El desborde del Uruguay dejó 40 familias sin casa en Santo Tomé, Corrientes
ESCUELA Nº 687. Allí permanecen evacuados los últimos 3 grupos de damnificados.
El agua arrasó con una veintena de hogares y produjo severos daños en el resto, tal como adelantó EL LIBERTADOR. El Municipio alquila predios a los afectados, y el jefe comunal, Víctor Giraud viajará a Buenos Aires en busca de fondos para reconstruir las viviendas lo más rápido posible.
La Municipalidad de Santo Tomé asiste a 40 familias con el alquiler de predios para vivir, mientras la Secretaría de Obras Públicas refacciona sus viviendas anegadas por la crecida del río Uruguay, tal como adelantó EL LIBERTADOR en ediciones anteriores.
Algunas casas se encuentran en mal estado, mientras que otras fueron arrasadas por el avance del agua.
«Tenemos 28 familias con problemas severos en sus viviendas, algunas de las cuales ya no tienen a dónde ir», explicó el intendente, Víctor Giraud.
En tanto, el secretario de Gobierno, Mariano Garay, señaló que aún quedan tres familias evacuadas en la Escuela N° 687 del barrio Sarmiento, que en los próximos días podrán regresar a sus hogares.
«La Municipalidad los está asistiendo para que en los próximos meses se pueda dar una solución de fondo», dijo.
El Jefe comunal viajará la semana que viene a Buenos Aires, donde realizará un pedido concreto para lograr la solución habitacional de los afectados por la inundación.
«Ahí ya depende de las autoridades de Buenos Aires. La solución de fondo esperada, que nosotros creemos que es la construcción completa», añadió Garay.
Asistencia
El viceintendente, Daniel Maciel, entregó mercaderías a 40 productores ladrilleros del barrio Itacuá y a 35 pescadores del galpón sobre Remedios de Escalada, casi Sáenz Peña.
El Vicejefe comunal fue acompañado por Garay; la secretaria de Acción Social, Stella Maris Uguet; y el vicepresidente primero del Concejo Deliberante, Miguel Arismendi.
Garay indicó que los módulos de comestibles se entregarán todos los martes durante un mes, desde las 10 en ambas zonas, hasta que los ladrilleros y pescadores puedan volver a trabajar.
«La crecida anegó todos los lugares donde los oleros pueden sacar tierra y movilizarse, y aún está en malas condiciones.
Ahora tenemos que arreglar algunos caminos internos del barrio para que puedan acceder hasta el fondo», explicó.
Ilustró que idéntica situación ocurre con los pescadores. «En estos días recién empezaron a salir algunos, pero hay poca pesca», dijo.
Entre los pedidos de los afectados por la inundación, el funcionario señaló que reclaman los entubados de los caminos interiores del barrio Itacuá, y los operarios de la Secretaría de Obras Públicas ya visitan a los vecinos para solucionar el inconveniente.
En el caso de los pescadores, los problemas más urgentes son las viviendas de madera.
«Algunas están en muy malas condiciones, otras tienen problemas con los baños. Esta semana vamos a ver si podemos resolver lo más importante», añadió.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Pescadores, José Nogueira, expresó que «los pescadores estamos muy agradecidos porque no se olvidaron de nosotros. No trabajamos desde que empezó la crecida, hace unos 20 días. Algunos cobran beneficios, pero muchos no».
Nogueira relató que a algunos pescadores «se les rompieron la canoa y los espineles, entre otras cosas.
El Intendente prometió que en una semana nos darían herramientas de trabajo que necesitamos para trabajar y algunas carpas».
Desde Nación
La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y el Programa de Atención Médica Integral (Pami) asisten con subsidios a los damnificados.
«Los que ya cobraron fueron los que se relevaron hace diez días. Los próximos ya van a estar cobrando entre este fin de semana y la semana que viene», confirmó Garay.
El funcionario llamó a que los afectados «no se desesperen, porque eso lleva un poco de tiempo. Los 2.800 beneficiarios que se cargaron van a cobrar».
El martes pasado, el Intendente y el concejal Carlos Balmaceda visitaron la tercera sección Desiderio Sosa junto a la Anses.
