El trabajo esclavo representa la mitad de las víctimas de trata de personas

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El 49% de las víctimas de trata de personas, rescatadas por el Estado nacional desde 2008 hasta la fecha, ha sido explotada laboralmente, según un estudio realizado por el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, organismo dependiente del Ministerio de Justicia que se creó tras la sanción en 2008 de la ley que considera a la trata como un delito sexual.

El rescate fue realizado en el marco de la prevención del delito de trata que en Argentina aún persiste, aunque de manera decreciente, tras las políticas implementadas en el país que tienen como objetivo fomentar el trabajo registrado, acabar con la informalidad laboral y asistir a los damnificados.

Entre 2008 hasta marzo de 2015, con el mencionado programa se rescató a 8.151 víctimas de trata sexual y laboral, en el marco de causas judiciales que comprenden allanamientos, entrevistas en sedes judiciales, acompañamiento y asistencia en declaración testimonial, así como reconocimiento fotográfico o en domicilio.

Una de las formas mediante las cuales se detecta el trabajo esclavo es debido a la línea para denunciar ese tipo de delitos (la línea telefónica 145), en la cual -entre enero y marzo de este año- se recibieron 544 denuncias, siendo el 44% de ellas (247) provenientes de la Ciudad de Buenos Aires.

Si bien la esclavitud y el trabajo forzoso fueron progresivamente abolidos a nivel nacional hace casi 100 años, actualmente existen nuevas formas de reducción a la servidumbre y de acuerdo a lo señalado por la Dirección de Rescate dependiente de la cartera conducida por Julio Alak, se relacionan con transformaciones económicas y políticas del sistema capitalista y la consolidación del modelo “neoliberal”.

La explotación laboral tiene una serie de características particulares por las cuales se genera una situación de “asimetría de poderes entre la víctima y el explotador”, por ejemplo la retención de sus documentos, la falta de dinero o la imposibilidad de comunicarse.

“La trata de personas sigue sosteniéndose, entre otras cuestiones, por la naturalización de las desigualdades sociales”, destacaron, es por ello que la que se realiza con fines de explotación laboral “también es considerada una de las formas más extremas de violación de los derechos humanos”.

Fuente: La Opinión Austral