El proyecto del Concejo rosarino para prohibir las bolsas plásticas enciende alertas

Empresarios y gremios del sector advierten que la iniciativa que avanza en el Palacio Vasallo podría derivar en la pérdida de miles de puestos de trabajo

Empresarios y gremios del sector advierten que la iniciativa que avanza en el Palacio Vasallo podría derivar en la pérdida de miles de puestos de trabajo

A siete años de la aprobación de la ordenanza que prohíbe la entrega de bolsas tipo camiseta en los supermercados ubicados en Rosario, dentro del Concejo Municipal avanza un proyecto que va más allá y plantea eliminar las bolsas plásticas de todo tipo en comercios y negocios de la ciudad. La iniciativa puso en alerta a los empresarios y representantes del sector, que argumentan que la solución no es la prohibición y advierten que, en caso de aprobarse, podría implicar la pérdida de puestos de trabajo.

La Cámara de la Industria Plástica de la Provincia de Santa Fe, de Ecoplas y de la Unión Obreros y Empleados Plásticos (Uoyep) Delegación Rosario visitaron hace unos días el Palacio Vasallo para brindar detalles de la situación a quienes integran la comisión de Gobierno.

Leónidas Diez, vicepresidente de la Cámara, argumentó a La Capital que «con la prohibición no se llega a ningún lado y sobran ejemplos en distintas partes del mundo». Además, mencionó que la eliminación total de las bolsas de plástico impactaría directamente en quienes trabajan en la actividad. En la actualidad, en Rosario alrededor de 5 mil personas se desempeñan en la industria, 1.200 de ellas directamente en la confección de bolsas.

El referente valoró la recepción que tuvieron en el Concejo y la predisposición al diálogo de los ediles. En ese sentido, como contrapartida al proyecto ofrecieron conformar una mesa en la que tanto la Cámara, como el sindicato, la Municipalidad, las cooperativas y recolectores urbanos se sienten a discutir cuál es el mejor camino para la ciudad.

«Estamos a favor de la política de economía circular. El principio es la reutilización, posteriormente el recupero de una manera eficiente y luego el reciclado, que es la nueva transformación de ese material en algo nuevo», explicó a este diario. «Material recuperado es el que hoy termina en un relleno, que en realidad cumpliendo con una separación podría volver a la industria para fabricar otro producto», agregó.

Por último, Diez resaltó que «este tipo de prohibiciones nos llevan a un lugar en el que peligran puestos de trabajo». «Como industria buscamos soluciones para lo que la ciudad necesita. Creemos que somos parte de la solución y no parte del problema», finalizó.

Por otra parte, Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas, señaló en la reunión en el Concejo que «se les dificulta una prohibición lisa y llana. Apuntamos a la economía circular como cambio de paradigma”, agregó y se refirió al reciclado “como recurso” para la realización de otros productos plásticos. En ese sentido, insistió en la importancia del reciclado, incluyendo el trabajo de las cooperativas, y consignó que si se diera la prohibición “nos van a dejar sin bolsas de residuos”.

Uno de los fabricantes de la ciudad precisó que elabora las bolsas plásticas de 40 x 50 centímetros y de 45 x 60 y mencionó que trabajan con productos reciclados para realizar las bolsas y que “si hubiera más recuperados consumiríamos más”. Sostuvo que hace 15 años que está en el mercado y argumentó la imposibilidad de una reconversión.

En tanto, el titular del gremio de los trabajadores plásticos local, Alberto García, pidió a los ediles que “piensen en los trabajadores”. Subrayó la necesidad de “regular” pero no “prohibir” y sostuvo que hay empleados en el sector con “30 o 40 años de trabajo” en la actividad.

Tras ser escuchados por los concejales de la comisión de Gobierno, están expectantes por los próximos movimientos. Esperan ser convocados y que los hagan parte de la discusión de un tema tan importante para la ciudad y el sector.

El proyecto
La iniciativa es impulsada por la concejala Mónica Ferrero (bloque Socialista), quien retomó una idea que había motorizado en su momento el ex edil Lisandro Zeno.

El expediente, que ya tuvo proveído en la comisión de Ecología, impulsa la prohibición de la entrega y comercialización de bolsas en locales comerciales de la ciudad denominadas de “última bolsa descartable”. Se trata de bolsas que sólo se usan para transportar compras, de diversos tipos, aunque todas fabricadas en polietileno o plásticos no degradables. Fuera del proyecto quedaron las bolsas de rollo o bobina, que se suelen usar para llevar alimentos que no estén envasados, mayormente en verdulerías y carnicerías.

Como contrapartida, la eventual ordenanza permite a los locales comerciales que se encuadren en la misma (deberá ser la Intendencia quien determine qué rubros quedan sujetos) la posibilidad de comercializar bolsas reutilizables como las que se usan para ir al supermercado. Además, podrán fomentar esto pidiendo a los clientes que lleven sus propias ecobolsas.

Otras ordenanzas sobre plásticos
En caso de ser aprobada, esta sería una nueva ordenanza que tiene por objetivo la prohibición y minimización de la utilización de plásticos para el transporte o envase de productos.

La primera fue la que “minimiza”, desde octubre del 2015, la comercialización y entrega de bolsas tipo camiseta en hipermercados y autoservicios. La ordenanza 9.450 generó críticas en un principio por modificar un sistema histórico para la entrega de productos de compra diaria, pero los rosarinos lo fueron adoptando y en la actualidad salir sin bolsa reutilizable a hacer las compras es un descuido pasajero.

Incluso, la sanción actual por entregar bolsas de polietileno es de 1.000 a 3.000 unidades fijas (UF, equivalente a un litro de nafta súper de YPF), medida contemplada en el artículo 199 del Código de Convivencia.

En 2021 se dieron dos prohibiciones. La primera, en junio, cuando el Concejo convirtió en ordenanza la prohibición del uso de envoltorios plásticos para envasar frutas, verduras y hortalizas cuyas cáscaras actúen como protección natural. En el grupo de elementos plásticos que se buscó erradicar entran las bandejas y el papel film.

Días después, en julio del mismo año, se aprobó una ordenanza que impide la utilización de vasos plásticos y la exhibición de cucharas del mismo material en heladerías. La misma, que empezará a ser implementada en breve de manera progresiva en los comercios de este tipo, contempla que los recipientes se deben reemplazar por vasos de pasta y que las cucharas sólo deberán ser expedidas si los clientes las solicitan.

Fuente: La Capital