Otro jaque a la politica brasileña, la mafia del puerto
Fortalecido por el apoyo recibido del Partido Socialdemócrata, Michel Temer enfrenta ahora un posible nuevo frente de tormenta pues investigan sus conexiones con la mafia del puerto de Santos.
14/06/2017 EL MUNDOFortalecido por el apoyo recibido del Partido Socialdemócrata, Michel Temer enfrenta ahora un posible nuevo frente de tormenta pues investigan sus conexiones con la mafia del puerto de Santos.
Temer se reuníó ayer con gobernadores, mientras los senadores oficialistas defendían en el Congreso la reforma laboral, luego de haber logrado ayer una victoria clave con la permanencia del Partido de la Socialdemocracia Brasileña dentro del gobierno.
Temer y sus ministros más importantes confiaban en que al garantizar a los socialdemócratas en el gobierno, se podrá librar un combate contra fiscales y jueces que investigan a colaboradores del presidente.
Una de esas contiendas, dicen en el entorno del mandatario, será investigar a magistrados y procuradores en el Congreso, como una forma de «persuadirlos» de abandonar sus causas o hacer que éstas sean tramitadas sin ninguna urgencia.
No obstante su victoria política de ayer cuando los socialdemócratas optaron por quedarse con Temer, el horizonte continuaba cargado de nubarrones para el mandatario que hoy cumplió un año, un mes y un día en el gobierno.
A pesar de que su juventud esta administración exhibe un desgaste prematuro, que la asemeja a los gobiernos que están por concluir su ciclo.
El diario Valor Económico de este martes informó que el empresario Ricardo Mesquita, uno de los dueños de la empresa Rodrimar que actúa en el puerto de Santos, reveló a la policía informaciones que comprometen a Temer, político oriundo de San Pablo.
Según esta información, el empresario aseguró que Rodrigo Rocha Loures era el intermediario del presidente con los negocios en el área portuaria, sobre la cual hay investigaciones que apuntan a un presunto esquema de corrupción de grandes proporciones.
Santos, en el litoral de San Pablo, es el mayor puerto de América Latina con embarques de cientos de millones de dólares por año.
Michel Temer fue secretario de Seguridad de la Gobernación del Estado de San Pablo a principio de los años 1990 y a mediados de esa década fue electo diputado federal por esa misma provincia.
Los vínculos de Temer con las empresas portuarias era conocidos desde hace años así como las versiones que atribuían a esa relación el financiamiento ilegal de las campañas del ahora presidente.
Las declaraciones del empresario portuario Mesquita al parecer encendieron una luz de alerta en los investigadores que están siguiendo el rastro a Temer.
Un trabajo de pesquisa policial que se reforzó a partir del mes pasado cuando se supo que el gobernante mantenía acuerdos presuntamente ilegales con otro empresario, Joesley Batista.
Dueño del frigorífico JBS, el mayor exportador mundial de carnes, Batista grabó a Temer , sin que éste lo supiera, mientras se hablaba de supuestos sobornos y como presionar a jueces que investigaban casos de corrupción.
A poco de grabar a Temer Batista y sus abogados se presentaron a la Justicia donde contaron detalles de esa relación, presentaron el audio y se acogieron a la delación premiada.
Las dos historias referidas, la de los puertos y la del frigorífico tienen un punto que las une: Rodrigo Rocha Loures, que está preso desde hace dos semanas por corrupción, obstrucción de la Justicia y formación de asociación ilícita en la que, al parecer, también estaba Temer.
Ocurre que Rocha Loures era un hombre de confianza de Temer, y quien fue escogido por el presidente para negociar con el empresario de la carne Batista y también con el emprendedor portuario Mesquita.
Si las declaraciones de Mesquita son ciertas comenzaría a cerrarse un círculo acusatorio contra Temer: que además de usar a Rocha Loures para recibir dinero de JBS, podría haberle encomendado tareas ilícitas ante la firma portuaria Rodimar.
La situación judicial del gobernante no es sencilla mientras, en paralelo, la prensa publicó esta semana que Rocha Loures analizaba la posibilidad de acogerse a una delación premiada.
Especulación que, si se llevara a la práctica, podría comprometer más la ya incómoda, y poco previsible, situación del Jefe de Estado.