Grecia: los jubilados son las primeras víctimas del corralito

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La crisis afectó principalmente la capacidad de las clases más vulnerables.

Tsipras llamó a votar al no. «Ayudará a lograr un acuerdo mejor», afirman.

«­Que se vayan al diablo!», encolerizados o resignados, los jubilados griegos sin tarjeta de crédito acudían ayer a los bancos, abiertos excepcionalmente para ellos, a retirar 120 euros para el resto de la semana.

«He trabajado más de cincuenta años en el mar, y ahora estoy mendigando 120 euros», dice furioso un jubilado al salir de una sucursal del Banco del Pireo en la calle Stadiou, en pleno centro de Atenas.

«He tomado los 120 euros, pero ahora no tengo dinero para los medicamentos de mi mujer, que ha sido operada y está enferma», cuenta.

El pasado fin de semana, el gobierno de Alexis Tsipras ordenó un corralito, una semana antes del referendo sobre las condiciones de los acreedores internacionales para seguir financiando al país.

En virtud de este control de capitales, los bancos están cerrados desde el pasado lunes y hasta el 6 de julio, inclusive.

Los titulares de cuentas pueden retirar con su tarjeta en los cajeros automáticos un máximo de 60 euros al día y por persona.

Excepcionalmente, los bancos estarán abiertos ayer, mañana y viernes, exclusivamente para que los jubilados que no poseen tarjeta de crédito o débito puedan retirar en efectivo un total de 120 euros. Aquellos que tengan tarjeta, en cambio, podrán retirar 60 al día, como todos los demás clientes.

«Me da vergenza mi país. Todos tienen la culpa, tanto Samaras como Tsipras», dice en Tesalónica un pensionista de unos 80 años, refiriéndose a los dos últimos primeros ministros griegos.

En las sucursales abiertas, cerca de 1.000 en todo el país, los pensionistas estaban siendo atendidos por orden alfabético, o bien tras haber pedido número.

La presencia policial y de empleados controlando la entrada es visible. En algunas sucursales, puede leerse junto a la puerta una pintada en tinta negra que dice: «Mejor tener el dracma y ser pobres que tener el euro y ser esclavos».

El nerviosismo y hasta la exasperación son evidentes. «Como pueden ver tenemos mucha suerte», dice con ironía una señora junto a una sucursal de Alpha Bank, frente a la Universidad de Atenas.

«Que se vayan al diablo», espeta otro jubilado luego de salir de un banco, refiriéndose al Gobierno y sus acreedores internacionales, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

A la vuelta de la calle, algunos, no jubilados y también faltos de tarjeta, tratan de negociar para acceder al dinero de sus cuentas. Pero el «no» de los empleados es categórico.

Teniendo en cuenta que los bancos no reabrirán hasta el martes, la cantidad que pueden retirar los jubilados sin tarjeta corresponde a 20 euros por día. Aunque un pensionista que esperaba su turno en el Banco Nacional confiaba en que gastará menos de eso.

«Sospecho que las cosas no van bien, cuando andan imponiendo todo el tiempo restricciones de este tipo. Que Dios nos ayude», dice en un tono más resignado Thanasis, exobrero de la construcción durante veinte años.

Otros en cambio miran la historia y se acuerdan de cuando pasaron tiempos peores, como es el caso de Dionisia Zafiropoulou, exempleada de la compañía eléctrica DEI. «Yo viví la ocupación nazi, he vivido momentos difíciles, y tengo la convicción de que también superaremos éste» se ilusiona.

El Papa pidió rezar por los griegos

El papa Francisco pidió rezar por Grecia debido a que «preocupa la situación social y económica» que atraviesa, informó ayer el Vaticano.

«El Santo Padre desea que todo el pueblo heleno sienta su cercanía, sobre todo las familias duramente puestas a prueba por una crisis humana y social tan compleja como dura», señaló el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

También destacó que «la dignidad de la persona debe permanecer en el centro de cualquier debate político y técnico, así como a la hora de tomar decisiones».

El referéndum, clave

La conulta popular propuesta por el Gobierno de Grecia sobre aceptar o no las condiciones de pago impuestas por los acreedores europeos se realizará el domingo.

SI: Alexis Tsipras, PRIMER MINISTRO GRIEGO

Según el mandatario heleno, el triunfo de la negativa será un «paso decisivo para un acuerdo mejor». El primer ministro aseguró que quiere a toda costa mantener a su país en el euro. Ayer, las nuevas propuestas griegas junto a una carta de Tsipras a la eurozona fueron rechazadas.

NO: Angela Merkel, CANCILLER ALEMANA

«La puerta a las conversaciones con el Gobierno griego siempre ha estado, y sigue, abierta», afirmó Angela Merkel.

Los ministros de Finanzas de la zona euro decidieron que la mejor opción es esperar. El presidente francés, Francois Hollande, afirmo que desea que «Grecia siga en la zona euro».

Países afectados

Alemania: 15.200 millones es la cantidad en euros que generaría el default para el país teutón. La cifras están basadas en cálculos del banco Barclays.

Francia: 11.400 millones. El país galo es el segundo más afectado por la insolvencia griega. Hollande teme entrar en un «período de turbulencias».

Italia: 10.000 millones: además de los préstamos directos, Italia también pierde 27.000 millones aportados al Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF).

España: 6.700 millones de euros es la cantidad en préstamos directos más 18.100 en contribuciones al FEEF. El presidente Mariano Rajoy afirmó: «Si Tsipras gana el referéndum, Grecia tendrá que salirse del euro».

Holanda: 3.200 millones. El país de los tulipanes perderá esa cantidad en créditos directos y 8.700 millones en aportaciones al FEEF.

Fuente: El Tribuno, Salta