El modelo Moreno, una solución exitosa para la toma de tierras
“Vivir en la toma no fue fácil. Pasamos de todo y nos quisieron sacar muchas veces. Estar ahí con los chicos era muy duro, pero no teníamos opción, no teníamos a dónde ir y por eso resistimos. Ahora estamos contentos porque sabemos que, por lo menos, este pedacito de tierra será nuestro”
16/11/2020 MUNICIPIOS“Vivir en la toma no fue fácil. Pasamos de todo y nos quisieron sacar muchas veces. Estar ahí con los chicos era muy duro, pero no teníamos opción, no teníamos a dónde ir y por eso resistimos. Ahora estamos contentos porque sabemos que, por lo menos, este pedacito de tierra será nuestro”, dice Jenifer Vargas con uno de sus cuatro hijos en brazos y otros tres corriendo alrededor. Ella es madre soltera y la suya es una de las 128 familias que el municipio de Moreno trasladó de un terreno tomado en la ruta 23 a lotes de la municipalidad que las personas pagarán en cuotas a partir del mes que viene. Ante el inminente desalojo del predio por orden del Poder Judicial, el distrito resolvió el problema sin usar las topadoras: realizaron dos censos para conocer en profundidad la realidad de esas personas y llevaron a cabo la relocalización voluntaria de las familias que se habían instalado en ese terreno privado en noviembre del año pasado.
“Desde que asumimos la gestión nos pusimos a trabajar en este conflicto heredado. Hicimos un primer censo el dos de enero, luego en marzo hubo una orden de desalojo dictada por la Justicia que se postergó por la pandemia. El 19 de septiembre decidimos hacer un nuevo censo con las personas que estaban habitando el predio para dar una solución definitiva. Así supimos que había 128 familias viviendo en ese ‘barrio’ que habían denominado ‘La Bibiana'», comenta en diálogo con Página/12 Noelia Saavedra, Secretaria de Desarrollo Comunitario del municipio.
Con los datos obtenidos en los relevamientos, los equipos técnicos del distrito que conduce la intendenta Mariel Fernández hicieron entrevistas en profundidad con cada una de las familias: «ahí nos dimos cuenta que habían muchas madres solteras, algunas problemáticas vinculadas a la violencia de género y muchísimas otras situaciones de vulnerabilidad. Por eso nos pareció importante poder intervenir con nuestros equipos de forma profesional y responsable para elaborar una propuesta y brindarles una solución habitacional», puntualiza la secretaria de Desarrollo del municipio.
Las personas que ocupaban La Bibiana estaban imputadas en una causa por toma de tierras y en el mes de marzo el Juzgado de Garantías 3 de Moreno había dispuesto el protocolo para el desalojo. Luego, por la pandemia, el procedimiento quedó en suspenso. Sin embargo, hace unas semanas la Cámara de Apelaciones estableció que el desalojo debía hacerse en el corto plazo. Por eso, desde la municipalidad, explicaron que aceleraron el proceso y en pocos días lograron terminar de trasladar a las 128 familias.
Desde el municipio invitaron a las partes a conformar una mesa de diálogo -que luego fue formalmente convocada por la Fiscalía– y participaron de ella la Defensoría General, la Defensoría del Pueblo de la Provincia, los ministerios de Justicia y Seguridad bonaerenses, el organismo Provincial de la Niñez y la subsecretaría de Hábitat. Por parte del municipio trabajaron las secretarías de Desarrollo Comunitario, de Justicia y Seguridad y el Instituto de Desarrollo Urbano. «Trabajamos con las familias contemplando sus derechos, pero también los del dueño. Entendimos que había un privado que ganó un juicio y que el retiro tenía que ser pacífico y voluntario”, explica Saavedra. Según precisaron fuentes municipales, en los terrenos de la Bibiana ya se encuentran los propietarios.
Otra de las mujeres que vivía en la Bibiana y que fue trasladada, María, cuenta que «se nos trató con respeto a lo largo de todo el proceso. Por supuesto que hubo momentos de tensión y discusiones, pero siempre hubo diálogo». Al igual que Jenifer, ella es madre soltera de cuatro chicos. «Eran noches enteras que no dormíamos, hacíamos reuniones de vecinos preguntándonos qué iba a pasar con nosotros, a dónde íbamos a ir. Yo estuve en situación de calle mucho tiempo y nuestro mayor temor era quedarnos en la calle devuelta», indica. Luego detalla que «la mayoría somos mujeres jóvenes y madres solteras con muchos niños». «Llegar acá fue una tranquilidad. Pensé que iba a encontrarme con un lugar horrible, pero es hermoso, un barrio tranquilo que es lo que más buscaba. Buscaba poder vivir bien y tener un lugar propio para dejarle a mis chicos», subraya.
El nuevo barrio en el que están las familias, denominado «Manantiales», está ubicado en Moreno Sur y por ahora es un lugar precario. Todavía no cuentan con servicios básicos y lo que hicieron fue, en principio, trasladar con ayuda de camiones municipales las casillas que habían construido en La Bibiana. Sin embargo, según Saavedra, «las familias esta vez tienen la garantía de que nadie los podrá sacar porque las tierras serán suyas. Las personas que fueron reubicadas firmaron un comodato mediante el cuál acceden al uso y goce de esas tierras y van a pagar por ellas en cuotas accesibles a partir del mes que viene».
«Son lotes sin servicios, pero venimos trabajando con las distintas empresas de agua y electricidad, para que eso se solucione en lo inmediato. Por ahora se han instalado canillas comunitarias y se está haciendo el alumbrado público», afirma la funcionaria municipal y destaca que «hay un proceso en marcha, pero era urgente poder reubicarlos porque eso nos permitirá trabajar con ellos de otra manera». Saavedra adelanta que desde el Ministerio de Desarrollo de la Nación existe un compromiso para otorgar subsidios a las personas con mayores niveles de vulnerabilidad para que puedan terminar de construir sus casas y que en el proceso de organización del nuevo barrio hay una asistencia permanente del municipio y del gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
La funcionaria explica, además, que desde el municipio también vienen trabajando de forma articulada con el Ministerio de Seguridad de la Provincia y la Secretaría de Justicia y Seguridad del municipio para la prevención de futuras tomas. Desde el 10 de diciembre, cuenta, evitaron más de 140. «Hay un fuerte trabajo en ese sentido y sobre todo en la planificación del uso del suelo en nuestra localidad. Eso nos parece fundamental como política pública”, subraya. Saavedra, al igual que la intendenta Fernández, tienen una larga trayectoria y militancia dentro de organizaciones sociales. En ese sentido, apunta que «para nosotros lograr esto fue muy emocionante y nos parece muy importante dejar el precedente. Los problemas de este tipo se pueden resolver de forma pacífica, sin violencia y sin el uso de la fuerzas». «Tiene que existir una perspectiva de derecho desde donde tenemos que pensarnos y pensar la política de forma integral», concluye.