El Papa recibió a Raúl Castro, quien prometió volver al catolicismo
11/05/2015 EL MUNDO
El presidente cubano le agradeció al pontífice por su mediación con EEUU, la que dio pie al deshielo con el régimen de la isla.
El presidente cubano, Raúl Castro, agradeció al Papa Francisco la intermediación que hizo en el histórico descongelamiento de relaciones entre La Habana y Washington, y dijo que el pontífice lo impresiona tanto que podría volver a la Iglesia católica pese a ser ateo y comunista. El Papa visitará la isla en septiembre, antes de dirigirse a Estados Unidos.
El hermano menor de Fidel Castro habló con el Papa durante casi una hora, una conversación inusualmente larga para una entrevista papal, en el marco de una cita que el Vaticano aseguró es estrictamente privada y no una «visita de Estado». Las audiencias papales son extremadamente raras en domingo, pero el Papa hizo una excepción cuando Castro le preguntó si podía hacer una parada en Roma en su viaje de vuelta de Moscú para agradecerle por la mediación del Vaticano, que según fuentes eclesiásticas «terminó por destrabar las relaciones» entre Estados Unidos y Cuba. Al salir de la reunión, Castro dijo a los periodistas que agradeció al Papa la mediación que llevó a la histórica reanudación en diciembre de las relaciones diplomáticas entre los antiguos enemigos de la Guerra Fría después de más de medio siglo.
Más tarde, en una conferencia de prensa con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, Castro dijo que salió de la reunión con el Papa «realmente impresionado por su sabiduría y su modestia. Cuando el Papa llegue a Cuba en septiembre, prometí ir a todas sus misas y estaré encantado de hacerlo», dijo Castro, que agregó que lee todos los discursos del primer Papa de América latina, que ha hecho de la defensa de los pobres un puntal de su pontificado. «Le dije al primer ministro (Renzi) que si el Papa sigue hablando como lo hace, tarde o temprano voy a empezar a rezar de nuevo y volveré a la Iglesia católica, y no estoy bromeando», remarcó Raúl Castro. Algunos medios peninsulares tomaron empero la afirmación de Castro como una humorada. El hermano menor de los Castro ya tiene 83 años. Tanto Raúl como Fidel Castro fueron bautizados como católicos, pero de jóvenes se hicieron ateos y comunistas, como todos los integrantes de la llamada «Revolución», es decir, el régimen comunista cubano.
Francisco, quien tiene previsto visitar Cuba y Estados Unidos en septiembre, es miembro de la orden religiosa de los jesuitas y Castro bromeó diciendo que «incluso yo soy un jesuita en cierto sentido», en referencia a la educación recibida en un colegio de esta congregación antes de la revolución.
Claro que las actividades de la Iglesia fueron duramente reprimidas durante décadas después de la revolución comunista de 1959. El régimen de Castro solo comenzó a aflojar las restricciones en la década de 1990, después de que el Papa Juan Pablo II visitó la isla en 1998. En aquel momento, Fidel Castro volvió a instaurar la Navidad como día de fiesta.
El viaje del Papa a Estados Unidos había sido planeado aqntes de que el Vaticano anunciara el mes pasado que Francisco haría una parada en Cuba antes de visitar Washington. Se trata de la primera visita que hace Francisco a ambos países como pontífice. Castro dijo además que espera con ansías que Cuba sea retirada de la lista estadounidense de países que apoyan el terrorismo, lo que ocurriría a fines de este mes. Para Castro, «en realidad nunca deberíamos haber estado en esa lista». Cuba está lentamente «intentando avanzar con el perfeccionamiento de su sistema político, cultural y económico», dijo el mandatario, agregando que esto ha sido «difícil porque no queremos tomar medidas que afecten a nuestra gente».
El vocero papal, Federico Lombardi, confirmó que el tema del viaje a Cuba en septiembre y su preparación estuvo presente durante la conversación de 55 mintuso entre ambos jefes de Estado.
Las fechas exactas de la visita del Papa a Cuba no han sido aún confirmadas, pero es seguro que hará escala en la isla en su camino a Estados Unidos. La fecha prevista de llegada a Washington es el 23 de septiembre. El último Papa que estuvo en Cuba fue Benedicto XVI en 2012. Juan Pablo II viajó a la isla en 1998, en una gira histórica que mejoró de manera clave las relaciones del gobierno cubano con la Iglesia católica. La influencia de la Iglesia en la Cuba secular ha ido creciendo en los últimos años. Raúl Castro es el segundo presidente cubano que visita el Vaticano. Su hermano Fidel estuvo en 1996, cuando se reunió con Juan Pablo II.
Intercambio de simbólicos regalos
El Papa Francisco y Raúl Castro se hicieron regalos significativos, casi como queriendo subrayar el sentido del encuentro en El Vaticano. Calificado como histórico por ser el primero desde el relanzamiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, un acercamiento al cual contribuyó el pontífice, el encuentro fue «cordial» y en un clima casi familiar, dijo el Vaticano.
El pontífice, que viajará a Cuba en septiembre, le ofreció a Castro una medalla de San Martín de Tours, un oficial romano del IV siglo, conocido en la tradición cristiana por haber compartido su abrigo con un mendigo y luego haberse convertido a cristianismo, llegando a ser obispo de la ciudad francesa de Tours. «Hay que vestir a los pobres y promoverlos», subrayó Francisco ante su invitado, a quien también regaló su exhortación apostólica «El Evangelio de la Alegría», el texto base de su pontificado. Y al entregarlo, agregó, «ahí va a encontrar algunos temas de los que le interesan a usted», dado que la exhortación tiene una parte religiosa y otra social.
Castro de su parte ofreció al Papa una medalla de plata conmemorativa de los 200 años de la catedral de La Habana, de la que sólo existen 25 en el mundo. Además de la medalla de la catedral también le regaló una obra del artista cubano Alexis Leiva Machado, conocido como Kcho, inspirado en el tema de los inmigrantes que llegan a la isla italiana de Lampedusa, a quienes dedicó su primer viaje fuera de Roma. El cuadro representa una cruz hecha con barcos naufragados. Fue el propio artista, presente en el Vaticano junto a la delegación cubana, quien explicó al Papa el contenido de su cuadro. El Papa y Kcho ya se conocían. El artista cubano había ya hecho una exposición de sus obras en Roma tiempo atrás y en esa ocasión, al parecer, le escribió una carta al Papa y éste le contestó.