En tres meses hubo una estrepitosa caída en las ventas en La Quiaca

El dólar bajo y la alta inflación los sufre el sector formal como informal, favoreciendo al comercio de Villazón. Ahora por $100 argentinos se ofrecen $8 bolivianos, cuando antes el cambio era 100 por 5.

El dólar bajo y la alta inflación los sufre el sector formal como informal, favoreciendo al comercio de Villazón. Ahora por $100 argentinos se ofrecen $8 bolivianos, cuando antes el cambio era 100 por 5.

La recesión económica está afectando a uno de los sectores que generan fuentes de trabajo genuino en La Quiaca.

Los vaivenes económicos ligados a la inestabilidad económica, siempre favorecen a un lado u otro de la frontera argentino-boliviana.

Desde el 2016, exceptuando la pandemia, que el comercio tenía pleno auge en La Quiaca. Pero ahora miles de familias que dependen directa o indirectamente del comercio están sin trabajo, ya que las ventas allí o en Villazón en los últimos tres meses descendieron drásticamente, siendo el principal factor la situación cambiaria y la inflación.

En un relevamiento realizado por El Tribuno de Jujuy, se constató que varios comercios cerraron y hay una gran incertidumbre porque nadie compra ni vende, tanto argentinos y bolivianos se ven afectados por tal situación.

La baja en el precio del dólar a 990 pesos y la suba indiscriminada de precios en diferentes rubros generaron que los ciudadanos de Bolivia ya no crucen hacia La Quiaca a realizar compras.

La fiebre del consumismo por productos argentinos está en jaque, y la especulación y la remarcación de precios influye bastante.

Ayer, con cien pesos argentinos se podían adquirir 8 pesos bolivianos, cuando anteriormente equivalían a 5. Pero algo impensado e histórico es que nunca el peso argentino se devaluó tanto en relación a la moneda del hoy Estado Plurinacional de Bolivia.

Al mermar las ventas, sectores como fletes, carritos de mano, estibadores y hasta vendedores de comida también comenzaron a quedarse sin trabajo, en la rueda de la economía local.

Esto implica además, menor recaudación en tributos municipales.

Gustavo Farfán, comerciante mayorista, dijo a El Tribuno de Jujuy que «las ventas bajaron demasiado, solo comparado con el gobierno de Macri. Lamentablemente algunos comercios están cerrando y otros hacen lo imposible para no despedir empleados», sostuvo.

Hay productos que tienen un costo elevado, como la harina, el aceite, arroz y azúcar, entre otros, por lo que para el comerciante mayorista es todo un inconveniente al momento de reponer productos.

Ante la consulta de que si conviene la baja del dólar a La Quiaca, Farfán dijo: «Es neutro, porque la moneda de ellos vale menos, pero nuestros precios son más caros», sostuvo.

De allí se desprende la variable de precios de un día para otro, y la especulación en esta frontera norte proviene de los exportadores, quienes optan por vender los productos antes mencionados directamente a Bolivia.

Con la crisis económica, los vecinos quiaqueños y quienes llegan de localidades vecinas para abastecerse en la principal urbe puneña, primero buscan precios y al no encontrar valores convenientes por la «inflación en dólares» que se da en el país, optan por cruzar la frontera y comprar en Villazón, ya que hay una diferencia notable si se hace la comparación.

Por eso ahora artículos esenciales, como azúcar, arroz, papel higiénico y demás, se importan al por menor, ya que los quiaqueños y puneños los traen para consumo personal.

Antes, pobladores de Villazón y del sur de Bolivia cruzaban la frontera con la finalidad de adquirir no solo mercaderías al por mayor, sino también artículos para uso individual; carnes, verduras, frutas, higiene personal eran los productos más buscados.

Ese panorama cambió drásticamente en estos tres meses del 2024, y el futuro no es muy alentador.

El movimiento del puente internacional aumentó, los quiaqueños cuidan los pesos argentinos reflotando el comercio villazonense, porque ahora adquieren lo justo y necesario «Made In Argentina».

Con los comerciantes quiaqueños de «capa caída», los negociantes de Villazón esperan que el dólar siga bajando y los precios sigan subiendo en Argentina para que haya más ventas en esa ciudad boliviana, lo que ya viene sucediendo.

Fuente: El Tribuno