Italia se resigna a nuevas elecciones adelantadas ante el bloqueo político

Dos meses después de las elecciones, el presidente italiano, Sergio Mattarella, declaró fracasada la gestión para formar un nuevo gobierno y propuso un "gobierno neutral", que debe administrar el país hasta las nuevas elecciones en 2019.

Dos meses después de las elecciones, el presidente italiano, Sergio Mattarella, declaró fracasada la gestión para formar un nuevo gobierno y propuso un «gobierno neutral», que debe administrar el país hasta las nuevas elecciones en 2019.

Dos meses después de las elecciones, el presidente italiano, Sergio Mattarella, declaró fracasada la gestión para formar un nuevo gobierno y propuso un «gobierno neutral», que debe administrar el país hasta las nuevas elecciones en 2019. En caso contrario, las urnas podrían convocarse en el próximo otoño (boreal), agregó Mattarella. Pero el rechazo a la opción de un gobierno interino hasta el año que viene fue rechazada de inmediato por las fuerzas políticas fue inmediato, así que lo más factible es que se vote en los próximos meses.

Mattarella se reunió ayer con los principales líderes políticos, pero todos fueron dando a entender a lo largo del día que no estaban dispuestos a formar coaliciones. El presidente desde el principio descartó la posibilidad de formar un gobierno en minoría. Italia sufre un bloqueo político desde los comicios generales del pasado 4 de marzo, que dieron el control del Parlamento a tres bloques minoritarios incapaces de forjar una alianza y formar un Ejecutivo.

Los socialdemócratas del Partido Democrático (PD), hasta ahora en el gobierno interino, sufrieron una derrota histórica el 4 de marzo que los dejó con menos del 19 por ciento de votos y no quisieron unirse a ninguno de los «ganadores».

La alianza que forman La Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi logró, con otros socios menores, el 37 por ciento de votos. La formación antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) fue el partido más votado en solitario, con un 32 por ciento de votos. Las dos primeras rondas de negociación llevadas adelante por el presidente terminaron sin resultados. Tampoco avanzaron el presidente del Senado y el presidente de la Cámara de Diputados, a los que Mattarella encargó sondear la situación. Los vetos recíprocos hicieron imposible llegar a una mayoría en el Parlamento que respalde un Ejecutivo «político».

Por esto Mattarella terminó promocionando un «gobierno del presidente», que se encargaría del presupuesto del año que viene y de reformar las leyes electorales para minimizar el peligro de un nuevo bloqueo político después de nuevas elecciones, que se postergarían a 2019. Italia debe enfrentar negociaciones sensibles en la Unión Europea, reformas en la eurozona y temas de presupuesto, todos asuntos en la agenda de la cumbre prevista en Bruselas a fines de junio. Por esto, Mattarella sugirió «un gobierno neutral» o ir a elecciones antes del otoño. Fue inmediato el rechazo del M5S y de la centroderecha. Salvini y Luigi Di Maio, líder del M5S, señalaron incluso una fecha: 8 de julio. Pero hasta en esto las fuerzas políticas italianas se mostraron en desacuerdo, y Forza Italia prefirió «el otoño». Los partidos y los ciudadanos italianos se resignan así a ir nuevamente a las urnas dentro de dos meses.

Fuente: La Capital