El mercado laboral fue arrasado por la pandemia

Los principales afectados fueron quienes estaban insertos en las modalidades ocupacionales más precarias e inestables.

Los principales afectados fueron quienes estaban insertos en las modalidades ocupacionales más precarias e inestables.

Entre abril y junio de 2020 tuvo lugar una acelerada destrucción de puestos de trabajo: se contabilizaron 3,7 millones de personas ocupadas menos en todo el país en relación al año pasado, informó el Cetyd-Idaes, que depende de la Universidad Nacional de San Martín. Más del 80 por ciento de la caída del empleo se dio en el sector informal.

“La principal expresión de la crisis laboral fue la muy significativa caída de la tasa de actividad, que mide la cantidad de personas que tienen trabajo o lo buscan activamente. El indicador pasó del 47,7 al 38,4 por ciento entre los segundos trimestres de 2019 y 2020, lo cual da cuenta que 3 millones y medio de personas se retiraron del mercado laboral, es decir, dejaron de tener trabajo o de buscarlo activamente”, detalla el informe. Entre los trabajadores informales, el empleo cayó un 44 por ciento, lo cual ubica al país entre los más afectados por la pandemia. Hacia ese segmento se dirigió el Ingreso Familiar de Emergencia. En cambio, la cantidad de asalariados formales sólo se redujo en un 4 por ciento, que demuestra el impacto positivo de las medidas de preservación del empleo formal.

La fuerte caída en la tasa de actividad en el segundo trimestre tiene relación con el marco del aislamiento social dispuesto por el gobierno nacional. “Considerando las restricciones a la circulación, la mayor parte de quienes perdieron su fuente de trabajo no buscaron activamente otra sino que, por el contrario, ante la imposibilidad fáctica de hacerlo, se retiraron del mercado laboral”, explica el documento. Por su parte, el desempleo se incrementó del 10,6 al 13,1 por ciento en el último año. Así, el número de personas desocupadas aumentó en 140 mil, pasando de 2,15 millones a 2,29 millones.

Los principales afectados por la destrucción de empleo fueron quienes estaban insertos en las modalidades ocupacionales más precarias e inestables. El 83 por ciento de la caída del número de ocupados se explica por los asalariados informales y los trabajadores por cuenta propia, detalla el Cetyd. En tanto, la cantidad de puestos de trabajo no registrados se redujo un 44 por ciento y el de cuentapropistas cayó 28 por ciento. “Esta realidad contrastó fuertemente con la situación de los trabajadores formales en relación de dependencia, ya que la reducción de la cantidad de personas que estaban insertas en esa modalidad ocupacional fue del 4 por ciento. Los datos oficiales dan cuenta de que las políticas de sostenimiento del empleo implementadas por el Estado Nacional lograron mitigar el impacto de la crisis”, advierte el trabajo.

“Fue eficaz la prohibición de los despidos, el programa ATP (que consiste en el pago de salarios a los trabajadores de las empresas más afectadas y la reducción de contribuciones patronales) y el mecanismo ágil de validación de suspensiones con pago del 75 por ciento del salario. Su implementación permitió que el empleo formal en relación de dependencia no fuera impactado del mismo modo que las inserciones ocupacionales más precarias e inestables, que fueron destinatarias del Ingreso Familiar de Emergencia, tendiente a compensar la caída de sus ingresos”, indica el informe.

A nivel sectorial, el peor desempeño a nivel laboral del segundo trimestre en la comparación interanual se registró en hoteles y restaurantes (-45 por ciento), seguido de construcción (41 por ciento), trabajo doméstico (-39,0), comercio (-25,0), transporte, almacenamiento y comunicaciones (-23,0), servicios financieros y de alquiler (-18,0), industria manufacturera (-17,0), actividades primarias (-12,0), enseñanza (-8,0) y servicios sociales y de salud (-8,0).

Fuente: Página 12