El Gobierno y la UIA hicieron las paces, pero dejaron afuera a las pequeñas empresas
Tras la escalada de la última semana, representantes de la UIA se reunieron con Marcos Peña y firmaron la paz. Se comprometieron a profundizar el trabajo en conjunto y negaron la crisis. El sector PYME se quejó por haber quedado afuera.
Tras la escalada de la última semana, representantes de la UIA se reunieron con Marcos Peña y firmaron la paz. Se comprometieron a profundizar el trabajo en conjunto y negaron la crisis. El sector PYME se quejó por haber quedado afuera.
Tras una semana de declaraciones que reflejaron un incremento de la tensión, la Unión Industrial y el Gobierno de Mauricio Macri se sentaron ayer en una mesa a limar asperezas. Según comunicó la propia UIA, del encuentro que capitaneó Marcos Peña, Jefe de Gabinete, se pasó en limpio el abordaje de temas como la Ley de “Financiamiento Productivo” y el régimen de “Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores Nacionales”.
Además de Peña participaron Miguel Acevedo, junto a los vicepresidentes Luis Betnaza y Daniel Funes de Rioja, frente al ministro de Producción, Francisco Cabrera, autor de la ya célebre frase que mandó a los industriales a «invertir» en lugar de «llorar».
Pero además se anticipó que habrá un trabajo conjunto en las mesas sectoriales “para analizar los pormenores de cada cadena de valor y entender las dificultades que tienen”. La UIA consideró “clave” el trabajo coordinado “porque somos un sector mayoritariamente pyme que presenta dinámicas diferentes hacia su interior” y celebró que equipos técnicos del sector y del Gobierno vayan a “profundizar el perfil técnico de la agenda. Un trabajo que requiere del monitoreo cotidiano para evaluar los diferentes niveles de impacto en la competitividad”.
Los que no estuvieron de acuerdo fueron los Pequeños y Medianos Empresarios nucleados en APYME, que lanzaron un comunicado lapidario en el que acusaron a la UIA de buscar “asegurar, como siempre lo han hecho, su máxima rentabilidad a costa del resto de los sectores de la economía”.
La organización presidida por Eduardo Fernandez advirtió que el contexto económico tiene como principal indicador “el retroceso y el estancamiento de la industria local, con un promedio de 62% por ciento de utilización de la capacidad instalada, la caída continua del mercado interno y un gigantesco déficit de la balanza comercial por la avalancha de productos importados de consumo final e intermedios” que afecta principalmente a las PYMES.
Además, habló de “ahogo financiero y fiscal, falta de acceso y encarecimiento del crédito aumento desproporcionado de tarifas, invasión de productos extranjeros, caída en las ventas e incremento de costos por la alta inflación y las tendencias alcistas del dólar”, razones por lo cual, dijo, “el sector de las Pymes está en emergencia”.
