El derrumbe de las chimeneas

Con respecto a las cifras de 2017, año de parcial y tenue recuperación, octubre fue el sexto mes consecutivo de fuerte descenso de la producción industrial. Textiles y metalmecánica, a la cabeza del retroceso.

Con respecto a las cifras de 2017, año de parcial y tenue recuperación, octubre fue el sexto mes consecutivo de fuerte descenso de la producción industrial. Textiles y metalmecánica, a la cabeza del retroceso.

La economía sigue en picada. En octubre la industria manufacturera se derrumbó un 6,8 por ciento respecto al mismo mes del año pasado mientras que la construcción registró una caída del 6,4 por ciento interanual. La corrida cambiaria, el ajuste fiscal, la política monetaria contractiva y la pérdida de poder adquisitivo se hacen sentir sobre dos de los principales sectores económicos. Durante los primeros diez meses del año la actividad manufacturera acumula una caída de 2,5 por ciento, después de los primeros cuatro meses de crecimiento y los siguientes seis de caída respecto del año pasado. En tanto, y a pesar de la virtual parálisis en la obra pública y la incertidumbre financiera que resintió los proyectos privados, la construcción todavía anota un saldo positivo de 4,6 por ciento en la suma de enero a octubre de este año con referencia al mismo período del año pasado. Las cifras elaboradas por el Indec presentan un escenario todavía más negativo que el estimado por el equipo económico. El FMI, por su parte, proyecta que este año la economía caerá 2,8 por ciento, en tanto que en 2019 la contracción sería del 1,7 por ciento.

El mes anterior la actividad industrial había anotado un derrumbe histórico del 11,5 por ciento. Aquella fue la mayor caída interanual desde julio de 2002, cuando hubo un retroceso del 12,2 por ciento. Durante octubre la magnitud de la contracción fabril recuperó los niveles de caída observados desde que comenzó la corrida cambiaria. Una de cada tres empresas fabriles anticipa una disminución en su dotación de personal antes de diciembre. Los últimos datos publicados por el Ministerio de Producción y Trabajo revelan que desde que asumió Mauricio Macri se destruyeron 107 mil empleos en la industria manufacturera.

Los datos del Estimador Mensual Industrial muestran que la merma estuvo liderada por la industria textil. Ahogado por la retracción en el mercado local, la competencia importadora, la devaluación y las altas tasas de interés, el sector anotó una pérdida del 23,4 por ciento interanual en octubre y acumula así un retroceso del 11,8 por ciento en diez meses. La caída en la actividad dedicada al mercado interno se explica por una contracción del 21,2 por ciento en el bloque de hilados de algodón, mientras el de tejidos lo hizo en 25,3 por ciento.

Entre los sectores fabriles afectados también figura la industria metalmecánica con una caída del 21,3 por ciento, mientras que la actividad del caucho y plástico retrocedió 17,2 por ciento. En el primer caso, el menor nivel de actividad se origina en la retracción de la demanda interna por parte de las actividades agrícolas, los sectores de consumo durable (cayeron los niveles de fabricación de heladeras, freezers, lavarropas, calefactores, cocinas y aires acondicionado). Otro de los sectores que, según detalla el Indec, arrastró a la industria metalmecánica es la pobre dinámica observada en la construcción.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) detalla que la caída sectorial, la más pronunciada desde fines de 2016, estuvo arrastrada por bajas significativas en el consumo de insumos. La mayor caída fue registrada en la demanda de asfalto que se desplomó en octubre 47,8 por ciento frente al mismo período del año pasado. El retroceso refleja el profundo ajuste que tiene lugar en la obra pública como parte del acuerdo con el FMI. También mostraron caídas mensuales de dos dígitos rubros como las pinturas para construcción (14,2 por ciento), la cal (13,0), los ladrillos huecos (10,7) y los pisos y revestimientos cerámicos (10,2).

Pero las cifras publicadas ayer muestran que, además del recorte en la obra pública, la recesión inducida por el Gobierno es acompañada por una ralentización en los proyectos privados. La superficie a construir, autorizada por los permisos de edificación otorgados para la ejecución de obras privadas en una nómina representativa de 60 municipios, registró en octubre una baja de 2,1 por ciento con relación al mes anterior. Y con respecto al mismo mes del año anterior tuvo una baja de 8,4 por ciento. De acuerdo al Indec, en septiembre hubo 442.037 puestos de trabajo registrados en la construcción.

Fuente: Página 12