Jujuy uno de los territorios menos amigables para los negocios, sólo Formosa esta peor

Casa de Gobierno de la Provincia de Jujuy

Casa de Gobierno de la Provincia de Jujuy

En Jujuy apenas el 18% de los ocupados son asalariados privados registrados. También está dentro de las provincias menos competitivas a la hora de recibir inversores

¿Da lo mismo afincarse en una provincia u otra a la hora de planear los negocios a futuro? Definitivamente no, respondería cualquier empresario. Ese conjunto de factores que determinan la conveniencia o no de un lugar podría definirse como competitividad.

De acuerdo con un trabajo que elaboró el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), las jurisdicciones más competitivas son la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, seguida por Río Negro y La Pampa. En el otro extremo del ranking se puede ver a Santiago del Estero, Jujuy y por último, Formosa.

“La competitividad puede definirse como el conjunto de factores, instituciones y políticos que determinan el nivel de productividad de una región y sus posibilidades de alcanzar el crecimiento sostenido en el mediano y largo plazo”, define el informe. Justamente estas características son cada vez más tenidas en cuenta por los empresarios cuando localizan alguna de las actividades.

“Cada vez se mira más el entorno en el que se van a desarrollar los negocios. Nosotros tenemos varias localizaciones en el interior y muchas veces, la viabilidad o no de ellas, tiene que ver con los entornos institucionales en los que se mueven. Hay lugares donde cambian las reglas de juego continuamente, por ejemplo, con las tasas municipales. Y eso afecta”, dice un importante industrial autopartista que prefiere no ser nombrado.

“En general, este concepto tiene una dimensión nacional, sin embargo es cada vez mayor la atención que el enfoque regional de la competitividad tiene entre académicos, empresarios y entidades gubernamentales; especialmente en países federales con características geográficas y económicas tan dispares como las de la Argentina -dice el trabajo del Iaraf, elaborado por Nadin Argañaraz y María Cecilia Avramovich-. Efectivamente, en estos contextos el sector público subnacional es la institución capaz de identificar y brindar la infraestructura y el marco institucional y normativo adecuado para la potenciación de la competitividad de cada jurisdicción.”

Según el Índice de Competitividad de Gobiernos Subnacionales Iaraf (Icgs Iaraf), que varía entre un mínimo de cero y un máximo de uno, CABA es la jurisdicción más competitiva, seguida de Río Negro (0,619), La Pampa (0,611), San Luis (0,607) y Córdoba (0,585). En el extremo opuesto, las jurisdicciones menos competitivas según este indicador son Formosa (0,39), Jujuy (0,435), Santiago del Estero (0,449) y Chaco (0,45).

La media de la distribución se encuentra en 0,538 punto. Alrededor de esta posición se encuentran las jurisdicciones de San Juan (0,528), Tierra del Fuego (0,538) y Mendoza (0,543).

Mucha diversidad

El indicador, que está compuesto por siete subíndices -finanzas, gasto público, política tributaria y de ingresos, gobierno eficiente y eficaz, infraestructura básica, económica y social, salud y educación- muestra mucha diversidad entre los diferentes distritos.

La ciudad es la que lidera la mayoría de los indicadores. En el que luce más retrasado (21 entre 24) es el que mide el gasto público, un capítulo del trabajo que mide si entre las prioridades de los gobiernos está directa o indirectamente la formación de recursos humanos y acumulación de capital. Ese item lo encabeza San Luis, seguida por La Pampa y Formosa. Las peores notas las sacó Buenos Aires, seguida por Neuquén y La Rioja.

Respecto de la infraestructura, la mejor nota la obtuvo Río Negro. En segundo lugar está Tierra del Fuego y le siguen Santa Cruz y La Pampa. Al final del ranking se ubicaron San Juan, Buenos Aires y Santiago del Estero. “Con la excepción de CABA, las jurisdicciones más competitivas tienen como denominador común una densidad poblacional relativamente baja, que facilita de alguna manera la buena performance de sus gobiernos en cuestiones de competitividad, especialmente aquellos vinculados a infraestructura social y económica”, concluye el documento.

Está claro que para que un país o región sea competitiva, sus empresas deben ser competitivas. Lo que no está claro es que todas las empresas tengan incentivos para serlo.

Gasto muy dispar en temas de seguridad

Si hay un tema que despunta como pocos al tope de las preocupaciones de la gente, ése es el de la seguridad. Y justamente esa partida presupuestaria amenaza con cambiar la ecuación de gasto público en las provincias.

Sucede que a falta de una política nacional, muchos ciudadanos exigen más compromiso provincial y municipal a la hora de luchar contra ese flagelo.

“Si bien la tendencia general ha reflejado un compromiso cada vez mayor a la seguridad jurisdiccional, el análisis entre jurisdicciones está marcado por fuertes disparidades”, dice un trabajo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

Durante 2013, las jurisdicciones de Santa Cruz (13,3%), Córdoba (12,5%), Buenos Aires (12,3%) y Santa Fe (10,7%) fueron las que comprometieron mayor proporción de fondos a seguridad. En el extremo opuesto, las provincias que menos dinero destinaron, siempre como porcentaje del gasto total, fueron Santiago del Estero (5,3%), Formosa (5,4%), ciudad de Buenos Aires (5,6%), Chaco (5,7%), San Juan (5,8%), La Rioja (6,1%) y Catamarca (6,2%).

“Pese a la pobre performance de estas jurisdicciones en 2013, debe destacarse que CABA incrementó la participación del componente seguridad en su gasto público 17% promedio anual entre 2008 y 2012. Este esfuerzo es para nada despreciable si se tiene en cuenta que la mayoría de las jurisdicciones que observó una tasa de variación promedio anual positiva lo hizo a menos del 9%”, dice el trabajo.

Otras jurisdicciones que se han destacado por su fuerte compromiso entre 2008 y 2012 son Tucumán, Misiones y Santa Cruz. El caso inverso se refleja en Santiago del Estero, Formosa, Chaco, La Rioja y Entre Ríos, que redujeron en este indicador.

Fuente: La Nación