En Garuhapé la fuerza de la corriente se llevó diez viviendas

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Las familias del barrio Balneario fueron evacuadas a una escuela. Los arroyos Blanco, Tacuara y Moreno taparon puentes.

La inusual cantidad de lluvia caída desde el arranque del nuevo año -136 milímetros, de los cuales 120 se registraron desde las 0 hasta las 9 de la víspera- ocasionaron múltiples inconvenientes en la región: inundaciones de viviendas, de edificios públicos y de complejos abarrotados de turistas; cortes de rutas y caminos vecinales; cortes de luz por caída de postes y árboles a raíz del fuerte viento -de alrededor de 70 kilómetros por hora- y graves pérdidas económicas, tanto en los ámbitos directamente afectados como en el sector de la producción primaria.

En la zona, Garuhapé fue el municipio más castigado: ayer debió soportar hasta casi el mediodía el corte total de la ruta nacional 12, por el desborde del arroyo Garuhapé, e inundaciones en el barrio Balneario -próximo al puente-, donde la fuerza de la corriente se llevó diez casas, cuyos ocupantes ya habían sido evacuados a la Escuela 372.

También el agua desbordó en los puente sobre el arroyo Blanco, y otro ubicado sobre el arroyo Tacuara -ambos emplazados sobre caminos vecinales-, mientras que el arroyo Moreno sobrepasó al puente ubicado sobre la ruta provincial 220, con lo cual la zona de Colonia Mariposa y otros parajes de esa zona quedaron completamente aislados.

En tanto, Garuhapé Mí soportó la inundación de casas ubicadas en inmediaciones del lago de la zona Sur, cuyos ocupantes debieron ser evacuados al CIC, mientras que el puente que une el Sur con el Norte del paraje se vio desbordado por la gran cantidad de agua caída.

En tanto, por primera vez en casi 30 años desde que la familia Lima es propietaria de Paraíso Lodge, este complejo turístico de Jardín América sufrió la inundación de las poco más de una docena de cabañas, el edificio de departamentos que posee, así como el Centro de Convenciones y Eventos, que fueron anegados por el desborde del arroyo Tabay, causando pérdidas valuadas en cientos de miles de pesos.

El lugar estaba repleto de turistas, quienes inicialmente fueron evacuados al restaurante, mientras todos observaban cómo la fuerza de la corriente arrastraba vehículos, reventaba los vidrios del salón y arrasaba con su equipamiento, así como avanzaba sobre las cabañas.

Fuente: Territorio Digital