El gobierno de Michel Temer arranca con recortes de 4.000 empleos públicos

Lo afirmó el ministro de Planificación, Romero Jucá, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión del nuevo gabinete brasileño para achicar la crisis.

Lo afirmó el ministro de Planificación, Romero Jucá, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión del nuevo gabinete brasileño para achicar la crisis.

Una de las primeras metas del Gobierno del presidente interino de Brasil, Michel Temer, será recortar al menos 4.000 empleos públicos como herramienta para reducir los gastos y aumentar la eficacia, anunciaron ayer fuentes oficiales.

«La meta es que, para el 31 de diciembre de este año, tengamos 4.000 cargos públicos menos de los que teníamos el 1 de enero», afirmó el ministro de Planificación, Romero Jucá, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión del nuevo Gabinete. Temer, hasta el jueves pasado vicepresidente de Brasil, asumió como interino tras la decisión del Senado de separar del cargo a la presidente Dilma Rousseff, mientras la somete a un juicio político por supuestos maquillajes en los balances fiscales del Gobierno. Antes de la intervención de Jucá, el flamante ministro de Finanzas de Brasil, Henrique Meirelles, sostuvo que «se recortarán los gastos y privilegios para los que no lo necesitan».
El titular de la cartera económica hizo la aclaración para luego sostener que se continuarán con los planes sociales para los que «realmente los necesitan».

En diálogo con el programa Buenos Días Brasil, del canal de televisión O Globo, Meirelles sostuvo que «el gasto tiene varios componentes», y repitió que el gobierno encabezado por Temer no recortará los planes sociales.

«Los programas sociales son esenciales para aquellos que lo necesitan», dijo Meirelles.

«Los programas sociales representan una pequeña parte del presupuesto, pero son esenciales para aquellos que lo necesitan. Por eso se mantendrán», enfatizó.

Luego sostuvo que se empezó a relevar el verdadero estado de las finanzas públicas del país. «Estamos trabajando en los objetivos del gasto público. Las cuentas deben ser mantenidas en términos nominales», dijo.

Reuniones secretas

El nuevo presidente interino de Brasil, Michel Temer, se reunió al menos dos veces en 2006 con funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Brasilia para comentar la situación política y las posibles alianzas electorales, reveló ayer el portal Wikileaks.

Temer, entonces diputado y presidente del partido de centro derecha PMDB, consideraba que la elección de Luiz Inacio Lula da Silva había creado una «enorme esperanza» en la población, pero a la vez pensaba que su desempeño en la presidencia había sido decepcionante, por lo que evaluaba la posibilidad de que su organización política lanzase un candidato propio.

También contemplaba hacer una alianza electoral con el PT, en caso de que una candidatura propia no fuese viable.
Las declaraciones de Temer se encuentran recogidas en un cable confidencial pero no clasificado del departamento de Estado de Estados Unidos, fechado el 11 de enero de 2006.

Al publicar esos informes, Wikileaks identificó a Temer en su cuenta de Twitter como un «informante de inteligencia» de Estados Unidos.

Según el documento, Temer criticaba a Lula por su «visión estrecha» y el «acento excesivo que colocaba sobre los programas sociales que no promueven el crecimiento o el desarrollo económico».

Henrique Meirelles anunció cortes de gastos innecesarios

El nuevo ministro brasileño de Hacienda, Henrique Meirelles, anunció ayer estrictos cortes en el gasto público, pero aseguró que mantendrá los programas sociales que hereda de los 13 años de gobierno del Partido de Trabajadores (PT) de Dilma Rousseff. «No hay duda, el presidente (interino, Michel Temer) dijo que los programas sociales se mantendrán», aseguró Meirelles en una rueda de prensa en Brasilia, en la que afirmó que la prioridad ahora «es controlar el gasto público». Meirelles, que fue presidente del Banco Central durante el gobierno de Lula da Silva (2003-10), asume el ministerio más importante del Gobierno con el objetivo de sanear la economía de Brasil. Temer, enemigo público de Rousseff, asumió el jueves el gobierno del gigante sudamericano después de que el Senado apartara del cargo a la presidenta Rousseff para juzgarla por supuesto «maquillaje» en las cuentas públicas. «El país espera acción y cambio en el rumbo de la economía», dijo el ministro, que anunciará el lunes el nombre del nuevo presidente del Banco Central. Meirelles señaló además que impulsará reformas a las leyes de pensiones y de trabajo.

Y no descartó la creación de nuevos impuestos, al ser consultado sobre un tributo a las transacciones financieras impulsado sin éxito por Rousseff en el Congreso.

Fuente: El Tribuno Salta