boasso.
Si bien no plantearon modificaciones en los horarios, sí consideraron necesaria una extensión los jueves y los domingos, días en que se realizan las fiestas de las facultades y sólo se permite tener abierto hasta las 3. La llamada «previa» y el funcionamiento de los after fueron otros de los puntos analizados.
Bajo la lupa
La promoción de zonas de radicación también estuvo en la agenda, aunque Martín de Larrechea (Costello) aclaró que «no debe ser por fuera del ejido urbano». El empresario consideró «saludable» el encuentro y consideró necesario «atender los intereses de los emprendimientos comerciales, pero también de los vecinos porque, de lo contrario, no hay forma de sostener la normativa en el tiempo».
A su turno, el edil del PRO Rodrigo López Molina insistió en transformar el actual registro de oposición en uno de adhesión. Y resaltó. «Hay que buscar una herramienta de participación de fácil acceso para los vecinos, no como la vigente, que ya demostró no dar resultados».
También se planea convocar a profesionales psicólogos y sociólogos «para evaluar el tema en toda su complejidad», agregó Boasso, quien dijo que «se trabajará sin plazos, pero en forma constante».