Intendentes de Sierras Chicas desesperan por recursos para obras
26/03/2015 ECONOMÍA
Río Ceballos, Villa Allende, Mendiolaza y Jesús María afrontan como pueden los daños, con dinero propio y provincial. Esperan giros para infraestructura.
A 40 días del gran temporal que sacudió a las Sierra Chicas, los intendentes de ese sector del Gran Córdoba no terminan de entender dónde quedaron parados y cuáles son las perspectivas de futuro inmediato que se abren para sus ciudades y sus respectivas administraciones.
Con las particularidades de cada caso, en Villa Allende, Río Ceballos, Mendiolaza y Jesús María, el panorama es similar: debieron afrontar gastos extraordinarios para paliar la emergencia y recibieron algunos aportes de la Provincia, pero siguen esperando el prometido desembolso de un crédito por 540 millones de pesos de la Nación, para solventar la recuperación de infraestructura dañada.
Río Ceballos. De Nación sólo recibió colaboración de Gendarmería y el Ejército en plena emergencia. Según su intendente Sergio Spicogna (PJ), la ayuda externa vino de mano de la Provincia, a través de dinero para costear alquileres por seis meses a 50 familias que perdieron sus casas.
El municipio está subdividiendo un lote para que la Provincia levante 50 nuevas viviendas, y procura conseguir terrenos para otras 20.
También a través del Gobierno distribuyó un millón de pesos en subsidios a comercios y entregó kits de electrodomésticos a 150 familias, sobre un total de 400 casos relevados.
“Con recursos propios contratamos tres empresas para limpiar el río y recuperar calles. Gastamos unos 570 mil pesos por semana. Ya no podemos sostener este ritmo y las tareas pendientes son muy numerosas”, dijo Spicogna.
La ciudad relevó daños estructurales (sin contar la ruta E-57, ni las viviendas), por 20 millones de pesos y espera que esos fondos lleguen desde la Nación. “No hay forma de salir de esto con lo propio ¡Pobre el intendente que venga. Va a tener que seguir reconstruyendo todo a paso de hormiga!”, vaticinó Spicogna, que ya no se postulará para un nuevo período.
Villa Allende. El municipio también se apoyó en la Provincia para reparar calles, repartir electrodomésticos entre 600 familias y solventar un centenar de alquileres. Por esa misma vía bajó subsidios a 150 comercios y espera la licitación de 90 nuevas casas
El intendente Héctor Colombo (PJ) dice que de Nación sólo colaboraron Desarrollo Social y Registro Civil. “De aportes económicos, nada”, resumió.
El municipio lleva gastados dos millones de pesos y no tiene precisión de que le vaya a tocar algo de los 540 millones de pesos de la Nación. En su caso, no hay tanto daño en infraestructura urbana, sino a nivel individual de los vecinos. Unas 900 viviendas sufrieron roturas de diferente magnitud.
“Esto nos va golpear mucho los ingresos. Tenemos cinco barrios enteros y 300 comercios con exenciones de tasas. Acá vivimos de la actividad comercial”, graficó Colombo.
Jesús María. Los mayores daños se registran en las riberas del río Guanusacate, a lo largo de unos 15 kilómetros de recorrido urbano y semirrural.
El municipio elevó a la Provincia un plan de recuperación de cauce y márgenes para amortiguar posibles nuevas crecidas mediante la colocación de gaviones y pedraplenes, por un monto total de 106 millones de pesos, que excede largamente sus posibilidades económicas.
Hasta ahora la Provincia comprometió que, del préstamo de la Nación, a esa ciudad le tocarán 19 millones de pesos para obras en su río y otros cuatro millones para el río Carnero, en jurisdicción de Colonia Caroya. La diferencia, nadie sabe todavía cómo se solventará.
El intendente Gabriel Frizza (Frente Cívico) dijo que la Provincia aportó maquinaria y fondos para costear alquileres a unas 40 familias y que prometió material para hacer gaviones. Pero el municipio deberá poner la mano de obra y engordar los gastos propios, que ya suman más de dos millones de pesos.
“No tenemos certezas sobre cómo vamos a afrontar las obras de infraestructura, pero igual no nos podemos quedar quietos a esperar la próxima crecida”, admitió Frizza.
Mendiolaza. El intendente Daniel Salibi (UCR) lamentó la demora en la llegada de fondos nacionales y recalcó que sin ese financiamiento será muy difícil afrontar la construcción de viviendas y las obras de infraestructura. También asegura que gastará al menos dos millones de pesos propios en combustible y alquiler de máquinas para hacer transitables las calles, pero igual que sus pares de otras localidades, insiste en que el municipio no puede costear el arreglo de dos puentes y cinco pasarelas destruidas.
“La Provincia tiene que relevar todos los daños estructurales, pero no tiene sentido avanzar en eso si la plata de la Nación se sigue demorando”, señaló.