El paro de la CGT en stand by

El Consejo Directivo de la CGT puso en stand by la convocatoria a un nuevo paro general.

El Consejo Directivo de la CGT puso en stand by la convocatoria a un nuevo paro general. Durante el encuentro, realizado en la sede de la central obrera, se escucharon posiciones encontradas sobre la oportunidad y conveniencia de una nueva medida de fuerza nacional. La existencia de conversaciones informales con miembros del Gobierno nacional y la necesidad de consensuar una posición común llevó al binomio que lidera la central sindical a postergar la decisión hasta el jueves 8 de noviembre.

La reunión, que tuvo una extensión superior a las dos horas, sirvió para que los sectores internos que conviven hacia el interior de la CGT expresaran sus posiciones con respecto a la actitud que debe tener la central frente a la situación política, social y económica que atraviesa el país.

En cuanto al diagnóstico todos coincidieron en señalar que no hay nada que esperar del Gobierno nacional y mucho menos que modifique su política económica. Sin embargo, las diferencias surgieron cuando hubo que consensuar los pasos a seguir.

Por caso, los gremios que responden al gastronómico Luis Barrionuevo se expresaron a favor de volver a explorar el camino del diálogo. Una postura que encontró eco en algunos dirigentes del sector de gordos e independientes que afirman que no hay posibilidad de un cambio en el modelo económico y que el único camino posible es derrotarlos en las elecciones del año próximo. En ese sentido no ven conveniente agitar las aguas a través de un nuevo paro nacional y, sostienen, es mejor concentrarse en la unidad del peronismo, construir un frente lo más amplio posible y ganar las elecciones presidenciales.

A favor del paro se expresó una cantidad similar de gremios que da cuenta de cierto empate en la mesa de conducción de la CGT. Los más fervorosos por lanzar una nueva medida de fuerza fueron Jorge Sola de seguros y el ferroviario Omar Maturano (La Fraternidad) que se entusiasmaron con la idea de realizar una acción directa, callejera, en los días previos a la reunión del G-20. «Hay que marcarle al gobierno la cancha. Tenemos que estar en la calle», los escucharon afirmar.

Según trascendió fue el co-secretario general Héctor Daer quien buscó el equilibrio entre las posturas y de allí surgió la decisión de dilatar una semana la decisión porque, como sostuvo el dirigente de la sanidad, «el paro es facultad nuestra y podemos anunciarlo cuando creamos más conveniente».

En rigor, la existencia de comunicaciones informales con el Gobierno en general y con el ministro de la Producción y Trabajo, Dante Sica, terminó justificando la necesidad del cuarto intermedio aunque no haya esperanzas de alcanzar algún tipo de acuerdo que sea conveniente para los intereses de la CGT.

Fuente: Página 12