Gravísimo: uno de cada diez niños es sometido a explotación laboral en la Argentina

Alrededor del 10% de los niños argentinos que tienen entre 5 y 15 años desarrollan alguna actividad laboral, cifra que se duplica en ámbitos rurales y se triplica entre los adolescentes.

Alrededor del 10% de los niños argentinos que tienen entre 5 y 15 años desarrollan alguna actividad laboral, cifra que se duplica en ámbitos rurales y se triplica entre los adolescentes.

Alrededor del 10% de los niños argentinos que tienen entre 5 y 15 años desarrollan alguna actividad laboral, cifra que se duplica en ámbitos rurales y se triplica entre los adolescentes, alertó el secretario Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) del Ministerio de Desarrollo Social, Gabriel Lerner.

Estos datos fueron presentados este jueves por el responsable de la Senaf durante el Encuentro Nacional de Sensibilización para la Erradicación del Trabajo Infantil, realizado de manera virtual y organizado por esa secretaría del Ministerio de Desarrollo Social y las de Articulación de Política Social y la de Abordaje integral de la misma cartera y el Ministerio de Trabajo, a través de la subsecretaría de Políticas de Inclusión en el mundo laboral.

En cuanto a la intensidad de la jornada que desarrollan los niños y jóvenes, Lerner manifestó que «tampoco es homogéneo». A modo de ejemplo, dijo que «mientras en los niños muy pequeños algunas minorías desarrollan jornadas muy intensas de actividades productivas que desplazan la actividad educativa o desplazan las posibilidades de juego, en la adolescencia se intensifica el tema de jornadas intensas de trabajo, que en algunos casos los asimila prácticamente a un tipo de vida cotidiana de la del mundo laboral adulto».

También aludió al perjuicio que causa el trabajo prohibido en los niños y adolescentes en lo concerniente a la inclusión educativa: «En las zonas urbanas el 87,5 % de los adolescentes tienen alguna participación en el sistema educativo, en las áreas rurales la inclusión en las escuelas de los adolescentes se reduce fuertemente al 75%. En las zonas urbanas el 28 % de los adolescentes que trabajan no van a la escuela y el 16,5% de sus pares mujeres tampoco van a la escuela».

Lerner advirtió que en cualquier explotación laboral en la infancia se vulneran fuertemente un conjunto de derechos que reconoce la Convención y las leyes del país: «Se vulnera el derecho a la educación, al esparcimiento, al juego y también se vulnera el derecho a la salud. Especialmente la salud mental, ya que los menores asumen tareas para las que todavía no han alcanzado el grado de madurez mental suficiente para ese tipo de responsabilidades».

«En última instancia se vulnera el derecho a ser niño», resaltó en declaraciones citadas por la agencia de noticias Télam.

En ese sentido, Lerner indicó que en nuestro país la explotación laboral de niños y adolescentes «está muy asociada a la población más pobre y con recursos muy bajos», aunque advirtió que «hoy con los altos niveles de pobreza ese porcentaje también se extendió a una parte muy importante de la población».

De todas formas, el funcionario destacó que «hubo avances culturales y normativos muy importantes, por ejemplo la Ley 26.390 que levantó la edad por la que debajo de la cual el Estado Nacional dice ‘no debe haber trabajo infantil’ y tenemos la Ley 26.847, que penalizó la práctica de aquellos que lucran con el trabajo infantil».

Fuente: MDZ