El Pensamiento: Un pueblo que espera que se haga la luz

Alumnos, docentes y vecinos de El Pensamiento, junto a Leandro Vesco.

Alumnos, docentes y vecinos de El Pensamiento, junto a Leandro Vesco.

En El Pensamiento, a 35 kilómetros de Coronel Pringles, pelean para la llegada de la energía eléctrica.

Todo oscuro, todo negro. La claridad se filtra a través de alguna ventana y el silencio se rompe con el funcionamiento de un motor a explosión. A lo lejos, casi sobre el horizonte, se ven las luces de Coronel Pringles. Pero para el paraje El Pensamiento la luz es algo que solo aparece cuando sale el sol y se va con el atardecer.

Son solo 35 los kilómetros los que lo separan de la cabecera distrital, y 3 del cableado eléctrico más cercano, que alimenta al sector rural. Pero cada uno de los reclamos que se hacen para llevar a cabo la obra y dotar de energía a la localidad terminan en la nada.

Son cuatro las familias que viven allí: 13 personas entre chicos, adolescentes y adultos. Ninguno se quiere ir, emigrar a la ciudad cuyas luces se ven de noche. Pero también saben que la llegada de la electricidad es prácticamente un imposible, a menos que se consiga por fuera de la prestadora, la Cooperativa Eléctrica de Coronel Pringles.

“La electrificación no la vamos a conseguir -se lamenta Mabel Durcodoy, directora de la Escuela Nº 9 de la localidad-. Desde hace años se vienen haciendo gestiones, pero la realidad es que a nadie le interesa, porque hay solo cuatro familias”.

“De noche no se ve nada, y el lugar parece una boca de lobo”, cuenta.

La docente señala que la escuela se provee de electricidad por medio de pantallas solares facilitadas desde la Provincia, aunque esto también le supone un problema en determinados momentos.

“Nos limita bastante, sobre todo en los días nublados porque tenemos que ahorrar la energía. Además, las baterías no tienen una durabilidad eterna, hay que comprarlas nuevas cada dos o tres días, y cuestan mucho”, comenta.

El viejo proyecto de la electricidad tomó nuevas fuerzas con la aparición de la ONG Proyecto Pulpería y su campaña en El Pensamiento para crear una biblioteca popular en la escuela.

Además de todos los elementos, textos y demás conseguidos, se reactivaron las gestiones con la cooperativa y se está en tratativas con Giacobone, una empresa constructora de aerogeneradores en Córdoba, para que llegue un aerogenerador como donación para la localidad. Por el momento, esta última opción parece la más viable para llegar a una solución.

“Estamos haciendo gestiones con esta firma, la única que construye estas máquinas en todo el país. Con un solo aerogenerador -cuyo costo es de unos 200 mil pesos-, toda la localidad tendría luz”, cuenta Leandro Vesco, presidente de la ONG.

“Más allá de todo esto, para la gente de El Pensamiento hay un trasfondo político, y que nadie quiere poner un peso. Ellos solo piden el cableado hasta la localidad, y después el tendido interno correría por su cuenta. Pero trataremos de solucionarlo de otra manera”, agrega.

Pulpería

La idea de conseguir la ansiada energía eléctrica para la localidad fue un desprendimiento de una nueva campaña de Proyecto Pulpería, para crear una biblioteca comunitaria en la Escuela N° 9 José Ingenieros y en el Jardín N° 5.

De acuerdo a Mabel Durcodoy, mediante las donaciones ya se han conseguido libros, un televisor, una cámara, juegos de mesa, película, revistas, útiles escolares, maderas para los estantes y hasta una antena satelital para contar con Internet, llegada por intermedio de la secretaría de Comunicaciones de la Provincia.

“De todo lo que se estaba pidiendo, solo queda conseguir una notebook y un proyector”, asegura.

La docente comentó que entre la escuela y el jardín actualmente hay nueve alumnos, a los que sumarán varios más en los próximos años, teniendo en cuenta la matrícula proyectiva.

Fuente: La Nueva