El hilo de Roberto Lavagna que le cortó la respiración a todos los medios
El macrismo y su escudo mediático instaló que el proyecto de reestructuración de los tribunales federales no conseguiría atravesar la Cámara baja, pero con solo unos tuits, el ex ministro de Economía consiguió conmoverlos.
07/09/2020 POLÍTICAEl macrismo y su escudo mediático instaló que el proyecto de reestructuración de los tribunales federales no conseguiría atravesar la Cámara baja, pero con solo unos tuits, el ex ministro de Economía consiguió conmoverlos.
La estrategia del macrismo de bloquear el Congreso, para no tratar la reforma judicial, quedó al borde del fracaso luego de una serie de tuits de Roberto Lavagna. El ex ministro de Economía le dio vía libre a los diputados del Interbloque Federal para debatir el tema y no congelar la discusión. «Es positivo que tengan posturas propias. Mal ejemplo sería que el sector que en la campaña presidencial de 2019 defendió los consensos forzara posiciones únicas», publicó el ex candidato. «El disenso es un componente esencial de las democracias modernas», sumó. También dijo que las diversas posiciones del interbloque «no deben llamar la atención: responden a realidades provinciales distintas y a orígenes políticos diversos».
Las expresiones de Lavagna dejan una puerta abierta para que los diputados del espacio den el debate por la reorganización del fuero federal, y el oficialismo pueda avanzar en la Cámara baja. Desde el bloque Consenso Federal, que lo integran tres diputados, reafirmaron ante la consulta de Página/12 que no van a «aportar ni al quórum, ni al debate». Sin embargo, tienen el aval de Lavagna para no tener «una posición unificada» con el resto del sector.
Dentro del Interbloque Federal, que tiene 11 diputados, hay una gran incógnita en los cuatro del bloque Córdoba Federal. Este espacio ratificó su decisión «de no votar» la reforma judicial, en un comunicado. El término utilizado por la bancada que responde al gobernador Juan «Gringo» Schiaretti no es arbitrario y deja más dudas que certezas a la hora de hilar fino. «No votar» puede significar dar quórum, o no, pero también abstenerse o ausentarse en la misma votación. Igualmente, mantienen desde lo discursivo la crítica al proyecto del Gobierno. «El tratamiento de dicho proyecto es inoportuno y no debe tratarse sin el consenso necesario que requiere una reforma de esta envergadura», argumentan.
Por otro lado, José Luis Ramón, titular el interbloque de Unidad Federal para el Desarrollo, anunció que también está dispuesto a debatir la reforma judicial y a darle algunas modificaciones a la media sanción. «Vamos a pelear para que se hagan cambios que apunten a una real federalización de la justicia», señaló y dejó en claro que desde su espacio, de ocho diputados, van a sumar voces al debate. Posiblemente, el Frente de Todos también sume de este sector el número necesario para el quórum, 129, y los más optimistas del oficialismo confían que les darán los votos para aprobar la reorganización de la justicia.
Este panorama deja aun más solo a Juntos por el Cambio en su afán de trabar el funcionamiento de Diputados y que no se sancione esta ley. La foto de la sesión de la semana pasada es un adelanto de lo que va a ser el debate por la reorganización de la justicia federal. Esto es el macrismo reclamando sesiones presencial bajo la amenaza de judicializar al Congreso, mientras que el resto de los bloques opositores se aleja de esa idea. “Las minorías no le pueden imponer la agenda al oficialismo. Las minorías tenemos que controlar, exigir, y acompañar, en especial en esta situación de crisis”, dijo el martes Luis Di Giacomo (Juntos Somos Río Negro), que se ecolumna con Ramón. También se desmarcaron de JpC los dos de la izquierda, Alma Sapag (MPN) y el Interbloque Federal, que preside Eduardo «Bali» Bucca.
Desde el Frente de Todos vieron con buenos ojos las declaraciones de Lavagna. Esta bancada tienen 119 integrantes, pero votan 117 (José Ignacio «Vasco» de Mendiguren está de licencia por su cargo en el BICE y Serio Massa lo haría solo para desempatar). Con estos números, el bloque que conduce Máximo Kirchner deberá convencer a 12 diputados o diputadas para llevarle una victoria parlamentaria al presidente Alberto Fernández.