Flores: Más palos para los manteros
Otra vez, la Policía de la Ciudad rodeó, golpeó y detuvo a vendedores ambulantes del barrio de Flores durante un desproporcionado operativo que cercó ayer un perímetro de 30 manzanas
06/08/2018 MUNICIPIOSOtra vez, la Policía de la Ciudad rodeó, golpeó y detuvo a vendedores ambulantes del barrio de Flores durante un desproporcionado operativo que cercó ayer un perímetro de 30 manzanas dentro del cual hubo secuestro de mercaderías, amenazas y razzias contra los trabajadores. El saldo fue de cuatro detenciones y un herido que fue trasladado con convulsiones producto de la golpiza policial.
“Después de varios días de tranquilidad hicieron un operativo en el que salieron a cazar vendedores y transeúntes. Los persiguieron en moto, les apuntaron con itacas y golpearon a los que filmaban con teléfonos. Buscan causar una conmoción social”, relató Omar Guaráz, titular de la agrupación Vendedores Libres.
La redada sacudió la tranquilidad de esa zona céntrica del barrio porteño de Flores que desde los últimos años fue escenario de operativos de represión contra manteros y ambulantes. El último de ellos fue a mediados de junio pasado y cobró notoriedad porque, en un acto de suma brutalidad, un policía con una navaja hirió de gravedad el brazo de un vendedor de origen senegalés.
Desde entonces hubo procedimientos de menor intensidad. Hasta que esta mañana, patrulleros, carros hidrantes, camiones celulares y motocicletas “salieron a cazar vendedores”, definió Guaráz a Página/12.
Muchos de los comercios de la zona cerraron sus puertas mientras en la calle se sucedían las corridas, golpizas y detenciones. El hecho más grave tuvo como víctima a Jorge Eduardo Vega, quien en una de las corridas fue atropellado por un taxi y que, mientras estaba tirado en el piso, fue rodeado por una decena de agentes de la Comisaría 50 que lo golpearon, según contó el titular de Vendedores Libres.
La golpiza se detuvo cuando Vega comenzó a convulsionar y un sobrino de aproximadamente 20 años acercó para socorrerlo. El joven también fue golpeado y detenido. Luego los policías llamaron al SAME, que a los diez minutos llegó al lugar y atendió al hombre que estaba tirado en el piso.
Mientras tanto, la acción continuaba. “Los policías amenazaban a todo aquel que se solidarizara con los vendedores, los apuntaba con itakas y amenazaba para que se alejaran”, prosiguió Guaráz.
El operativo fue desplegado sobre Avellaneda, Nazca, Rivadavia y Bahía Blanca. A diferencia de otras veces, hubo policías motorizados que “lanzaron una cacería” con todo aquel vendedor ambulante que intentara escapar y que estuviera adentro de ese perímetro. Los detenidos fueron cuatro y hasta entrada la tarde no se informó a qué sede policial se los había trasladado. Las comisarías de la zona son la 50, 38 y 13, donde está la alcaidía 4, que es en la que se alojaron a los apresados en operativos anteriores.
Entre los detenidos había una persona de origen senegalés y que “aparentemente no era un vendedor”, es decir que “las detenciones fueron al voleo”, sostuvo el dirigente de los vendedores. “Lo que van a hacer con ellos es lo de siempre: se los imputa con cualquier acusación ante el fiscal, se los detiene y se le niega información a la Defensoría de la Ciudad”, añadió Guaráz.
Para el dirigente, el despliegue del reforzado operativo de esta mañana tiene un objetivo, “causar conmoción social y generar miedo”. Además, contó que la presión sobre los vendedores ambulantes no fue solo en las calles. Cuando algunos de ellos estuvo detenido, continúo, “se le revisaron los teléfonos celulares para sacarles información”.
En su opinión, el procedimiento de hoy y de los días anteriores es la antesala de “la vuelta de los edictos policiales”. “Con la reforma del Código Contravencional (que se trata en la Legislatura porteña) buscan darle a la policía la capacidad para detener sin orden judicial a los contraventores e instalar nuevamente la figura de ‘intimidación y hostigamiento’ para atribuírselas a los vendedores que se defienden”, concluyó.