El jefe comunal electo de Maciel también quiere plebiscitar las cavas

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Una propuesta similar había hecho el actual mandatario, que perdió las elecciones tras un prolongado conflicto. Ramella buscaría el respaldo de la población para volver atrás con el proyecto.

 

El largo pleito que sostiene la población de Maciel contra la posible construcción y puesta en funcionamiento de ocho cavas para residuos sumó un nuevo capítulo con la reunión que celebraron anteayer los vecinos que se oponen al emprendimiento y en la que participó el flamante presidente comunal Carlos Ramella.

Fuentes de los asambleístas indicaron ayer a LaCapital que el nuevo mandatario comunal que asumirá el cargo el próximo 10 de diciembre «ratificó su voluntad de retrotraer a cero la ordenanza de las actuales autoridades que autorizaron las obras», las que además cuentan con la aprobación de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia. Pero él mismo abrió el paraguas y aclaró que tal decisión estará supeditada a un plebiscito, al que piensa convocar una vez que asuma.

Como se recordará, la localidad se vio conmovida meses atrás cuando trascendió que una empresa bermudense había adquirido uno terrenos a unos tres kilómetros del casco urbano para la construcción de ocho cavas para depósito de residuos. Los vecinos, que venían de una negativa experiencia en el tema por una cava clandestina nunca debidamente saneada, reaccionaron airadamente contra la iniciativa ya que inconsultamente la comisión comunal presidida por Marucco otorgó a la empresa el certificado de «uso conforme de suelo» en tanto que la provincia también aceptó.

Los vecinos autoconvocados de Maciel organizaron numerosas reuniones en el salón parroquial de la localidad y se constituyeron en una comisión de reclamos con la participación de numerosas organizaciones y entidades locales y contaron con el asesoramiento de organizaciones como el Taller Ecologista de Rosario.

La administración de Marucco acusó de intencionalidad política a los vecinos, entre los que efectivamente había militantes del Frente para la Victoria; el Sí y Unión Pro Federal, la oposición a las cavas se expresó luego con diversas marchas, pero la continuidad de las reuniones y asambleas inmediatamente después de las pasadas elecciones parecen desmentir a Marucco.

Los vecinos temen desde siempre —pese a las promesas empresariales y a los pronunciamientos de Marucco en torno a la seriedad de los controles— que las cavas terminen siendo un deposito de residuos altamente contaminantes, habida cuenta de que la empresa se dedica a la limpieza de plantas agroquímicas y de las sentinas de los barcos que llegan a Puerto General San Martín y San Lorenzo.

Suspendidas. En la actualidad y por un acuerdo, las obras están suspendidas por un período de 60 días. Laura Giardini, una militante contra las cavas recordó en diálogo con LaEN_SPACECapital que los vecinos ya presentaron ante la Fiscalía de la Acusación de San Lorenzo a cargo de Aquiles Balvi una denuncia «por incumplimiento de deberes de funcionario público y falsedad ideológica» por faltar a la ley de comunas y municipios y no someter la ordenanza de uso conforme del suelo a la aprobación del resto de la comisión comunal.

Aunque las obras están detenidas, los vecinos también presentaron en la Fiscalía un pedido de amparo que refuerza la suspensión de los trabajos. también trascendió que el fiscal Balvi ya solicitó a la Comuna de Maciel pruebas del acta de una reunión de comisión on comunal en la que se aprobó la ordenanza de uso conforme de la tierra, acta que, según los vecinos «no existe».

Plebiscito. El electo presidente comunal Carlos Ramella, ratificó a este diario su decisión de cumplir su promesa electoral de retroceder en la actitud adoptada por el actual presidente Marucco.

Ramella señaló que está dispuesto a seguir adelante con lo exigido por la población en tanto cuente con el resplado de un plebiscito que implementaría apenas asumido el cargo en diciembre. Según señaló, en Maciel se agita la especulación en torno a que la empresa podría encarar acciones legales que significarían un problema económico para las arcas comunales, y es por eso que pidió «el respaldo popular de un plebiscito», y confió en que en la discusión con la empresa la sangre no va a llegar al río.

Fuente: La Capital, Rosario