El destino secreto de la Costa Atlántica argentina para un fin de semana inolvidable

Marisol; descubre este tranquilo pueblo en el sur de Buenos Aires, con playas solitarias, naturaleza intacta y paisajes únicos que lo convierten en el lugar perfecto para desconectar.

Marisol; descubre este tranquilo pueblo en el sur de Buenos Aires, con playas solitarias, naturaleza intacta y paisajes únicos que lo convierten en el lugar perfecto para desconectar.

La costa argentina es un destino habitual para miles de argentinos que buscan disfrutar de sus vacaciones. Sin embargo, la gran afluencia de visitantes puede resultar abrumadora, llevando a muchos a preferir la tranquilidad de sus hogares. A pesar de esto, al sur de Buenos Aires se encuentra un pueblo que se destaca por su playa ideal, perfecta no solo para un refrescante baño, sino también para relajarse sin el agobio de las multitudes.

En el partido de Coronel Dorrego, se encuentra una pequeña aldea costera llamada Marisol, un destino que mantiene su naturaleza intacta, donde el mar, el río, el bosque y las dunas se combinan para crear un entorno único.

Este pueblo está situado a 110 km de la ciudad cabecera y a 22 km de la localidad de Oriente, frente al Mar Argentino y cerca de la desembocadura del Río Quequén Salado.

Entre sus principales atractivos naturales destacan sus extensas y acogedoras playas, que se extienden a lo largo de 50 km de costa sobre el Mar Argentino, acompañadas por una cadena de médanos blancos y otros forestados con eucaliptos, álamos, pinos y otras especies de árboles.

Lo que realmente distingue a Marisol es su atmósfera de tranquilidad y la amabilidad de su gente. En el pueblo viven pocas personas, pero durante la temporada de vacaciones, esta pequeña población se incrementa notablemente. La mayoría de los residentes se dedican a la pesca, aunque en temporada alta muchos trabajan en sus negocios turísticos.

Este pueblo poco conocido cuenta con playas de arenas claras, una costa de suave oleaje, aguas cristalinas y está rodeado de una reserva de vegetación autóctona.

Qué hacer en Marisol
Marisol no solo se destaca por sus playas tranquilas, sino que también sorprende por estar enclavada entre médanos y por los paisajes únicos que ofrece la desembocadura del Quequén Salado, donde sus aguas dulces se encuentran con las del Atlántico.

Marisol ofrece una variedad de atractivos naturales:

Mirador Panorámico: ubicado en un punto estratégico sobre un sendero de dunas, cuenta con señalización informativa sobre la flora y fauna locales. Desde allí se puede disfrutar de vistas del mar y el río.
El Vimar: una playa situada a orillas del Río Quequén Salado, accesible por la calle Roberto Brunad, ideal para descansar, practicar deportes acuáticos y pescar.
Desembocadura del Arroyo El Gaucho: esta zona costera presenta una topografía baja y en ella se encuentran diversos ambientes como playa marina, dunas activas, dunas fijas y semifijas, bajos y pastizales.

Fuente: MDZ