El gobierno y la CGT llegaron a un principio de acuerdo por ganancias

El texto será expuesto hoy a gobernadores y senadores. Si hay consenso, se haría ley esta misma semana. Cambiarán las escalas

El texto será expuesto hoy a gobernadores y senadores. Si hay consenso, se haría ley esta misma semana. Cambiarán las escalas

El gobierno nacional y el triunvirato que conduce la CGT llegaron hoy a «un principio de acuerdo» para un nuevo proyecto de reforma del impuesto a las ganancias y que hoy sería sometido a consideración de los gobernadores provinciales y legisladores de ambas cámaras.

El proyecto consensuado estipula que el nuevo mínimo no imponible que regiría a partir de 2017, para el trabajador casado con dos hijos, alcanzaría a 37.000 pesos brutos mensuales y para el soltero sin carga familiar a 27.941 pesos brutos mensuales.

Entre los temas acordados figuran una modificación a las escalas del gravamen, que se iniciaría con un alícuota del 5 por ciento, una deducción hasta 4.000 pesos del monto de los alquileres, la exención de las horas extras de días no laborables y feriados y la eximición de hasta el 40 por ciento de los viáticos. También se mantendrá en la misma categoría al trabajador cuyas horas extras le otorguen un salario que lo haría subir de categoría. El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, sostuvo que «la idea es que el aguinaldo tampoco se vea afectado», por el impuesto.

Este proyecto será puesto a consideración, en una reunión que mantendrán hoy a las 11, funcionarios nacionales con los gobernadores provinciales con quienes se analizará, por ejemplo, las vías para financiar el costo fiscal de los cambios propuestos, y luego por la tarde con representantes de los bloques parlamentarios de ambas Cámaras del Congreso.

Según trascendió de fuentes oficiales, una de las vías de financiación, sería la aplicación de un impuesto a los juegos de azar tomando como base el proyecto que había sido presentado por el PRO quedando descartadas los intentos por gravar los activos financieros, tal como proponía el massismo.

También los mismos voceros detallaron que la idea es actualizar las escalas del monotributo en un 75 por ciento, llevando la categoría máxima de 600.000 a 1.050.000 pesos.

En el caso de las deducciones por cónyuges, se buscará mantener la misma proporcionalidad. En lo que refiere a las escalas, el proyecto prevé el siguiente esquema: salarios en bruto para casados con dos hijos entre 37 y 57 mil pesos pagarán 5 por ciento; entre 57 y 77 mil pagarán 9 por ciento; entre 77 y 97 mil pagarán 12 por ciento; entre 97 y 117 mil pagarán 15 por ciento; entre 117 y 157 mil pagarán 19 por ciento; entre 157 y 197 mil pagarán 23 por ciento; entre 197 y 277 mil pagarán 27 por ciento; entre 277 y 357 mil pagarán 31 por ciento y más de 357 mil pesos pagarán 35 por ciento.

Los principales puntos del acuerdo fueron explicados en conferencia de prensa por los ministros de Trabajo, Jorge Triaca; del Interior, Rogelio Frigerio, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, tras la reunión que mantuvieron en la sede de la cartera laboral con los triunviros de la CGT Héctor Daer, Juan Carlos Schmid, y Carlos Acuña.

Tras ese encuentro, Daer destacó en declaraciones a la prensa que con este proyecto «están saliendo 400.000 trabajadores del pago del impuesto». Explicó que quienes siguen incluidos «van a pagar mucho menos», y remarcó que «la gran ventaja que tiene el proyecto es que establecimos una fórmula de actualización» con el índice del Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) «que va a modificar el mínimo no imponible, las escalas, y todos los valores de las deducciones».

A su turno, Frigerio sostuvo que el gobierno está abierto a la discusión y a la posibilidad de encontrar vías alternativas «para financiar este enorme esfuerzo para mejorar el impuesto».

Sin embargo, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, consideró que «no es significativo» el aumento del costo fiscal. «Estimamos que vamos a terminar con entre 5 y 8 mil millones de pesos arriba de nuestro presupuesto inicial calculado en 27 mil millones de pesos», dijo. El funcionario estimó que la alternativa de financiamiento «seguramente va a pasar» por el impuesto al juego.

El oficialismo y los sindicalistas confían en que el nuevo proyecto sea tratado mañana en el Senado y el jueves en Diputados y que el nuevo esquema comience a regir desde el 1º de enero de 2017.

Para ello tiene que haber un amplio consenso que permita primero, incorporar los cambios en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Alta entre mañana a la tarde y el miércoles por la mañana más tardar.

Luego llevarlo al recinto el mismo 21 de diciembre en sesión, para lo cual el oficialismo deberá reunir los dos tercios de los senadores presentes para habilitar su tratamiento sobre tablas.

En ese sentido, hay que ver cómo se resuelve la interna del PJ que la semana pasada se vio muy agitada por este tema. El respaldo cegetista y de los gobernadores puede ayudar.

De concretarse esa movida en el Senado, el proyecto debería ser girado ese mismo día a Diputados ya que por tener modificaciones la iniciativa debe volver a ser tratada en esa Cámara.

Fuente: La Capital Rosario