En Trelew hay 33 cooperativas de auto construcción y emplean a 600 personas

Viviendas sociales. Algunas de las casas construidas por las cooperativas de la autoconstrucción.

Viviendas sociales. Algunas de las casas construidas por las cooperativas de la autoconstrucción.

Suelen estar conformadas por 18 miembros, que cobran un sueldo mensual cercano a los 5.300 pesos. Las casas son edificadas por ellos para los vecinos del barrio que tienen más necesidades. El IPV colabora con financiamiento para la mano de obra y los materiales, mientras el municipio aporta las tierras.

Se puede decir que de dos años a esta parte ha habido un “boom” de las cooperativas de autoconstrucción de viviendas en Trelew. El fenómeno surgió allá por 2009 y se fue consolidando, mediante el trabajo conjunto entre el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) y el propio municipio, que colabora con la cesión de tierras.

Actualmente las cooperativas de trabajo son 33 y emplean a cerca de 600 personas. Se fueron organizando entre los vecinos, entre gente desocupada y distintas agrupaciones sociales. Se distribuyen entre los barrios Primera Junta, Moreira 3, barrio Este y en la zona norte de Trelew. Así la economía social sirve para incorporar vecinos al trabajo y para paliar parte del déficit habitacional de las zonas más carenciadas.

Para 2014 se estima que se van a ejecutar y adjudicar 208 viviendas por esta vía, además de iniciar otras 126, que también podrían ser terminadas y entregadas en el transcurso de este año.

Desde el 2009 estas organizaciones vienen trabajando con el IPV, bajo un convenio donde reciben financiamiento para la compra de los materiales, además de una ayuda solidaria para pagar la mano de obra. La mano de obra son los propios vecinos, que integran las cooperativas y construyen las viviendas sociales. El municipio de Trelew colabora con la entrega de lotes.

La beca o “ayuda solidaria” es actualmente de 5.300 pesos por cada integrante de la cooperativa. En promedio hay 18 trabajadores por cada una de estas organizaciones sociales. De las 33 que se registran, 24 cuentan con el convenio con la Provincia, a través del IPV, mientras que las otras 9 se manejan con un esquema similar, pero son cofinanciadas con Nación.

A partir de este año el IPV está cambiando la modalidad de trabajo con las cooperativas, pasando del formato de ingreso fijo por cooperativas (ayuda solidaria), al monto por vivienda. Sólo una organización está trabajando al día de hoy con esta modalidad. En el mes de junio podrían sumarse otras. Este nuevo sistema les brindaría una mayor autonomía a las cooperativas, que deberán administrar su propio presupuesto, destinando los recursos para mano de obra y otros gastos.

Uno de los que sigue de cerca el trabajo de las cooperativas es el secretario de Desarrollo Humano y Familia de Trelew, Jorge Etcheperaborda. “Hay que destacar el trabajo que están llevando adelante. Por su propia cuenta se fueron organizando y logrando un enlace con el IPV. Merecen ser reconocidas (las cooperativas) por esta solución habitacional que promueven y por la autogeneración de su propio empleo”.

“Resuelven una cuestión ocupacional y social, porque ellos sí construyen viviendas sociales y ayudan a achicar esa brecha que se abrió con el déficit habitacional”.

Semanas atrás Jornada publicó un informe que daba cuenta de la necesidad de construir al menos 300 nuevas viviendas sociales para poder solucionar el déficit habitacional existente en los barrios más pobres.

Etchepareborda explicó que “ellos a medida que van consiguiendo financiamiento para construir viviendas, van solicitándole los lotes a la Municipalidad y nosotros desde la coordinación de Planificación de Desarrollo y Tierras le vamos buscando las oportunidades en tierras para que sigan avanzando. El IPV otorga el financiamiento para la compra de los materiales y para la mano de obra. Esto es un trabajo articulado que está funcionando socialmente bien”.

La voz de las Cooperativas

El Económico habló con dos de las cooperativas de autoconstrucción que funcionan en la ciudad: Fénix y La Reconstrucción.

Adrián Wies, referente de Fénix, contó su experiencia. “Es una cooperativa de trabajo conformada por 19 compañeros, 16 trabajan en la autoconstrucción de viviendas. Nosotros venimos trabajando en este sistema desde el 2012. Participamos con otros compañeros para conformar el nuevo sistema con el IPV por monto de obra, para poder ponerle un precio a las viviendas y que cada cooperativa tenga la autonomía que se merece para manejar un fondo. Si bien somos todos cooperativistas, no dejamos de ser una economía social. Esto (el nuevo sistema) nos permitiría que los compañeros puedan tener un mejor ingreso y una vida más digna”.

Hasta ahora el sistema era de pago mensual e igual para todos los integrantes. Ahora los fondos serán pasados a las cooperativas para que los administren.

“Las cooperativas somos entidades sin fines de lucro y por lo tanto no tenemos un concepto de ganancia, no se cobra un sueldo como en otras empresas, pero si el retorno, que es lo que le correspondería efectivamente a cada compañero de acuerdo al trabajo realizado”, explicó Wies.

El líder cooperativo aclaró que “de todos modos nosotros estamos conformados como cooperativa de trabajo, ya que además de viviendas podemos hacer capacitaciones y forestación. Desde el 2010 tenemos la matrícula”.

Puntualizó que “mucha gente no está acostumbrada con el término de economía social o solidaria. Es una economía alternativa a la economía de mercado, a la capitalista. Y esto permite reivindicar el derecho de los compañeros y muestra que las cooperativas somos capaces de manejar sueldos. Porque mucha gente clasificó a nuestra gente pensando que eran piqueteros, vagos y un montón de cosas que no tenían nada que ver con nosotros. Muchos compañeros aportaron ideas para que este sistema se aplique. Significa un gran avance porque nos da la autonomía como entidades para crecer”.

Por su parte, destacó la lucha que se llevó adelante para conseguir nuevos logros y mejores condiciones laborales. “El nuevo sistema surgió a partir de la lucha de mucho tiempo. Hace unos años se nos amenazó con darle de baja al sistema y después empezaron una serie de reuniones para terminar con los conflictos salariales. Para tratar de dar por finalizada la lucha, por el tema de aguinaldo y los aumentos”. De allí nació esta propuesta de que algunas cooperativas puedan administrar los fondos de los gastos generales y la mano de obra y de esa manera nosotros determinar cuánto tiene que ganar cada compañero, en una escala salarial, y de esa manera premiar a los compañeros. Porque con el sistema de becas todo el mundo ganaba lo mismo. No podés premiar al que se esfuerza”.

José Duarte es uno de los nombres que lideran la cooperativa de autoconstrucción La Restauración. “Siempre nos manejamos con el IPV. La cooperativa ya lleva tres años y estaríamos pasando al sistema de cobro por obra a partir de junio, ya que hasta ahora sólo una cooperativa está trabajando con este sistema”.

Duarte señaló que en los últimos años fue cuando se disparó esta forma de empleo dentro de los barrios más humildes. “Hace 5 años empezaron tres o cuatro cooperativas y ahora fue el boom. Hace dos años atrás esto estalló y empezaron a surgir distintas cooperativas para llegar a las 33 que somos hoy”.

“Nosotros, trabajamos 9 horas en la cooperativa y tenemos buenos muchachos que nos rinden. Tenemos trabajo todo el año. Cuando entregamos las viviendas, no surgen otras cosas. Tenemos continuidad de trabajo. En la tercera etapa vamos a empezar 6 viviendas”, aseguró el referente de La Restauración.

Por su parte, detalló quiénes son los beneficiarios de las casas que edifican. “Son socios de las cooperativas a quienes se les construyen. Nosotros tenemos un listado de gente y de ahí vamos chequeando quiénes tienen más necesidades”, concluyó el miembro de La Restauración.

Fuente: Jornada