Informalidad laboral: al menos 600.000 monotributistas son asalariados
Incluye desde los independientes que hacen trabajos temporarios y mal pagos, profesionales y hasta empleados que, si bien son asalariados, no están registrados como tales.
24/07/2025 El PaísIncluye desde los independientes que hacen trabajos temporarios y mal pagos, profesionales y hasta empleados que, si bien son asalariados, no están registrados como tales.
La informalidad laboral es un fenómeno extendido y multifacético en Argentina, donde una fracción significativa de trabajadores encuentra sus labores bajo esquemas que no reflejan la verdadera naturaleza de su vínculo laboral. Uno de los ejemplos más notables de este problema es el número creciente de monotributistas que, en esencia, actúan como empleados asalariados bajo un disfraz legal de prestación de servicios.
Según cifras recientes surgidas de la Encuesta Permanente de Hogares, ajustada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), se estima que alrededor del 14% de los trabajadores considerados asalariados informales pertenecen al régimen de monotributo. Este hallazgo, detallado en un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), subraya una tendencia preocupante donde el vínculo laboral es formalizado de manera tal que rehúye las obligaciones y derechos tradicionales de una relación empleador-empleado.
El estudio de IDESA enfatiza que esta situacion es especialmente recurrente en pequeñas y medianas empresas. Entre las compañías con menos de diez trabajadores, un alarmante 77% de los empleados permanece ‘en negro’, de los cuales un 7% proporciona facturas de monotributo a sus empleadores. Este fenómeno disminuye su incidencia mientras se amplía el tamaño de la empresa. En entidades con más de 40 empleados, el 8% se encuentra en la informalidad, y notablemente, de ese grupo, el 45% entrega facturaciones de servicios como monotributista.
No obstante, el uso del monotributo no se limita a las pequeñas empresas. Las grandes firmas también recurren a este modelo para eludir las regulaciones laborales, consolidando uno de cada dos empleos no registrados como una relación de servicios independientes. Esto muestra que la táctica del monotributo es empleada transversalmente, aunque la concentración es significativamente alta en compañías con recursos más vastos.
Complementario al informe de IDESA, los datos provincientes del INDEC revelan que, durante el primer trimestre, la mano de obra activa económicamente rondaba las 14,4 millones de personas en espacios urbanos. De esta población laboral, aproximadamente 13,3 millones estaban ocupadas y el 27,3% se dedican a trabajos no asalariados.
De los 9,6 millones de empleados en el país, 3,5 millones no poseen registro formal laboral, y de ellos, 598.500 hacen uso del monotributo para continuar con sus aportes.