Impuestos. Las provincias grandes contra las chicas

Neuquén se resiste a un cambio en el IVA. Las provincias grandes quieren una reforma que les dé la recaudación directa de una parte del impuesto del 21% que cobra la Nación y coparticipa con los distritos.

Neuquén se resiste a un cambio en el IVA. Las provincias grandes quieren una reforma que les dé la recaudación directa de una parte del impuesto del 21% que cobra la Nación y coparticipa con los distritos.

El gobierno de Mauricio Macri está embarcado en un plan para cambiar las reglas de la recaudación y el reparto de los impuestos. Cada tanto hay reuniones destinadas a la discusión de esos fines, a cargo del ministro del Interior, Rogelio Frigerio. La última fue la semana pasada.

En esa oportunidad se introdujo en el debate la posibilidad de cambiar el Impuesto a los Ingresos Brutos que cobran las provincias por otro igual al Impuesto al Valor Agregado (IVA) que actualmente cobra la Nación, que, según los primeros trazos de la nueva iniciativa, debería pasar del 21% al 15 o 16% para darle margen a la nueva figura impositiva de los distritos.

El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, comparte la necesidad de cambiar la coparticipación, pero no está en línea con la idea de ceder puntos del IVA nacional a favor del IVA provincial que se plantea para la reforma impositiva.

Toda la trama vinculada a la modificación de la coparticipación y los recursos nacionales y provinciales está sometida a una presión fuerte por parte del gobierno nacional, que puso a la consultora FIEL a asesorar al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en materia de reforma tributaria.

Del dicho al hecho hay un largo trecho, dice un viejo refrán que va como anillo al dedo a esta situación. Está en discusión la política tributaria y la de reparto. Tras bambalinas hay una fuerte presión del gobierno central a las provincias para ajustar sus sistemas recaudatorios y el gasto público.

Las grandes contra las chicas

Los avances declamados no existen hasta el momento, más allá del deseo de los funcionarios y los intereses particulares de los gobiernos de cada distrito, entre los que hay algunos más apremiados.

Detrás de la movida para crear un IVA provincial en lugar de los Ingresos Brutos hay una idea de rebajar el porcentaje del impuesto que cobra la Nación para darle más margen al que recaudaría directamente cada provincia. Esta iniciativa fue empujada a la mesa de negociaciones por Córdoba y fue apoyada desde el inicio por la provincia de Buenos Aires, entre otras de las denominadas grandes.

El ministro de Hacienda de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, confirmó a un medio porteño que “se está trabajando” en el proyecto.

LM Neuquén pudo corroborar a través a de una fuente local que la iniciativa fue incorporada por el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, y cuenta con el auspicio de las provincias que tienen mayor facturación en sus economías, mientras que es resistida por las que tienen menor actividad como consecuencia de la cantidad de población, entre las que se ubica Neuquén.

“Están pensando en que haya un IVA nacional con alícuota más baja del actual (21%) y que cada provincia pueda plantear el suyo, gravando al sector que sólo lo que agregue de valor (hoy IIBB está generalizado en toda la cadena, por lo que se considera el más regresivo). Si se hace de esa manera, sería más bajo, le daría potestad a los gobernadores para poder jugar dentro del impuesto”, le dijo a El Cronista el ministro de Economía de una de las provincias del NOA, que participó del encuentro en Casa Rosada y que ve con buenos ojos el cambio.

Hilando fino, la medida reduciría la recaudación nacional por IVA a favor de los puntos extra que conseguirían las provincias en sus recaudaciones del IVA propio. El impuesto tal como está planteado en la actualidad es recaudado a nivel nacional y distribuido entre las provincias según los criterios de la Ley de Coparticipación. Es decir, el reparto no tiene relación con el origen de los fondos recaudados.

En cambio, si la Nación cediera puntos del IVA para que las provincias los recaudaran por sí mismas con su propio impuesto al valor agregado, esa porción de la carga impositiva que seguirían pagando los actores de la economía se dejaría de distribuir entre todas las provincias para pasar a ser apropiado por el distrito en el que se concretó la transacción de origen.

Las provincias que, como Neuquén, perciben más por coparticipación del IVA en los términos que está planteado actualmente que lo que recibirían si se impone la iniciativa en danza, resistirán los cambios.

Si la idea prende en la mesa de negociaciones encabezada por Frigerio y salta al siguiente escalón, en algún momento llegará al Senado, ámbito final de debate de este tipo de iniciativas que modifican la cuestión tributaria y donde cada provincia cuenta con tres representantes, sin importar la cantidad de habitantes. En la Cámara alta, las provincias que se perjudicarían con el proyecto tienen mayoría de representantes, pero también juega en el Congreso el mandato partidario, por lo que la resolución en ese ámbito siempre está abierta a las posibles negociaciones políticas.

Los impuestos provinciales a la cabeza

Neuquén dispone actualmente de más recursos por los impuestos que pagan sus habitantes y las empresas desplegadas en su jurisdicción que por lo que recibe por coparticipación de la Nación y que por lo que cobra por regalías.

Los impuestos provinciales son el principal aporte al Estado neuquino, llegando a conformar el 45% del total de fondos disponibles. La incidencia de los fondos que coparticipa la Nación con las provincias ha perdido incidencia en el presupuesto neuquino, para ser superados no sólo por los recursos originados en los tributos provinciales sino también por las regalías, que se recuperaron desde el descubrimiento del shale en Vaca Muerta. Las regalías conforman el 33% de los recursos totales de la provincia, mientras la coparticipación federal alcanza el 22%.

El cuento de nunca acabar

Neuquén es parte de las provincias que han planteado la necesidad de discutir nuevos términos para la coparticipación federal, pero tanto el gobernador Omar Gutiérrez como su ministro de Economía, Norberto Bruno, son conscientes de que los límites legales para cambiar las reglas del reparto alejan en el tiempo una definición del tema.

Las autoridades de Neuquén aducen que fue perjudicada cuando se fijaron los porcentajes de reparto de los impuestos porque, al establecerse su porción (el 1,9% del total de recursos coparticipables), se consideró que, además de la coparticipación, tenía fuertes ingresos por regalías hidrocarburíferas.

No obstante, las regalías se cobran por la explotación de recursos que no se renuevan y, por lo tanto, una vez agotado o en declive, deja de aportar a las arcas de la provincia que lo ostentan. Este sería el caso de Neuquén sin Vaca Muerta. Para modificar la Ley de Coparticipación se requiere una aceptación unánime las provincias. ¿Por qué alguna aceptaría perder pudiendo resistir?

Fuente: La Mañana Neuquén