Gremios con diferentes reacciones

Sin pronunciamiento oficial, desde la central obrera dejaron trascender su conformidad con el bono al que se sumaron los estatales. Desde el Frente Sindical, las CTA y los movimientos sociales anunciaron que seguirán adelante con el paro.

Sin pronunciamiento oficial, desde la central obrera dejaron trascender su conformidad con el bono al que se sumaron los estatales. Desde el Frente Sindical, las CTA y los movimientos sociales anunciaron que seguirán adelante con el paro.

El Gobierno extiende el “bono” findeañero en cuotas a estatales y fuerzas de seguridad. La CGT parece conforme por haberle arrancado “algo” a la administración macrista a cambio de “paz social” y así “levantar” la amenaza de una nueva huelga general. Pero el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN), junto a las otras centrales sindicales (las CTA Autónoma y de los Trabajadores) y movimiento sociales consideran que el bono es un mero paliativo que no cubre la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores formales, que deja afuera a jubilados, organismos estatales descentralizados –como INTA y Anses–, y a los trabajadores informales que representan un 40 por ciento de la población económicamente activa, en medio de la incertidumbre anunciada de las pymes para afrontar el pago. Los sectores gremiales más duros buscan confluir en un paro durante este mes al margen de la dirigencia cegetista, mientras ambas CTA se movilizarán mañana frente al Congreso en contra del Presupuesto de ajuste del FMI, para volver a coincidir en la calles con el Frente que encabeza Hugo Moyano el 30 de noviembre en medio de la cumbre del G-20 en Buenos Aires.

Aunque sin pronunciamiento oficial, en la CGT se muestran conformes con el bono y por ahora lograron alinear a los gremios que todavía responden al binomio de conducción. Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de servicio) encabezaron las negociaciones con el Gobierno y ofrecieron como moneda de cambio desactivar otro paro general, del que no estaban convencidos de llevar adelante.

El beneplácito que expresaron de los estratégicos gremios de la UTA y la UF con el bono, colaboró con despejar las intenciones de parar que esgrimían otros sindicatos de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). El acuerdo al que arribó ayer UPCN, que recibirá el bono de 5000 pesos en diciembre y un adicional del 10 por ciento (5 en enero y 5 en febrero) a la partidaria anual del 15 por ciento que habían sellado el gremio en sintonía con las viejas aspiraciones del Gobierno, aplacó el descontento de los estatales que en principio quedaban marginados.

En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se garantizó el disciplinamiento de sus subordinados en la previa de dos manifestaciones contra la política económica del Gobierno que se realizarán una mañana frente al Congreso y la otra el 30, en medio de la cumbre del G20. Las cuatro fuerzas que dependen de su cartera (Policía Federal, la Aeroportuaria, Gendarmería y Prefectura) recibirán el bono y un aumento adicional similar al de los estatales.

Pero un sector importante de los gremios cegetistas y las dos CTA consideran insuficiente el bono, al que bautizaron como apenas un “paliativo”. Desde la FSMN, que encabeza el sindicato de Camioneros conducido por Hugo y Pablo Moyano, Arnaldo Pignanelli (Smata) y Sergio Palazzo (Bancarios) junto a otros 60 gremios, señalaron a PáginaI12 que “los 14 o 15 puntos que le llevamos al Consejo Directivo de la CGT eran mucho más extensos y amplios que un bono adicional que deja afuera a jubilados y organismos descentralizados del Estado”. “Nosotros planteamos la reapertura total de las paritarias y frenar los despidos”, agregaron.

“Mañana (por hoy) vamos a reunirnos con los senadores de la oposición para manifestarle, como lo hicimos en Diputados, la postura del FSMN en contra del Presupuesto de ajuste impuesto por el FMI. Por el cambio de modelo económico, en contra de la inflación y por frenar los despidos, que es crucial”, dijo el canillita Omar Plaini a PáginaI12.

“El bono es insuficiente frente a la pérdida del poder adquisitivo del salario, tras la devaluación y con paritarias por debajo de la inflación, además de no contemplar a todos los trabajadores. No incluye a los jubilados ni al 40 por ciento de los trabajadores no registrados, ni se sabe a que trabajadores estatales alcanza, como tampoco a que sectores productivos privados ya que hay empresarios pymes que dicen que no pueden pagarlo”, añadió el docente bonaerense Roberto Baradel a este diario, quien evaluó que “el bono ni siquiera es un paliativo”.

Baradel igual confirmó que la CTA se movilizará mañana frente al Congreso para manifestar en contra del Presupuesto 2019 del Gobierno, algo que incluye un paro de ATE. Mientras que trabaja en conjunto con la otra CTA y el FSMN en una medida de fuerza conjunta. Aunque el trazo fino de la propuesta de esta central sindical se definirá el 27 de noviembre, en un plenario de secretarios generales que acompañará el recambio de la dirección nacional de la CTA de los Trabajadores. “Igual ya hemos acordado con otras centrales sindicales que nos movilizaremos en contra de la política neoliberal del Gobierno durante la cumbre del G20”, completó Baradel.

“El bono termina escondiendo la precarización salarial que estamos atravesando y la paritaria a la baja que firma Andrés Rodríguez (UPCN) con el gobierno de Macri. Nos quieren dar un bono para tratar de darle oxígeno al gobierno y no se trata de eso, se trata de darle oxígeno a los trabajadores”, completó en declaraciones radiales el dirigente de ATE, Daniel Catalano, también de la CTA de los Trabajadores.

Desde la CTA Autónoma se sumaron a los cuestionamientos. “Cualquier plata que se le dé a los trabajadores y trabajadoras en un momento de crisis como la que estamos atravesando sirve”, arrancó su secretario general, Pablo Micheli, pero enseguida marcó que “para recuperar lo perdido en 2018 los trabajadores deberíamos cobrar un bono de 70 mil pesos”.

Micheli también le apuntó a la cúpula de la CGT por las causas que motivaron la negociación y el levantamiento del paro que habían anunciado como parte de un plan de lucha. “Sé que hubo conversaciones entre el Gobierno y la CGT que no fueron públicas, para que no prospera la obligatoriedad de presentar las declaraciones juradas”, dijo, y agregó: “Si en la ley de Etica Pública no aparece el tema de la obligatoriedad (de presentar las declaraciones) es una vergüenza”.

Fuente: Página 12